“Toda la temporada ha sido una declaración de intenciones en la que he podido decir que aquí estoy yo y que no vengo a pasearme”
Diego Carretero
Guillermo Lorente
Sus
triunfos a golpe cantado en las Hogueras de Alicante el día de su
alternativa y en la feria de Albacete, junto a la gran dimensión puesta
de manifiesto en la encerrona de Hellín de hace unas semanas, ponen en
valor a un Diego Carretero que ha tenido una llegada al escalafón
superior tan feliz como ilusionante. Torero capaz de crecerse cuanto
mayor ha sido el compromiso y que por concepto, capacidad y frescura, se
postula como uno de los llamados a formar parte del relevo generacional
en el escalafón de matadores de toros.
Cuando
aún perduran en la memoria los momentos vividos en su encerrona de
Hellín y aún se paladean las buenas sensaciones vividas durante esa
tarde, Diego Carretero ya tiene puesta la mirada en el horizonte de una
nueva temporada que llega cargada de ilusión. La de Hellín no fue sino
la constatación de que los aldabonazos en Alicante, el día de su
alternativa, y en la feria de Albacete, son fruto de un proyecto de
torero tremendamente sólido. “Fue una tarde de muchas sensaciones”, explica el nuevo matador de toros refiriéndose a su encerrona en Hellín:
“Interiormente para mí fue muy importante porque durante toda la tarde
afronté muchas barreras con el compromiso que supone encerrarse con una
corrida de toros en solitario. Esa tarde me ha dado mucho porque cada
toro me pedía una lidia distinta y, cuando alguno se dejaba, me colaba
en su mundo y me permitía expresarme. Fue una tarde de muchos matices y,
sobre todo, de entrega”.
La temporada de Diego Carretero ha tenido
un final de lo más feliz. Desde su alternativa en la Feria de Hogueras
en Alicante en el mes de junio, el triunfo ha sido el denominador común,
y, lo que es más importante, la imagen de buen torero y de torero capaz
que se ha proyectado. “No ha sido la temporada que esperaba ni
mucho menos, porque la realidad supera muchas veces los sueños, y este
año, con la alternativa, el debut en mi plaza de Albacete como matador
de toros cortándole dos orejas a un toro, y la encerrona en mi pueblo,
ha sido increíble”, asegura el manchego, añadiendo: “Toda la temporada ha sido una declaración de intenciones en la que he podido decir que aquí estoy yo y que no vengo a pasearme”.
Sin embargo, hasta la alternativa, la temporada no había sido ni mucho menos la esperada. Habiendo sido uno de los novilleros punteros y mandones en ese escalafón en la campaña del año anterior, llama poderosamente la atención que en 2018 tan sólo haya hecho dos paseíllos antes de la alternativa. “Ni yo mismo sé a qué se ha debido. Creo que en Valencia debí estar y no estuve, pero fui a Madrid y Sevilla que son dos plazas importantísimas. Luego la alternativa la tomé en junio y los principales ciclos de novilladas son más adelante por lo que tampoco ha habido lugar a torear mucho más como novillero”, explica Carretero, para quien el balance hay que hacerlo más allá de lo puramente estadístico: “Ha sido un año muy importante, que no se ha visto reflejado en cuanto a número de festejos, pero sí en la importancia de las plazas que he pisado, tanto de novillero como de matador de toros, y creo que he dado la cara en todas ellas”.
Sin embargo, hasta la alternativa, la temporada no había sido ni mucho menos la esperada. Habiendo sido uno de los novilleros punteros y mandones en ese escalafón en la campaña del año anterior, llama poderosamente la atención que en 2018 tan sólo haya hecho dos paseíllos antes de la alternativa. “Ni yo mismo sé a qué se ha debido. Creo que en Valencia debí estar y no estuve, pero fui a Madrid y Sevilla que son dos plazas importantísimas. Luego la alternativa la tomé en junio y los principales ciclos de novilladas son más adelante por lo que tampoco ha habido lugar a torear mucho más como novillero”, explica Carretero, para quien el balance hay que hacerlo más allá de lo puramente estadístico: “Ha sido un año muy importante, que no se ha visto reflejado en cuanto a número de festejos, pero sí en la importancia de las plazas que he pisado, tanto de novillero como de matador de toros, y creo que he dado la cara en todas ellas”.
Verse anunciado en una feria como la de
Hogueras en Alicante junto a Morante de la Puebla y Manzanares para
tomar la alternativa es el sueño de todo aquel que quiere ser torero.
Pero la importancia del escenario y la categoría de los compañeros de
cartel convierten la cita, inevitablemente, en una apuesta exigente y no
exenta de riesgo. “Toda mi trayectoria, tanto de novillero como de matador de toros, ha sido una apuesta constante”, asegura el toricantano, añadiendo: “Entrar
en una feria como la de Hogueras es muy difícil y hacerlo en ese cartel
con esas dos pedazo de figuras del toreo para que te den la
alternativa, mucho más. Pero como he dicho anteriormente, la realidad
supera a veces los sueños y conseguir cortar esa tarde tres orejas en
esa feria y al lado de esos figurones fue muy importante para mí porque
me dio mucha moral y mucha fuerza para seguir entrenando y seguir
luchando”.
El triunfo de Diego Carretero en Alicante no cayó en saco roto y fue suficiente aval para verse anunciado en la feria de la Virgen de los Llanos de Albacete, en un cartel arropado de nuevo por dos máximas figuras del toreo como son Sebastián Castella y Manzanares. “Lo más difícil fue el tiempo que estuve sin torear desde junio hasta septiembre”, asegura Carretero, “pero a base de entrenar y de entrenar, pude suplir esa carencia de estar parado. Afortunadamente, salió ese toro que me permitió expresarme, volver a triunfar y dar un golpe encima de la mesa, algo que no es nada fácil”. El contundente triunfo del torero manchego volvía a poner en valor su concepto, su fondo y su capacidad de crecerse ante las apuestas de compromiso. “Creo que todas las tardes en las que ha habido compromisos importantes he dado la cara y nunca me he dejado nada dentro. Es una cuestión de amor propio, me entrego al cien por cien cada tarde y se ha podido comprobar en Madrid, Valencia, Sevilla, y ya como matador de toros, en Alicante y Albacete”, asevera el de Hellín, añadiendo: “Creo que para el aficionado, para el profesional y para la gente que sabe valorar lo que se hace en el ruedo, ha quedado muy claro que Diego Carretero puede funcionar”.
El triunfo de Diego Carretero en Alicante no cayó en saco roto y fue suficiente aval para verse anunciado en la feria de la Virgen de los Llanos de Albacete, en un cartel arropado de nuevo por dos máximas figuras del toreo como son Sebastián Castella y Manzanares. “Lo más difícil fue el tiempo que estuve sin torear desde junio hasta septiembre”, asegura Carretero, “pero a base de entrenar y de entrenar, pude suplir esa carencia de estar parado. Afortunadamente, salió ese toro que me permitió expresarme, volver a triunfar y dar un golpe encima de la mesa, algo que no es nada fácil”. El contundente triunfo del torero manchego volvía a poner en valor su concepto, su fondo y su capacidad de crecerse ante las apuestas de compromiso. “Creo que todas las tardes en las que ha habido compromisos importantes he dado la cara y nunca me he dejado nada dentro. Es una cuestión de amor propio, me entrego al cien por cien cada tarde y se ha podido comprobar en Madrid, Valencia, Sevilla, y ya como matador de toros, en Alicante y Albacete”, asevera el de Hellín, añadiendo: “Creo que para el aficionado, para el profesional y para la gente que sabe valorar lo que se hace en el ruedo, ha quedado muy claro que Diego Carretero puede funcionar”.
“No ha sido la temporada que esperaba ni mucho menos, la realidad ha superado a los sueños, y este año, con la alternativa, el debut en Albacete como matador, la encerrona en mi pueblo... ha sido increíble"
El cambio de escalafón implica un inevitable proceso de adaptación que incluye el paso del utrero al cuatreño: “De
novillero he toreado novilladas que eran auténticas corridas de toros y
el cambio, en cuanto a volumen, no lo he notado mucho pero sí que es
verdad que ese año más que tiene el toro te exige una lidia mucho más
seria en donde hay que hacer las cosas muy de verdad, te exige ponerte
en un sitio donde los pies queman y no es fácil hacerlo. Creo que estoy
encontrando el sitio y me siento bien delante del toro”,
explica un Diego Carretero consciente de la necesidad de mejora
constante, pero también consciente de una palpable y evidente evolución:
“Hay que mejorar en todo. Intento ser mejor persona cada día, entrenar,
profundizar cada vez más en mi toreo y, sobre todo, intentar entregarme
en el mayor número de toros y poder buscarle el fondo que tengan”, añadiendo: “Creo
que he evolucionado en todo tanto personal como profesionalmente. He
mejorado técnicamente y a la hora de expresar delante del toro; estoy
consiguiendo entender un mayor número de toros y siento cómo cada día
voy creciendo un poco más. Llevo solamente tres corridas de toros
matadas pero, dentro de lo que cabe y de lo que llevo toreado, me voy
notando más hecho”.
El joven diestro es sabedor de que, a
partir de ahora, comienza una nueva etapa en su vida y en su carrera
profesional en la que, lo hecho con anterioridad, queda relegado por un
punto y aparte que marca el cambio de escalafón. Se trata de una nueva
etapa que viene, tras los triunfos de esta temporada, cuanto menos
cargada de ilusión. “Una cosa es lo que está por venir y otra es
cómo vaya a ser en la realidad, y la realidad es que hay que ir poco a
poco, paso a paso y tarde a tarde, ganándome los contratos cada vez que
me vista de luces”, explica Carretero, añadiendo:
“Vamos
a preparar una temporada con el objetivo de estar en el mayor número de
ferias posibles. Acabamos de terminar la temporada y las expectativas
para el año que viene son muy importantes, pero ahora mismo está todo
por hacer”.
El concepto mostrado por el manchego,
unido a su capacidad y a su fondo de valor, vislumbra a un torero con un
techo muy lejano, y que se postula para ocupar un lugar en el relevo
generacional dentro del escalafón superior: “Para eso me estoy
preparando, para eso estoy luchando y por eso estoy aquí. Si pensara que
no soy capaz de ocupar un lugar importante en el mundo del toro no
estaría luchando, estaría en otra cosa. Me considero capaz de ocupar un
lugar importante en el toreo donde se me respete y se me quiera”, concluye.
Luis Rubias, un compañero
Hace ahora cinco años, la vida de Diego
Carretero se cruzó con la del matador de toros jienense Luis Rubias. La
relación de amistad pronto les arrastró al ámbito profesional: “Conocí
a Luis a través de su familia y, poco a poco, empezamos un camino sin
plantearnos nada del otro mundo y al final hemos llegado hasta aquí”, explica Carretero, a quien su apoderado ha aportado mucho profesional y personalmente: “Disciplina,
constancia, una estructura de vida y tener un sitio donde poder pensar
el mayor número de horas posibles en el toro y estar tranquilo y en paz”, asevera, añadiendo: “Luis
me ha inculcado torear cada vez más despacio, engancharlos con
suavidad, y ha sido muy importante en mi carrera para poder llegar hasta
aquí”.
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