viernes, 4 de mayo de 2018

Olor a podrido en Salamanca


Olor a podrido en Salamanca / MUNDOTORO
 
MUNDOTORO > Madrid

La decisión del Rector de la Universidad de Salamanca de prohibir la Cátedra de Tauromaquia en este claustro universitario, no es, en absoluto, un suceso de toros sí o toros no. Así lo quiere presentar el propio Rector, Ricardo Rivero, con el juego amigo de la grey taurina, que le hacemos el juego en un terreno ya minado (toros sí o toros no) que no cuenta con la solidaridad, cobertura mediática o interés académico, judicial o político. Llevado a este campo de juego, se oculta lo que subyace: el olor a podrido en las Universidades españolas, metidas en juegos ilícitos, mafiosos, pesebristas, que deforman el sentido universitario y han convertido a los Centros en lugares donde los conceptos de libertad de Enseñanza y de Cátedra, base de un sistema Democrático y germen de la tolerancia y convivencia, sean sólo lugares donde se juega a un perverso Juego de Tronos que difama la esencia de la enseñanza. 

No se trata de toros sí o toros no. Porque en este asunto se escenifica la perversión de la propia Universidad con el siguiente relato. La Junta de Castilla y León, que tiene las competencias legales constitucionales en materia de enseñanza, aprobó una Cátedra de Tauromaquia, con una dotación de 75.000 euros, asunto para el que se contaba con calendario, profesores, ponentes, materias y demás requisitos para llevarla a efecto. El día del acto de inauguración, ante las protestas de un grupo de estudiantes del CEA, Colectivo Estudiantil Alternativo afín a los antisistemas de Podemos, el anterior rector, Daniel Hernández, optó por la suspensión, cediendo al chantaje en un precedente histórico que dejaba a la Histórica Universidad, que un día liderase Miguel de Unamuno (expulsado de la misma manera por el fascismo), al pie de una minoría violenta. Ese día la Libertad de Cátedra no sólo no fue salvaguardada por quien tenía obligación, sino que fue pisoteada sin consecuencia alguna. Se proscribió una Cátedra como en los mejores tiempos del fascismo. 

¿Por qué semejante acto de vergüenza democrática, por qué esta ilegalidad, este acto contra libertades constitucionales fueron asunto menor? Por lo mismo que está sucediendo ahora. Porque todo se planteó en el terreno lleno ya de hastío entre TorosSí y TorosNo.  Al anterior Rector, a los gestores de la Universidad y a la Junta de Castilla León les interesó dejar el asunto en este debate, so pena de revelarse el asunto como lo que fue: un escándalo en el epicentro de otro: que la Universidad Española se ha convertido en la podredumbre que es. Por supuesto, a los antes del CEA esta visión falsaria, esta cortina de humo del toros sí o no, les vino al pelo. Porque, por supuesto, ellos son los garantes de la democracia y de la libertad de enseñanza.

Resulta que, por esas fechas, la Universidad estaba metida en pleno proceso electoral de su rector y grupo de gestión. Ceder a la presión violenta para suspender el acto de clausura fue, blanco sobre negro, además de una violación del derecho constitucional de Cátedra y Enseñanza, una maniobra de cesión que cedió a intereses electorales, cuyo ganador, hoy rector, que en esas fechas ni dijo blanco ni negro, ni bueno ni malo. Alumnos consultados por este medio, coinciden en que el actual rector, entonces candidato, variaba su opinión en reuniones y pasillos, dependiendo de qué grupo de votantes le interrogara por su posición sobre esta Cátedra. Ahora, electo desde el día 30 de Noviembre de 2017, parece tener que decidir. Preguntamos:

¿Es coincidencia y mero azar que la noticia sobre la prohibición se dé a conocer en una especie de ‘rueda de prensa’ en donde quien hace la pregunta sea, un miembro del Sindicato CEA, integrante  del Claustro Universitario (recordemos que una de las materias del claustro es la elección del Rector)?. ¿Es una coincidencia que, según el propio Ricardo Rivero, él ya habría dado instrucciones para que se devolviera la subvención? ¿Quien decidió y a quién se informó de tal decisión? ¿Por qué el Rector afirma dos aseveraciones imposibles de casar: ‘la llamada Cátedra de Tauromaquia no será tal’, ésta ‘no va a ser impulsada por la Universidad de Salamanca’, al menos ‘en este formato’? ¿Qué formato alternativo propone? ¿Desde cuándo existe un formato alternativo a una Cátedra? ¿Qué expresiones sobre qué formatos ocultan qué decisiones ? ¿Por qué una Cátedra ajustada a Ley y con los requisitos Constitucionales y rectores de 2015 no es posible en 2018?. 

Es más, ¿por qué el Rector afirma con una actitud de severa y evidente complicidad o anuencia, que ya ha informado de esta decisión a los a los promotores de las movilizaciones contrarias a la Cátedra? ¿Por qué profesores y miembros del plantel docente y estudiantil tienen miedo a hablar de este asunto? ¿Nos suena a algo el llamado y vergonzoso Caso Cifuentes? ¿Acaso no estamos ante un hecho de verosímil indecencia en el seno de una Universidad? ¿Cómo es posible que en el seno universitario se permitan autodenominarse defensores de derechos quienes, como el CEA, actúan de forma violenta ante los actos universitarios no afines a su ideario político? ¿Se recuerda, por ejemplo, el intento de boicot del CEA a una conferencia del padre del opositor a Maduro en Venezuela, Leopoldo López? ¿Es éste el modelo universitario de tolerancia y pluralidad? ¿Es ésta la universidad de los españoles del siglo XXI? Lo que nos lleva a preguntar: ¿Qué poder tiene el CEA de Podemos en la USAL? 

No estamos ante toros sí o toros no. Eso es lo que quieren trasladar a una sociedad ya hastiada e inmune a este estéril debate en donde el demonio es uno y el ángel benefactor el otro. Se trata de una politización, secuestro, apañadura y pesebrismo dentro de la propia Universidad, cuyos entresijos dotan a la misma de una práctica política adoctrinadora de una tendencia populista evidente. Se trata de que huele a podrido la USAL; la Rey Juan Carlos y tantas otras, con miedos de pro medios y silencios presentes. Es más, resulta que podríamos estar presenciando hechos de una gravedad e ilegalidad de libro, que se están ocultando en el humo camuflador del debate eterno y rancio TorosSí y TorosNo. 
Quede claro, además, que, actualmente, existen cátedras extraordinarias de contenidos mas ‘sui géneris’ que la Tauromaquia, contra los que nadie se ha manifestado. Que se llevan el silencio. Con el mismo dinero público, impulsados por el sindicato CEA. Una Cátedra de Literatura Venezolana, en donde intervino un gran experto en literatura de este país: el personaje más acusado de perseguir las libertades en Venezuela, Fiscal del Ministerio Público de la Venezuela de Maduro, Tarek Willam Saab. Y también otro hombre inmenso en el mismo ejercicio bolivariano de Maduro, Luis Brito García. Hubo otra sobre las nuevas constituciones hispanoamericanas. Es decir, la bolivariana de Chaves. ¿Le suena al lector el modus operandi de los actuales Iglesias y Monedero? 

¿Que hace la Junta de Castilla y León? En una carta en posesión de este medio, remitida por la Consejera de Cultura y Turismo María Josefa García Cirac a Williams Cárdenas, Presidente de la Asociación Internacional de Tauromaquia, la Consejera afirma que la Cátedra de Estudios Interdisciplinarios en Tauromaquia en la Universidad de Salamanca, parte del suceso legal del acuerdo 32/2014 de 3 de abril por el que el Gobierno de esa Comunidad declaró a la Tauromaquia Bien de Interés Cultural de carácter inmaterial, afirmando, además, que con este acuerdo ‘se protege su valor social, cultural…’. La carta de la Consejera incide que el objetivo de tal cátedra es abrir un espacio de docencia e investigación, que desarrolle el respeto y la tolerancia y aceptar las distintas opiniones en el seno de la tolerancia. 

Por tanto, siendo la Tauromaquia un Bien de Interés Cultural, las leyes de este país llamado España, su Constitución, obligan a los poderes públicos a proteger todo BIC. ¿Por qué no se cumple la Ley y la Constitución? ¿Por qué silenciamos un incumplimiento inconstitucional y de la ley que, por ser ilegal, es delito? ¿Por qué la Junta de Castilla y León no cumple con sus obligaciones legales constitucionales, estando dotada por ley y Constitución de todas las armas democráticas para hacerlo? Que alguien responda.

Siendo un Rector funcionario público, y conociendo esta ley BIC de la Junta de Castilla León y conociendo que en todo el Estado la Tauromaquia, es legalmente, Patrimonio Cultural de los Españoles, el señor Ricardo Rivero, ha de actuar para preservar y dar cumplimiento a esa situación del orden constitucional y legal. Y jamás puede invocar que desconoce la Ley y la Constitución. La prevaricación, o prevaricato, es un delito que consiste en que una autoridad, juez u otro servidor público dicta una resolución arbitraria en un asunto administrativo o judicial a sabiendas de que dicha resolución es injusta y contraria a la ley. Es comparable al incumplimiento de los deberes del servidor público. Dicha actuación es una manifestación de un abuso de autoridad. Está sancionada por el derecho penal, que busca la protección tanto del ciudadano como de la propia Administración. Para que este delito sea punible, debe ser cometido por un servidor o juez en el ejercicio de sus competencias. ¿Estamos ante este caso? 

Desde el sector de la Tauromaquia, no debemos caer en el error que a ellos tanto les beneficia: entrar a sangre ciega en este debate cansino de TorosSí o TorosNo. Estamos ante hechos que exceden a tal propuesta y hemos de activarnos y activar a la opinión pública y a las autoridades a que vean el fondo de la cuestión, que, en este caso, no es otro que ese olor a podrido de un sistema Universitario de pagos y compras de votos, voluntades, miedos, silencios, presiones,… algo que nos suena ya desde el llamado Caso Cifuentes.

No hay comentarios: