Roca Rey en hombros en Acho por tercer año consecutivo / MUNDOTORO
LUIS MIGUEL LEÓN – AFICIÓNPERU > Lima
La tarde fue de Roca Rey porque así lo quiso el peruano. Y, parafraseando al ‘Guerra’, en la quinta del Señor de los Milagros pasó ‘lo que a él le dio la gana’. Desde la portagayola inicial al comienzo de faena ya imborrable en cuantos los presenciaron, el limeño puso la tarde, la afición y la feria de su lado. Luego vinieron los naturales con el estaquillador por la rodilla, el dominio en una distancia inverosímil y su certeza con las armas toricidas, pero la balanza de la tarde hacía tiempo ya entonces que la tenía a su favor. Manzanares tuvo una feliz reaparición y cortó una oreja del segundo, aunque la faena importante vendría en el quinto, mientras Serna dio la cara ante dos figurones, cortó su primera oreja como matador, y salió de Acho con la cara alta.
Roca Rey se fue a chiqueros a saludar a su primero, al que, ya con el capote, formó la mundial. Muy buenas las verónicas, explosivo el quite con el capote a la espalda y brutal el comienzo de faena, en los medios, de rodillas, con pases cambiados por la espalda, sin apenas hueco para que el toro pasase. El público rugió de verdad. Exigió mucho al toro y éste se apagó pronto, pero todo cuanto hizo tuvo intensidad. Porque los naturales fueron de categoría, y sobre todo, los esculpió con la mano bajísima. Un arrimón sincero junto a varios cambiados por la espalda hicieron el resto. Y tras una media de efecto mortal cayeron las dos orejas.
Muy huidizo de salida el quinto. Roca Rey sin embargo lo enceló en la muleta y, de uno en uno, extrajo naturales de excelente trazo. Luego, más en corto, exprimió hasta el último aliento de un astado remiso y reticente que sólo embistió por la insistencia y tenacidad de su lidiador, que se arrimó sin cuentos. Las manoletinas y luquecinas finales coronaron una obra donde el que embistió y de qué manera fue el de luces. Después de un pinchazo y una estocada de libro sumó una oreja más. El primero de Manzanares fue devuelto y en su lugar salió un sobrero de El Olivar, que dio juego.
El torero alicantino, que reaparecía luego de la lesión que lo mantuvo inactivo durante varios meses, le dibujó una faena compuesta, en la que sobresalieron dos series con la derecha y una con la mano zurda. Gustó el envoltorio y después de una estocada desprendida le premiaron con una oreja.
El cuarto fue un pájaro y ya de salida puso en aprietos a Manzanares. Cantó su peligro en los tercios siguientes pero Manzanares, lejos de arrugarse logró someterlo primero con la derecha y luego al natural, por donde el toro le lamió el terno con los pitones. Faena de mucho mérito, y con muletazos de calidad además. Dos pinchazos y una estocada tendida dejaron el premio en una cálida ovación desde el tercio.
Abrió el festejo Rafael Serna, que confirmó alternativa con un astado noble, de buena condición al que toreó bien sobre la mano derecha el joven torero sevillano. Fueron esos los momentos más brillantes de la faena del toricantano, que en la segunda corrida de toros de su currículum dio la cara y se esforzó por estar a la altura de, seguramente, el toro de más calidad del serial. Marró con el descabello hasta en cinco ocasiones el público guardó silencio al final de su labor. Luego el sexto no sirvió, estuvo tesonero el diestro, centrado y sereno para extraer más de lo que el toro tenía dentro. Tanto, que los limeños premiaron su sincero esfuerzo con una oreja.
Plaza de toros de Acho. Quinta corrida de la Feria del Señor de los Milagros. Lleno. Toros de Hermanos García Jiménez (3º con el hierro de Peña de Francia) y La Ventana del Puerto (1º y 5º), de discreta presencia y variado juego. Sobresalió el excelente primero. Un sobrero de El Olivar (2º), de buen juego. | ||
José María Manzanares, oreja y ovación Andrés Roca Rey, dos orejas y oreja Rafael Serna, que confirmó alternativa, silencio tras aviso y oreja |
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