ALBACETE Durante la faena al cuarto
Instante de la voltereta de Colombo en el final de faena al cuarto I TOROS
ISMAEL DEL PRADO > Albacete
Jesús Enrique Colombo quiso dar un golpe en la mesa. Exhibir galones. Los que dan ser la autoridad máxima de este 2017 en el escalafón novilleril. Delante, un encastado novillo. Echó la moneda al aire el venezolano y no rehuyó la pelea. Le dejó la tela muy puesta y, a base de ver sólo pañosa, el novillo, pronto y con fijeza, repitió con emoción. Cuajado, a días de la alternativa, lo convirtió hasta un ejercicio fácil. No lo era. Lo dejó claro el epílogo por bernadinas. Cambió por dos veces el pitón. Consecutivamente. Milimétrica, la primera. Imposible, la segunda.
Lo prendió del gemelo derecho de manera horrible. Derrote seco, pero muy fuerte. Encontró ahí carne el pitón. Hizo por él en el suelo y el pitón viajó rozando el cuello. Resbaló como una guadaña. Volver a nacer en un segundo. Volvió a la cara del toro y repitió por bernadinas con el tendido roto con él. Otro espadazo y dos orejas. Las paseó y pasó a la enfermería, donde está siendo atendido de una cornada en el gemelo. A la vista de las imágenes, un milagro.
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