Estamos a menos de dos semanas para que arranque la Temporada Taurina del Señor de los Milagros de Lima, de cuyo prestigio sólo quedan tenues recuerdos (dado que hoy ni quita ni da absolutamente nada) debido a la desafortunada gestión de la plaza.
Pocho Paccini
Estamos a menos de dos semanas para que arranque la Temporada Taurina del Señor de los Milagros 2018 de Lima (Perú), de cuyo prestigio sólo quedan tenues recuerdos (dado que hogaño ni quita ni da absolutamente nada) merced a las desafortunadas gestiones que han regido sus destinos, incluida la actual Casa Toreros. Las distintas empresas que han pasado por la plaza de toros de Acho sólo han velado por sus propios intereses y el de las "figuras", relegando a un segundo plano los legítimos intereses de la que fuera "la Entendida Afición Limeña", que no es la misma que mayoritariamente acude hoy ávida de triunfos en los que reina el “todo vale” . Cada uno de estos empresarios, por supuesto, nos han negado a toda costa la presencia del TORO serio, encastado y con el trapío que ameritan una plaza de toros de primera y de rancia solera como fue la peruana.
Tras el fracaso ganadero del 2017, este año la empresa ha anunciado una novillada nacional fuera del abono y cinco corridas de toros (dos nacionales y tres españolas), cuyos carteles se componen de la siguiente manera:
- Novillada del 28 de octubre. Ganadería peruana de Checayani para los novilleros David Bolsillo, Arturo Gilio y Alvaro Passalacqua.
- Primera corrida - 4 de noviembre. Ganadería peruana de La Viña para el peruano Juan Carlos Cubas , el mexicano Diego Silveti y el español Román.
- Segunda corrida - 11 de noviembre. Ganadería peruana de El Olivar para el peruano Alfonso de Lima y los españoles Paco Ureña (de momento está anunciado) y Alvaro Lorenzo.
- Tercera corrida - 18 de noviembre. Ganaderías españolas de Daniel Ruiz y Sánchez Arjona para los españoles Juan José Padilla, Antonio Ferrera y David Fandila “El Fandi”.
- Cuarta corrida - 25 de noviembre. Ganaderías españolas de La Ventana del Puerto y Puerto de San Lorenzo para el peruano Joaquín Galdos y los españoles Morante de la Puebla y Jose María Manzanares.
- Quinta y última corrida - 2 de diciembre. Ganadería española de Sánchez Arjona para el peruano Andrés Roca Rey y los españoles Enrique Ponce y Julian López “El Juli”.
En cuanto a la novillada y a las dos primeras corridas de hierros peruanos es obvio que la empresa, en su afán de reducir costos, ha apelado a contratar ganaderías anodinas, que en el resto de la América taurina todavía no han sido lidiadas y aún menos solicitadas. Como correlato de lo señalado, se explica la contratación de toreros de poco interés para la afición de Lima, salvo la de Paco Ureña, que seguramente esté ausente tras el grave percance sufrido en Albacete, algo que va a ser un problema para la empresa, que tendrá que resolver contratando un torero de igual o mayor nivel.
La tercera corrida, con toros de Daniel Ruiz y Sánchez Arjona, se reserva para el número de las banderillas, induciéndose a error a los despistados, ya que ni Antonio Ferrera ni José Padilla actualmente ponen banderillas, quedando solamente el velocista Fandila con sus clásicos pares a "moribundo" pasado. Esperemos que esta corrida no haga que los pocos aficionados que quedan en Acho abandonen la plaza después de haber visto seguramente una novillada sospechosa de pitones y de infame borreguez, que la habrían podido matar en cualquier plaza de talanqueras.
Para variar, lo que sale de ojo es que a estas alturas la empresa no muestre respeto y consideración por el aficionado que paga, mostrando las fotos del ganado a lidiarse, en las que se pueda claramente distinguir el hierro de procedencia y la cantidad de ejemplares por hierro que se lidiarán. Especialmente los de la cuarta corrida, que sobre el papel es la más atractiva en cuanto a ganaderías. Nos referimos al festejo de Puerto de San Lorenzo (de encaste Atanasio-Lisardo), que en el 2017 supuestamente fue lidiada en Acho, cuando realmente nos colaron seis novillos-toros de La Ventana del Puerto, de encaste Domecq, con la justificación de que ambos hierros provenían del mismo propietario, como si no fuera relevante para el aficionado la diferencia entre ambas sangres, o lo que es lo mismo, pagar oro por bronce. En cuanto a los toreros, están para sorpresa los españoles Morante de la Puebla y Manzanares, que acompañaran al peruano Joaquín Galdós.
En relación a esta corrida, hay que señalar que el año pasado se importaron un toro de Puerto de San Lorenzo y ocho de La Ventana del Puerto, como consta en el documento firmado por el veterinario encargado de los trámites para el internamiento de las reses al Perú. De modo que la empresa tiene la carga de probar lo contrario y demostrar con documentos que las fotos que circulan por las redes de los toros de Puerto de San Lorenzo, efectivamente corresponden al hierro de dicha ganadería y que no se trata de toros remarcados del otro hierro ganadero de la casa Fraile o de ganaderías anónimas.
Para cerrar la feria se anuncia Enrique Ponce, Julian López “El Juli” y el emergente torero peruano Andrés Roca Rey, con sus toros de la ganadería de Sánchez Arjona bajo el brazo, hierro que normalmente al otro lado del charco lidian en novilladas sin picadores y se caracterizan por ser reses sin alma ni raza, animales sin entidad, torillos de mazapán, colaboradores, artistas, francos... todos esos adjetivos que gustan a Ponce y El Juli, quienes han desterrado el riesgo y la emoción de toda plaza a la que acuden, y para prueba sólo basta con dar una hojeada a las ferias de este año en plazas españolas de segunda categoría en las que han impuesto su “toro”. El que seguramente salvará los muebles de la empresa es Roca Rey, torero que goza de la simpatía de todo el orbe taurino, en el que los cánones que se valoran son la temeridad, el tancredismo, la vulgaridad, la accesoriedad, y sintomáticamente ante enclasadas monas cuidadosamente seleccionadas. A propósito viene a cuento citar un texto escrito por quien fuera el Número 1 de la crítica taurina: "Mira chaval, el toreo es otra cosa. No es sólo una aburrida repetición del mismo pase porque por muy bien que los des el público acaba cansándose de ver siempre lo mismo. (....) Una vez vi a Antonio Bienvenida en Madrid andarle por la cara a un manso de “El Pizarral” y le cortó una oreja sin dar ni un natural ni un derechazo. Sencillamente porque el toro sólo tenía media arrancada y no se le podía embarcar en pases largos", Alfonso Navalón Grande.
Lo que muchos aficionados de Acho echan de menos es el embrujo que tuvo la fiesta. Embrujo que se lograba con el respeto al rito y la presencia del toro entipado, con poder, casta, bravura y puntito de nobleza. Hoy en día las empresas y las figuras prefieren al toro con "calidad", aquellos a los que no hace falta ejercer dominio pero sí componer la figura para gustarse y ponerse flamencos, sin ninguna emoción para el aficionado pagante y con mucho menos riesgo para el torero. Por lo tanto, lo que se tiene que terminar de entender es que la fiesta sin el TORO como verdadero protagonista es indefendible y no tiene futuro.
No está de más recordar lo que con acierto afirma nuestro amigo y gran aficionado Juan Hernan "Toni" : "El empresario taurino es el máximo responsable de los fraudes que se puedan cometer en su plaza. Él es el que contrata a los toreros destoreadores con sus condiciones, él es el dueño de los toros que se lidian, y él es el que vende ese producto".
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