La
Diputación de Zaragoza decide no renovar y sacará la plaza a concurso.
Desde la empresa se muestran «orgullosos de haber levantado una plaza
arruinada en 2014»
El empresario taurino Simón Casas, en el coso zaragozano - Fabián Simón
Á. G. Abad
La noticia, no por esperada, causó sorpresa en círculos taurinos y políticos. La Diputación Provincial de Zaragoza ha decidido no renovar el contrato de gestión de la plaza de toros de la Misericordia a la empresa encabezada por Simón Casas y sacará de nuevo el coso a concurso público.
Cuatro temporadas ha estado la empresa al frente de la plaza de la capital aragonesa, que en 2014 se encontraba en unas condiciones más cercanas a la ruina que a un prometedor futuro. El anterior contratista, la empresa Serolo, fue desalojada por una sentencia judicial. Al margen de la importante deuda económica -más de seiscientos mil euros-, lo realmente preocupante era la pérdida de categoría de la plaza en el sentir tanto del aficionado como del propio sector taurino. No se cumplió con la programación, y, lo más grave, la calidad de la misma resultaba paupérrima.
Así las cosas, desde la institución provincial se decidieron medidas de urgencia para salir de aquella difícil situación con un concurso en el que las condiciones se adapataron a la realidad. La UTE encabezada por Simón Casas se hizo cargo de la gestión, y en este tiempo se le ha dado la vuelta a la tortilla. Hoy, Zaragoza, es una plaza que goza de buena salud. El aficionado ha vuelto a encontrar el camino de la Misericordia, que durante las fiestas del Pilar se ha convertido en uno de los centros sociales y de ocio. La asistencia de público ha ido en aumento hasta alcanzar ciento cincuenta mil personas en la pasada Feria.
La empresa, que una vez cumplidos los cuatro años de gestión tenía la opción de solicitar dos prórrogas, año a año, solicitó oficialmente a la Diputación hace meses seguir en la gestión. La decisión de la corporación provincial llegó en el último día que los plazos legales permitían y fue la negativa a que Simón Casas siguiera al frente de la plaza zaragozana.
La decisión de la propiedad, obedece al «objeto de obtener condiciones más ventajosas para la administración provincial», según la versión oficial, que subraya que «la situación ha cambiado respecto a la anterior adjudicación». Dice que la situación ha cambiado que se ha descartado la opción de renovar «de acuerdo con la tónica general de no renovar de forma sistemática los contratos en curso». Se espera el nuevo concurso con las condiciones que la Diputación pondrá para la gestión de uno de los cosos más importantes de España. Parece evidente que el canon va a cambiar, y dejar atrás el actual que era de 30.000 euros más un 3 por ciento de la recaudación una vez superados los quinientos mil euros. Sobre la programación que exigirá al nuevo empresario, nada se sabe todavía.
En seno de la empresa de Simón Casas, la decisión de la Diputación Provincial ha sido recibida con evidente desencanto, aunque con deportividad por parte de quien se siente «satisfecho» por el trabajo realizado. El gerente, Nacho Lloret, ha manifestado que se siente «enormemente orgulloso» por lo hecho en Zaragoza. «En 2014 heredamos una plaza arruinada y hoy la dejamos como la de mejor salud del toreo», y añade que: «Hemos disfrutado y crecido como empresa en estos cuatro años, gracias a la afición por haber conseguido levantar la Misericordia».
«Cuídenla», es el mensaje que lanza la empresa en el final de su etapa.
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