Eduardo Arroyo pinta el cartel anunciador de la encerrona del caballero este sábado en Las Ventas
Obra de Eduardo Arroyo
Madrid
El pintor Eduardo Arroyo es el autor del cartel conmemorativo de la corrida que protagonizará el rejoneador Diego Ventura el próximo sábado 6 de octubre en la Plaza de Toros de Las Ventas. Un cartel presentado en Sevilla por el ensayista y crítico literario y taurino Andrés Amorós y que muestra un gran primer plano de perfil del torero de La Puebla del Río y de su caballo estrella, Nazarí, en un composición a collage. «Es una obra rompedora, diferente. Al nivel de los artistas a los que pone en común: Diego Ventura y el propio Eduardo Arroyo. Es su primer cartel de toros y es un lujo para la proyección cultural de la Tauromaquia que un pintor de la talla universal de Eduardo haya querido realizarlo», ha subrayado Amorós.
«No necesariamente un buen cuadro es un buen cartel y viceversa. Cada cosa es lo que es y, en este caso, un cartel tiene una función social que cumplir. Es una llamada, un grito en medio del inmenso ruido de la calle y de la sociedad en general. Y este grito de Arroyo para Ventura y la corrida del día 6, sin duda, que cumple con su cometido», ha ahondado Andrés Amorós.
El apoderado de Diego Ventura, Pablo Lozano, ha explicado que con la elección del pintor madrileño «hemos querido juntar a dos artistas geniales, dos revolucionarios, dos rebeldes con causa, como son Eduardo y Diego».
Por su parte, el jinete cigarrero ha agradecido a Arroyo su disposición para componer esta obra y ha compartido con él un pensamiento: «Dice Eduardo Arroyo que estamos obligados a sacar a los toros del hoyo en que se encuentra desde el punto de vista de la trascendencia social. Esto mismo llevo años pretendiendo yo con los rejones: tratando de sacarlo del hoyo adonde lo han llevado por la falta de ambición, de competencia y el conformismo. Estoy empeñado en devolverle su protagonismo, en ponerlo en la primera línea y creo que esta corrida del sábado en Madrid responde completamente a ello».
Una corrida para la que Diego Ventura encara ya la última fase de su preparación. «No tengo ni un segundo de tregua, no puedo tenerlo. Llevo días encerrado en el campo como un monje. Montando, toreando vacas, corriendo, poniéndome a tope físicamente porque también en este sentido me va a exigir mucho la corrida. Casi ni veo a mi familia y todo es torear y estar a punto. La responsabilidad, la presión y la ilusión por responder a la expectación son muchas y me obsesiona no defraudar», confiesa el rejoneador.
Por cierto, ha aprovechado la presentación del cartel para reconocer que también la preparación de la corrida del sábado en Las Ventas está salpicada por las dificultades que tanto se han hecho presente en su carrera. «Es como si fuera un reflejo de mi trayectoria, en la que sabéis que he perdido a varios caballos importantes. También ahora me ha pasado con Importante, que era hijo de Nazarí, un caballo nuevo, pero que me tenía muy ilusionado y al que he perdido hace unos días por una complicación digestiva. Estaba llamado a ser el sucesor de su padre», ha explicado Ventura. No será la única ausencia en el acontecimiento del sábado en Madrid, ya que tampoco estará Guadalquivir, que necesita más tiempo para recuperarse de una cornada que sufrió hace algunos días en Villacarrillo.
Por contra y para bien, «habrá muchas sorpresas. Quiero que, dentro de lo que su desarrollo me vaya dejando, toda la tarde sea una sucesión de momentos apasionantes para el público. Habrá caballos nuevos junto a los de siempre. Y suertes que quiero rescatar de rejoneadores de otro tiempo a las que estoy imprimiendo mi sello. No habrá una faena que se parezca a la anterior ni, por supuesto, voy con nada premeditado porque cada capítulo de la corrida depende de las condiciones de los toros. Pero sí es verdad que voy preparado con multitud de recursos para sorprender y emocionar», adelanta Diego Ventura. «
De alguna forma -profundiza el jinete-, quiero que la tarde del 6 de octubre en Madrid sea un compendio del rejoneo mismo en las últimas décadas. De lo que fue y donde bebí, de lo que es y donde he ayudado a llevarlo y de lo que anhelo que sea en el futuro. Y todo ello, sin aliviarme, sino complicándome la vida al elegir una ganadería tan singular como es la de Miura y otras dos que se caracterizan por su encendida movilidad, como son las de Ángel Sánchez y María Guiomar Cortés de Moura».
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