La lesión de la figura peruana perjudicará a la taquilla de los carteles de más relumbrón del verano
Andrés Roca Rey - Reuters
Andrés Amorós
La oficina de prensa del diestro Andrés Roca Rey ha confirmado que no podrá cumplir los compromisos que tiene contratados durante el mes de agosto, «al no estar recuperado de su lesión de cervicales, que irradia al hombro derecho». El torero se encuentra ahora en Nueva York, donde está siendo tratado por diversos especialistas en el Hospital for Special Surgery.
Los aficionados recuerdan que Roca Rey sufrió esta lesión toreando en su país natal. Después de perder tres corridas en España, reapareció el 10 de julio en Pamplona, en la que parecía iba a ser «su Feria»: era el único diestro contratado para torear dos tardes en San Fermín. Su primera faena pareció confirmarlo. De modo inesperado, a la hora de matar se resintió de la lesión que arrastraba y pasó del previsible premio de dos orejas a escuchar dos avisos.
Interrumpió entonces su temporada, no se sabía por cuánto tiempo. Se confirma ahora que no toreará en agosto (y, al día de hoy, nadie puede asegurar cuándo pueda hacerlo, en septiembre). No debe extrañar el número grande de festejos a los que esta ausencia va a afectar: agosto y septiembre suponen el centro de la temporada taurina y, en estos momentos, Andrés Roca Rey es el diestro con más fuerza, en las taquillas, tanto para los entendidos como para la gran masa de espectadores, incluidos muchos jóvenes, a los que atrae la personalidad de este diestro que, a una edad muy temprana, ha conseguido revolucionar la Fiesta.
Tampoco debe extrañar que una lesión tarde tanto tiempo en curarse plenamente. Siempre se ha dicho que los toreros temen mucho más las lesiones de huesos y de músculos que las cornadas. Por su categoría y su estilo de torear, muy arriesgado, basado en la entrega absoluta, Andrés Roca Rey no puede volver a los ruedos si no se encuentra en plena forma física.
La baja de Roca Rey plantea un problema muy grave a los empresarios taurinos porque era la base de todas las grandes Ferias de agosto: no va a ser nada fácil sustituirle por alguien de su categoría y que siga atrayendo al gran público. ( La reaparición del lesionado Ponce va a compensar esta mala noticia). También va a suponer un número de huecos, en los grandes carteles: además de las primeras figuras, pueden aprovechar su oportunidad algunos jóvenes emergentes, como Pablo Aguado y Emilio de Justo.
Además de lo económico, la ausencia de Roca Rey también supone un grave perjuicio para la categoría artística de las grandes Ferias del Norte: Santander, San Sebastián, Gijón y, sobre todo, Bilbao, donde estaba contratado para dos tardes. También va a afectar a otras Ferias importantes como Valencia, Málaga, Almería… Y a algunos acontecimientos singulares: la corrida que supone la reivindicación taurina de Palma de Mallorca, el 9 de agosto, donde está anunciado con Morante, El Juli y Manzanares. (Por cierto, ¡qué lástima que no se haya intentado hacer algo semejante en Barcelona!). La goyesca de Ronda, el 31 de agosto, en un mano a mano realmente atractivo con Morante…
Hay que resignarse: la Fiesta es así. Lo echaremos de menos pero otros diestros tienen ahora la oportunidad de paliar la ausencia de Roca Rey.
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