domingo, 29 de septiembre de 2019

Ilusionante alternativa de Ángel Jiménez en San Miguel



Corta la única oreja en la Maestranza

Ángel Jiménez, en un pase de pecho

Ángel Jiménez, en un pase de pecho - Raúl Doblado


Andrés Amorós
Sevilla 

Écija tiene un nuevo matador de toros, Ángel Jiménez, que ha ilusionado al público sevillano, por su entrega y sus buenas maneras. El resto del festejo de esta tarde, para olvidar; además, El Juli bordea un percance serio, al entrar a matar. Los toros de Daniel Ruiz –predilectos de El Juli– dan muy mal juego: se paran, sacan genio, dan cabezazos.

Ángel Jiménez torea muy compuesto, con capote y muleta, aunque el toro puntea los engaños. La faena va a más, culmina con muletazos por bajo de gran naturalidad. Pierde el trofeo al matar a la segunda y caído: vuelta al ruedo. Acude a portagayola en el último. Después de doblarse con el toro, Ángel liga derechazos clásicos, sin dejarle irse: después de una tarde tan vacía, saben a gloria. No ha redondeado el triunfo pero ha mostrado sus cualidades. Esta vez sí se entrega, en la estocada, y corta una justa oreja. Se merece que le den corridas.

Sale suelto e incierto el segundo, Morante no lo ve claro, con el capote. En la muleta, el toro resulta manejable. En medio de bastantes probaturas, dibuja Morante tres trincherillas de cartel y dos derechazos lentísimos; lo demás, queda a medias y el público se divide. El cuarto mansea de salida, Morante deja que lo lidie Carretero. El toro es un marmolillo descastado, con genio, no tiene un pase. Morante no disimula: sale con la espada de verdad, se dobla seis veces y entra a matar muy malamente.

El tercero flaquea, queda corto y pega cabezazos, con genio. Julián lidia, lo intenta pero sin fruto: mata mal, con salto y yéndose. Recibe con oficio al quinto, flojo; en la muleta, el toro se queda muy corto, pega cabezazos. No hay nada que hacer. Vuelve a matar muy mal, con un salto exagerado. En el segundo intento, no encuentra toro, es enganchado y sufre un fuerte revolcón, con una herida leve en la frente .

Un nuevo «niño de Écija», Ángel Jiménez, se une ahora a los famosos «siete». No es un bandolero sino un matador de toros. Ha dejado muy buena impresión: le deseo la mejor suerte.
Concluye así el abono sevillano pero, para el 12 de octubre, está anunciado un gran festival, coordinado por Joaquín Moeckel. Desde el Pilar de Zaragoza, lo echaré de menos.

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