Bocelli ha reconocido que el motivo de su viaje a Sevilla se ha debido exclusivamente a su intención de conocer a Ventura, señala el comunicado, que agrega que el jinete recibía en su casa «a uno de los más grandes de la música de los últimos años en todo el mundo».
Ventura y Bocelli tienen un nexo común, su pasión por el caballo, pues según ha explicado el cantante era su medio de locomoción cuando era niño: «Mis amigos tenían moto y yo, un caballo», ha explicado.
Por su parte, el rejoneador se ha sentido impresionado por su gran afición: «He comprobado cuánto le gusta montar y, no sólo para pasear, sino también para cabalgar, para hacer 'piaffe', paso español».
«Es un enamorado del caballo y de la equitación, le tiene devoción. Le pone muchísima pasión y la pasión forma parte de cómo yo veo la vida», ha añadido Ventura.
En su visita a «El Rincón de Diego», la finca del jinete cigarrero, Bocelli pudo montar en varios caballos toreros.
Un verdadero placer
«Entrar aquí es como entrar en el paraíso. He tenido la ocasión de montar caballos fantásticos y ser testigo de lo que Diego hace con ellos, que es un verdadero espectáculo, un verdadero placer. Son caballos con virtudes elevadas a la enésima potencia, especialmente entrenados y adaptados al hombre», ha explicado con pasión.A Ventura, por su parte, le impresionó saber cómo «aparte de ese don que tiene en su voz, también la tiene que entrenar y la tiene que educar», lo que se asemeja mucho «a lo que es mi profesión, en la que uno puede tener ese don, pero también tienes que entrenarlo todos los días para mantenerlo vivo».
En su visita a La Puebla del Río, Andrea Bocelli estuvo acompañado por su hijo, también tenor, Mateo Bocelli, y por el director del Centro Ecuestre España-Italia, Pascual Vereta.
A partir de este primer encuentro, el tenor y el rejoneador han confesado haber sellado «un vínculo especial».
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