domingo, 29 de diciembre de 2019

Félix de Azúa, pregonero en Sevilla: “El toreo es una obra de arte viviente”

El escritor ensalzará en primavera la Feria de Abril y será presentado por Vargas Llosa

La plaza de la Real Maestranza de Sevilla en tarde de corrida.
La plaza de la Real Maestranza de Sevilla en tarde de corrida.
Antonio Lorca

Sin duda alguna, el pregón taurino de la Feria de Abril de 2020 será diferente porque así lo es el pregonero. No es un aficionado al uso, y su interés por la fiesta de los toros se define más como un hecho cultural y trascendental del ser humano que como la emoción instantánea que brota del enfrentamiento entre un toro y un torero.

Félix de Azúa (Barcelona, 1944) no es un aficionado moderno, pero defiende la tauromaquia como un intelectual comprometido con lo que considera una obra de arte viviente.

El próximo 12 de abril, Domingo de Resurrección, uno de los días grandes de la primavera sevillana, la culminación de la íntima y festiva Semana Santa y la apertura de las puertas de la blanqueada y reluciente plaza de la Real Maestranza, subirá al atril del teatro Lope de Vega para contar la idea que sobre la fiesta taurina bulle en la mente de un poeta, escritor, novelista, ensayista, miembro de la RAE, un intelectual catalán respetado y criticado, libre y valiente.

Será presentado por el Premio Nobel Mario Vargas Llosa, y ambos forman ya parte de una pléyade de conocidos escritores, filósofos, universitarios, políticos y periodistas que se han atrevido a hablar de toros en Sevilla.

Félix de Azúa, vecino de Madrid, no es amigo de las entrevistas por teléfono, y un viaje navideño ha impedido el encuentro personal; pero su amabilidad le ha permitido contestar por correo electrónico un cuestionario que viene a ser el prólogo de lo que contará en la capital hispalense.

“Mi interés por los toros es mitológico y cultural”

Pregunta. ¿Es usted aficionado a los toros?

Respuesta. Mi interés por los toros no se centra en el espectáculo, aunque me guste. Mi interés es más mitológico y cultural. Hay muy pocas actividades humanas que expresen de un modo tan extraordinario nuestra vieja lucha contra la muerte y nuestro afán por superarla.

P. ¿Le ha sorprendido la invitación de la Real Maestranza de Caballería? ¿Por qué la ha aceptado?

R. Sí, me sorprendió muy agradablemente y la acepté porque me pareció adecuado exponer un punto de vista quizás infrecuente en el mundo de la fiesta.

P. ¿Ha tenido tiempo de pensar las líneas fundamentales de lo que contará en el teatro Lope de Vega de Sevilla?

R. Aún no tengo el marco general definido, pero será, creo yo, una reflexión sobre el arte del toreo como arte trascendental, es decir, que va más allá de su pura presencia física en una arena. Una obra de arte viviente.
Félix de Azúa y Vargas Llosa, pregonero y presentador del pregón taurino de Sevilla.
Félix de Azúa y Vargas Llosa, pregonero y presentador del pregón taurino de Sevilla.
P. ¿Conoce la Feria de Abril? ¿Y la plaza de la Maestranza? ¿Algún recuerdo especial?

R. ¿Alguien puede no conocer la Feria? También la plaza, por supuesto, y su hermana rondeña. Mis recuerdos de las plazas están fijados por la pintura, las películas y los escritos literarios.

P. A su juicio, ¿tiene sentido hoy la vigencia del género del pregón?

“¿Volverán los toros a Barcelona? Lo que puede no volver a existir ya nunca jamás es la propia Cataluña”

R. Por lo que he sabido de mis antecesores, su vigencia es indudable y trataré de no empañar una tradición que ha sido tan excelentemente servida. Negarle sentido sería negárselo también a todos los que han participado y participan en el ritual.

P. ¿Tiene sentido la tauromaquia en el siglo XXI?

R. No solo tiene sentido, sino que aquellas fuerzas que tratan de quitárselo carecen ellas mismas de sentido. Hay mucha gente que no cree en la Virgen María o en la Verdad, pero sólo un loco podría suponer que eso puede dañar a la figura mítica o a lo verdadero mismo.

P. ¿Cuál es su opinión sobre los muchos ataques que recibe la fiesta de los toros?

R. Desaparecidas las aspiraciones clásicas al conocimiento, a la justicia, a la libertad, que han sido sustituidas por los caprichos de lo políticamente correcto, es natural que los grupos que tratan de someter a las gentes les pongan objetivos cada vez más simples. Destruir es lo más sencillo que se le ocurre al ignaro.

P. ¿Le preocupa el animalismo como corriente social, política y económica? ¿Cree, como opina la Fundación del Toro de Lidia, que pretende destruir nuestra civilización?

R. El sufrimiento de los animales es un asunto lo suficientemente serio como para no dejarlo en manos de grupos que usan los sentimientos para someter a las personas aprovechándose de sus debilidades. El toreo no tiene la menor relación con el sufrimiento de los conejos o las vacas, sino con la dignidad de un animal concreto, el toro de lidia.

P. ¿Qué es lo que más le gusta de la fiesta de los toros? ¿Y lo que menos?

R. Como ya dije antes, en el ruedo se materializa una idea, como en la pintura o en la música. Y en cada corrida y con cada matador esa idea aparece de un modo distinto. Así como en pintura un tema dado, la guerra, el mar, la nostalgia, toma miles de formas, así también en el toreo. Esa variedad es lo que más me interesa. Y lo que menos, el uso populachero que a veces puede hacerse del espectáculo.

P. ¿Algún torero preferido?

R. Lo normal. En la actualidad, José Tomás.

P. Tiene usted un presentador de lujo y gran aficionado...

R. Y también un modelo para todos los que nos dedicamos a escribir.

P. No es habitual que los intelectuales actuales hagan profesión de fe taurina...

R. Mala es la situación de los intelectuales en nuestra sociedad. No son valorados, se saben innecesarios, viven empobrecidos y por lo tanto la tentación de venderse a la política es muy grande.

P. ¿Qué opina sobre la situación de los toros en Cataluña? ¿Cree que volverán alguna vez a la Monumental de Barcelona?

R. El problema no es la plaza, sino los espectadores que han sido aplastados por las élites nacionalistas. Y lo que puede no volver a existir ya nunca jamás es la propia Cataluña.

P. ¿Conoce la idiosincrasia sevillana?

R. No, en absoluto, ¡Dios me libre!

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