jueves, 17 de mayo de 2018

Luis David reclama su sitio

FERIA DE SAN ISIDRO

Corta una oreja en una entregada actuación con el lote de mayor transmisión de Juan Pedro


Gonzalo I. Bienvenida

Fotos: JAVIER ARROYO 

Pesó mucho el grandón primero de Juan Pedro Domecq. Serio sin exageraciones en cuanto a su expresión. Finito de Córdoba mostró enseguida ganas de torear a la verónica, algunas llevaron su firma. El bello remate a ese ramillete de verónicas fue con cuatro medias de mucha torería. Se aplomó pronto el noblote juampedro, aun así Finito dejó algunos derechazos con gusto. Faena larga. Se encasquilló el estoque. Silencio tras aviso.

El segundo fue un toro amplio, astifino y hondo de Juan Pedro Domecq. El saludo capotero de Román tuvo los rasgos de su atrevida personalidad: tras dos verónicas se echó el capote a la espalda. La plaza entró rápido. En el caballo se dejó pegar sin demasiada codicia. Román, muy pendiente de la lidia, lo colocó en dos ocasiones con distintos remates a una mano. El quite de Luis David por gaoneras tuvo quietud pero delató la sosería a media altura del toro. En banderillas destacaron Raúl Martí y El Sirio.

Román inició la faena de muleta con el 'cartucho de pescao'. Tardó en arrancarse el juampedro pero cuando lo hizo fue con la fuerza de un huracán. En las primeras tandas esa movilidad se tornó en importancia. Cuando pasó esa fase se vieron pruebas de manso y de desclasada embestida. Román trató de agradar en todo momento y ligó varios muletazos sin el eco esperado. Mató en el segundo encuentro. Silencio tras aviso.

El tercero fue un jabonero muy en el tipo de Juan Pedro. Fino de hechuras y con acodada expresión en la cara. Luis David Adame salió a comerse el mundo. Arreó desde que presentó el capote al jabonero que lo tomó con humillación. Hizo una gran pelea en el caballo de Óscar Bernal, que cogió en todo lo alto. En banderillas mostró clase en el capote de Tomás López y se lució Miguel Martín en banderillas. El incio de la faena de Luis David Adame fue por ajustados estatuarios sin enmendar la posición. La siguiente tanda fue un trámite para que se acoplasen toro y torero. A partir de ahí el mexicano supo aprovechar el temple y la humillación del juampedro ligando tandas por los dos pitones, especialmente por el derecho. Siempre le dejó la muleta en la cara y el toro la buscó con transmisión. Sorprendió a los tendidos en una arriesgada arrucina. Cuando el toro bajó en su intensidad, Luis David buscó el pitón contrario y se lo pasó muy cerca. El final fue por bernadinas, se palpaba la posibilidad de oreja en el ambiente. La estocada fue contundente aunque un punto desprendida. Oreja.

El ofensivo cuarto no se definió en los primeros tercios. Empujó la primera vez que fue al caballo.

Después en la muleta careció de ritmo aunque tuvo obediencia. Finito volvió a firmar algunos derechazos muy natural y propios de su personal elegancia. La faena no tomó vuelo. Silencio.


El quinto de la tarde fue ancho de sienes y el más alto de los lidiados.

 Su embestida fue cansina prácticamente desde que salió. Una nobleza que no dijo nada pese al esfuerzo de Román. Las primeras tandas tuvieron algo de intensidad pero pronto se aplomó el toro sin posibilidad alguna. Román se justificó sin eco. Silencio.

El cinqueño que hizo sexto lució el hierro de Parladé. Más estrecho que sus hermanos y con la cara hacia delante. Luis David Adame salió dispuesto a conseguir la oreja que le faltaba para la puerta grande. Variado con el capote desde el recibo, ejecutó lopecinas en el quite.

 Las Ventas se volvió La México por momentos por el furor que causó el quite y por los vivas que prologaron la faena. El de Parladé tuvo emoción y transmisión pero le faltó recorrido.

 Adame arrancó la faena con un cambiado por la espalda muy ajustado y rápidamente se puso a torear en redondo. Un esfuerzo hizo para domeñar las descompuesta embestidas. La plaza vio un torero entregado y un toro encastado aunque falto de calidad. Saludos.

Madrid, jueves 17 de mayo de 2018. Feria de San Isidro. Toros de Juan Pedro Domecq y uno (6º) de Parladé, correctos de presentación aunque manejables y faltos de fuelle a excepción del buen tercero. Finito de Córdoba, silencio tras aviso y silencio; Román, silencio tras aviso y silencio; y Luis David, oreja y saludos. Entrada: Tres cuartos. Al término del paseíllo se guardó un minuto de silencio en memoria del Dr. Ramón Vila.

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