Logró un rabo simbólico con el toro de Victoriano del Río, que antes hirió en el cuello a Javier Valdeoro, por lo que el extremeño no quiso salir a hombros
Antonio Ferrera - Efe
Alicante
El diestro Antonio Ferrera fue este sábado el gran protagonista de la primera de la feria de Badajoz, al indultar a Jilguero, un gran toro de Victoriano del Río, en una función en la que Cayetano y el portugués Juanito, que tomó la alternativa, pasearon un trofeo cada uno.
La tarde estuvo llena de contenido en el coso de Pardaleras de Badajoz. Sobre todo a cargo de Antonio Ferrera, que indultó a Jilguero, un gran toro del ganadero madrileño Victoriano del Río.
También lució Juanito, que sustituyó a Pablo Aguado para tomar la alternativa y pasear una oreja del sexto, mientras Cayetano cortó otra facilona del tercero.
La faena de Ferrera al cuarto fue un compendio de la tauromaquia de este torero, que tiene una ya larga trayectoria. Se juntó con un gran toro y el resultado fue espectacular. Enseñaba las puntas ese animal y estaba muy reunido. Las verónicas de rodilla genuflexa le enseñaban a embestir. Toreo estético pero también efectivo.
Toro muy bravo, que apretó en el caballo y que cogió de muy fea manera a Javier Valdeoro, y brindis de Ferrera al público. A partir de ahí el torero armó un lío mientras desgranaba una faena plena de emoción y regusto. Tandas largas muy ligadas y expresivas, faena de mucha duración y siempre a más, de enorme conexión con los tendidos, con Jilguero que era una máquina de embestir.
Con el público en pie, Ferrera siguió toreando y el animal embistiendo con una codicia que no decaía, y siguió incluso con el astado indultado. Dos orejas y rabo simbólicos, que no quiso recoger el torero pues al animal, para gloria de la tauromaquia y de la cabaña brava, volverá al campo. La vuelta al ruedo, acompañada por los ganaderos y el mayoral, fue clamorosa.
Antes sorteó Ferrera un toro que andaba justo de fuerzas, al que hizo también una faena con regusto por momentos, pero el animal transmitía poquito.
Juanito, portugués de Monforte, es el último matador de toros de la pléyade que ha dado la Escuela Taurina de la Diputación de Badajoz. Lastimado se llamó el toro de la alternativa, un dije, acapachado y acucharado de cuerna, al que lanceó con primor a la verónica.
Con la muleta le hizo una faena en redondo por ambos pitones bien planteada, en la que lució el concepto que este diestro tiene del toreo: enganchaba al animal por delante y lo llevaba largo por abajo, para así ligar los muletazos. Series muy rematadas, con pases de pecho de pitón a rabo, echándose al animal por delante. Mal con la espada, dio la vuelta al ruedo.
El sexto fue también un astado enclasado al que Juanito le hizo otra faena del mismo corte, muy por abajo y con series intensas y ligadas. Acertó con la espada y cortó una oreja.
Cayetano tuvo un primero muy blando, al que le hizo un trasteo que tuvo muy poca emoción. Mató muy bien recibiendo y cortó una benévola oreja. El quinto no tuvo un pase por el pitón izquierdo y Cayetano lo toreó por el otro pitón. Embestida desigual la del burel y, sin mucho ajuste, el torero hizo una faena de poca enjundia.
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