ENTREVISTA Perera, vencedor de La Oportunidad
‘Este triunfo no cambia nada, apenas llevo mes y medio sin picadores, debuté en octubre, quiero echar un año fuerte con los erales y el siguiente ya debutaré con caballos, no tengo prisa’
‘Traté de reflejar, sobre todo, ese espíritu añejo de aquellos chavales que venían a La Oportunidad a comerse el mundo… Lo que siempre se ha dicho: estar en novillero’
Derechazo de Manuel Perera el pasado domingo en la final de La Oportunidad / JULIÁN LÓPEZ
ISMAEL DEL PRADO > Madrid
Da vértigo leer el 2001 en su fecha de nacimiento. Apenas tiene 16 años. Sólo lleva mes y medio como novillero sin caballos. Suficiente para alzarse el domingo con el remozado certamen de La Oportunidad en Vistalegre. Se llama Manuel Perera y pertenece a la Escuela Taurina de Badajoz. Allí llegó en enero de 2016, sin antecedente alguno en su familia ‘para ser figura del toreo’. Lo tiene claro desde que con apenas tres, quizás cuatro, años, su madre le inyectó el toreo cada tarde después del colegio. ‘En vez de dibujos animados, de pequeño, me ponía corridas de toros, incluso me castigaba sin verlas cuando hacía alguna trastada’.
Una herencia común que miles de críos españoles recibieron en su infancia, en las Antípodas del miedo al ‘qué dirán’ que coarta hoy día. Así, se alimentó la afición de Manuel Perera que, año a año, fue mamando el toreo hasta comenzar las escapadas furtivas en busca del toro. ‘Hace unos años que llevo saliendo de “tapia” en ganaderías como Parladé o Murteira Grave, que están cerquita de mi pueblo, Villanueva del Fresno, pegadas a la frontera, más tarde llegaron las Clases Prácticas ya en la Escuela, incluso alguna en plazas como Salamanca, pero como novillero sin picadores apenas llevó mes y medio, mi debut fue en Zafra en octubre’, repasa sus fulgurantes comienzos en la cara del toro.
‘Ganar en Madrid y en un Certamen que ha tenido tantísimo prestigio y solera tiempo atrás, del que salieron toreros de enrome repercusión, es algo precioso, otro gran recuerdo que me llevaré de esta profesión tan bonita, yo traté de reflejar eso, sobre todo, el espíritu añejo de aquellos chavales que venían a La Oportunidad a comerse el mundo… Lo que siempre se ha dicho: estar en novillero’, recuerda orgulloso de un triunfo que comparte con sus dos profesores en la Escuela Taurina de Badajoz, ‘Luis Reina y El Cartujano, también tienen mucha culpa’ de su triunfo, ‘se lo debo’.
Ahora, a pesar del triunfo del domingo en Madrid, el escenario no cambia: ‘Nada, nada, quiero seguir el mismo guión, es un triunfo precioso y que sirve para crecer y comprobar que estamos haciendo las cosas bien, pero la idea sigue siendo la misma, echar un año fuerte, completo, con los erales y pensar en el debut con caballos en la temporada siguiente’. ¿Olivenza? ‘Sí, ¿por qué no? Claro que me gustaría, es una feria que apuesta por los nuevos valores y cerquita de casa, pero hay demasiado trecho por delante en un año completo para pensar ya en debutar allí, pueden pasar muchísimas cosas hasta entonces’, comenta sobre su futuro más cercano.
En cuanto a su concepto, para los que aún no han podido verle, Manuel Perera quita importancia a los moldes. ‘Todavía me queda mucho para definirme como torero, estoy empezando, no me preocupa ni busco acercarme a un modelo, tengo referentes lógicamente como Morante, El Juli o Talavante, y trato de aprender y coger un poquito de cada uno, pero sin obsesionarme con tener ya mi personalidad definida, lo único que me interesa es que haya una evolución, pureza en lo que haga y, sobre todo, lo que dije antes: salir cada tarde en novillero, a darlo todo’, concluye Perera, otro nombre que, a mucho más largo plazo, también dará que hablar.
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