jueves, 12 de diciembre de 2019

Bilbao como era: las obras desnudan Vista Alegre


ZABALA DE LA SERNA
La plaza de toros de Bilbao no siempre fue azul, ni era tan cómoda, ni lucía tan vacía. Vista Alegre se llenaba en las Corridas Generales de la gloriosa década de los 90 y un poco más allá de la mitad del primer decenio de los 2000. Antes de copar el cemento de butacas azules, antes de la crisis del ladrillo, Bilbao sacaba pecho en plenitud de su taurinismo y su gestión. El crash de 2007 arrasó con todo. Y la asistencia tocó fondo, como si volviera el fantasma de los duros años de plomo de finales de los 70 y los 80, sin hallar el golpe de timón necesario. Ahora el proyecto BIVA de los Baillères-Chopera pretende recuperar el esplendor perdido y el rumbo del buque insignia del Norte. La reforma del edificio ya ha comenzado, y butacas de "mayor ergonomía" suplirán a las viejas que en su día nos parecieron modernas. La cuestión será llenarlas, eso lo sabemos todos. Para anunciar el comienzo de la nueva era, han mandado desde el Bocho una nota de prensa:

"Ya han comenzado las obras de reforma y remodelación de la plaza de toros de Vista Alegre de Bilbao, que dan inicio el proceso de modernización y rehabilitación de la plaza de toros para su reconversión en el BIVA. Una vez concedida la licencia inicial de obras por parte del Ayuntamiento de Bilbao, se ha procedido a acometer la primera fase del plan de obras, la retirada de los antiguos asientos. Estos serán sustituidos por unos nuevos de mayor ergonomía, comodidad, resistencia al clima y de mejor aspecto estético, utilizando un diseño de disposición del graderío en formato de mosaico degradado con los colores característicos de la villa de Bilbao y de Vista Alegre: el gris oscuro, el azul Bilbao, el rojo y el blanco. Simultáneamente y en curso, se esta procediendo a la reparación de todas las estructuras dañadas en graderíos, fachadas, celosías y demás localizaciones".

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