martes, 21 de enero de 2020

Roca Rey: “Al toro hay que corresponderle bien sea con sacrificio, bien sea con cornadas, con sangre e incluso con la vida”

“En algo en lo que te lo juegas todo, incluso la vida, el dinero no es algo importante. El toreo es mucho más que números o cuestiones materiales, para mí el toreo son sentimientos”

Roca Rey: “Al toro hay que corresponderle bien sea con sacrificio, bien sea con cornadas, con sangre e incluso con la vida”
(Foto: Emilio Méndez)

José Luis Benlloch

Los empresarios respiran tranquilos. Ya hay quien llene las plazas. Vuelve Roca Rey a Europa y vuelve en Valencia. Se podría decir que vuelve por donde comenzó. Aquí una mañana de Fallas de 2014, siendo apenas un adolescente, deslumbró al mundo y aquí, desde que tomó la alternativa, cuando alborea la temporada viene, triunfa y se va por la puerta grande. Parece ya una tradición, es un clásico, el desenlace que se antoja obligado.

Un joven de este tiempo. R.R. en muchas crónicas, el Cóndor en otras. Peruano, recriado en Sevilla, el acento le delata las dos patrias. Del puente a la alameda… Del Arenal a Triana, es la banda sonora de una carrera meteórica. El último impacto en el mundo del toro y la penúltima esperanza para que el arte de Cúchares cale en la población juvenil. Lo está consiguiendo. Tanto que su anuncio se ha convertido en un banderín de enganche donde los jóvenes aficionados se alistan en la pasión por el toreo. Alto, con personalidad, andares pausados, los propios de un tipo seguro, en términos toreros un valiente a carta cabal que no renuncia a las normas. En el imaginario popular, el héroe que nunca se rinde. Una hernia discal que le dejaba sin fuerza y una lesión de rodilla le sumieron en un túnel del que salió este invierno con tratamientos conservadores que le agotaban la paciencia pero evitaron una intervención quirúrgica.

-¡Estoy bien, estoy bien!…
Roca ya está aquí. Reapareció en Lima, su tierra, ha hecho temporada en América y ha aprovechado para pasar las navidades en familia. En su caso, un lujazo. Estos días está anunciado en México a la espera del gran día de Fallas, 14 de marzo, y ya todo será un sinparar por España y Francia.

-¿Por qué elegiste Valencia para la vuelta?

-Desde siempre sentí una conexión especial con Valencia. Ese es motivo más que suficiente, así que no lo dudé, ¡que sea en Valencia! me dije. También porque es el momento, porque es una feria importante, una feria grande y bonita para volver en España. Estoy impaciente por que llegue ese día.
“Es el momento, Fallas es una feria importante, una feria grande y bonita. Estoy impaciente por que llegue ese día”
-Valencia y Roca es un binomio de éxito.

-Desde que fui de novillero sin picadores me sentí querido. En ese ruedo he sentido grandes emociones.

-Eso es química.

-Se puede decir así.

-¿Cómo has llevado este tiempo sin torear?

-Ha sido duro. Saber que había temporada y que no podía torear era como una prisión. Una sensación de impotencia. No ves una herida, es una lesión, eso es diferente a una cornada, pero no tenía fuerza, era un dolor. Tuve que aceptarlo y tratarlo pero ya estoy aquí.



-¿Viste que hay vida más allá de los toros?

-Siempre supe que la hay, que existen la familia, las amistades, otras profesiones… pero con esta lesión he descubierto que lo que me apasiona, lo que me gusta y lo que me da vida, es el toreo. Cuando dejas de practicar lo que te gusta es cuando lo descubres en su dimensión real y en mi caso he sentido más que me apasiona.

-¿Cómo llevas la presión que supone tu protagonismo, tu condición de primera figura?

-Es muy bonito ver las plazas llenas pero más que una presión es una motivación, me hace sentir a gusto y me empuja a llevar mi profesión a lo más grande. Entregarse a esta profesión con verdad es el deber y la ilusión de todos los toreros.

-¿No has sentido mayor exigencia?

-Sientes que la exigencia crece día a día y te sientes responsabilizado y comprometido con tu profesión, contigo mismo, con la vida en general. Como te digo esas circunstancias me motivan más que me presionan. Es lo que he soñado toda la vida y ya que lo estoy pudiendo vivir es bonito disfrutarlo.
“Ha sido duro. Saber que había temporada y que no podía torear era como una prisión. Una sensación de impotencia. No ves una herida, es una lesión, eso es diferente a una cornada, pero no tenía fuerza, era un dolor”
-¿No te agobia tanta exigencia?

-No. Yo soy feliz con mi profesión y quiero hacer feliz a la gente con mi toreo.

-¿Lees las crónicas?

-Algunas sí. Y no solo las mías, también las de los compañeros y no solo las de los toros. Me gusta estar enterado de las cosas aunque cuando estás en temporada y muy metido en tu profesión cuesta estar al día de todo.

-¿Te advierten lee esta crónica que te han puesto muy bien o lee aquella que te han puesto muy mal…?

-De todo hay y a todo le debes sacar lo positivo. A lo bueno, a lo malo, a lo verdadero y a lo equivocado. Hay que estar concentrado en lo tuyo, mantener tu línea, pero es bueno saber la opinión de los demás.

TOREAR CON SENTIDO

-¿Cómo planteas la temporada próxima?

-Lo que te gusta es torear, estar en todas las ferias pero no soy persona de las que le gusta abusar, me gusta que todo tenga un sentido. En este caso no me gusta torear por torear, eso da una impresión fea que no va conmigo. Yo prefiero que cada corrida tenga un sentido.

-¿Has dicho que estás dispuesto a matar todo tipo de ganaderías?

-Lo que dije es que estoy dispuesto a torear todos los encastes a su debido momento. Soy torero, me preparo y me pongo metas y esa es una de ellas.
“Más que enemigo o amigo el toro es un ser importante e imprescindible. Yo le tengo mucho cariño y mucho respeto y también admiración por cómo entrega su vida”
-¿Te arrepentiste de haber sorteado el cartel de tu actuación en Madrid, lo que se llamó el bombo, volverías a hacerlo?

-Fue una experiencia bonita. A mí me gustan las metas, mi carrera ha estado jalonada de apuestas fuertes. Lo del bombo era una apuesta más en ese sentido y una forma de demostrar que no me escondo. También fue bonito en cuanto a que era algo novedoso.

-¿Y…?

-Un torero tiene que hacer las cosas por el bien de la Fiesta, apostar a la novedad por ejemplo, no abusar de torear mucho o de torear por torear. Hay que tomar buenas decisiones y esa fue una decisión que le vino bien a todo el mundo, incluido a mí y a la afición, porque también hay que pensar en la afición. Yo digo que el bombo estuvo bien ese año pero este ya no sería novedad.



-¿Las decisiones importantes las tomas tú o las consultas?

-En las cuestiones importantes hay que profundizar y para ello tienes que escuchar a otros, es bueno que te aporten ideas o soluciones que a lo mejor tú no ves y al mismo tiempo compartir las tuyas con tu gente de confianza. Luego la última palabra la tienes tú que eres quien se va a jugar la vida y por tanto quien debe tomar la decisión.

-¿Quién te influye más?

-Mi padre, mi hermano, mis apoderados, mi gente… depende de cada decisión.

-¿Qué lugar ocupa el dinero en la programación de las temporadas?

-En algo en lo que te lo juegas todo, incluso la vida, el dinero no es algo tan importante.



-Eso suena bien, pero sin dinero…

-Si me importase mucho lo que haría sería torear muchísimo, aprovechar el momento, torear en todos lados y en todas las circunstancia porque soy torero y no me costaría mucho trabajo, pero la profesión del toreo es mucho más que el dinero o los números o las cuestiones materiales, para mí el toreo son sentimientos.

-¿Has tenido que hacer muchas renuncias en este tiempo?

-Las personas que tienen metas tienen que concentrarse en ellas y en ese trayecto tienes que dejar de hacer muchas cosas pero eso no significa que te sacrifiques, simplemente estás concentrándote para alcanzar la meta que te has propuesto que para mí siempre fue la de ser torero. Dejas de hacer cosas que quizá pueda hacer un estudiante o cualquier persona que trabaje en una oficina, de la misma forma que ellos no pueden hacer cosas que la profesión de torero me permite hacer a mí. Si te gusta la profesión, la renuncia o el esfuerzo no es tan grande.

-¿Hasta dónde?

-Sin límites. Yo estoy dispuesto a entregarlo todo.

-¿Hasta la vida?

-Se ha visto.



-¿Eres orgulloso?... Dicen que la soberbia es necesaria para ser figura del toreo…

-Para ser figura y transmitir emociones desde el ruedo más que soberbia lo que hay que tener es un toro delante, no importa cómo seas tú. El toro no sabe de eso y las emociones tampoco. Luego, fuera del ruedo, todas las personas tenemos un poco de todo. Quizá de vez en cuando pueda cometer algún error pero no me considero soberbio, ni orgulloso, ni me identifico con esas actitudes.

-Pues digamos competitivo, para estar arriba en un mundo tan competitivo…

-Yo compito conmigo mismo. Frente al toro eres el único que está allí. No compites contra nadie. Solo estás frente al toro y frente a ti.
“Al toro hay que corresponderle bien sea con sacrificio, bien sea con cornadas, con sangre e incluso con la vida”
-Pero hay compañeros.

-La competencia real es conmigo mismo.

-¿Cómo llevas el éxito de otros toreros, cómo te afecta que un compañero una tarde esté mejor que tú?

-Hay muchas formas de estar mejor. Cada uno llega a la plaza con la máxima ilusión y luego cada uno hace lo que puede con el lote de toros que tenga. Hay veces que el triunfo es solo personal o íntimo porque no tienes la materia prima que es el toro y el compañero sí la tiene.

Son los días en los que el compañero por ese mismo motivo tiene un triunfo más evidente que el tuyo, el que ve todo el mundo. Digamos que hay varias clases de triunfo. Se puede triunfar sin cortar orejas y se puede triunfar cortando cuatro orejas. Obviamente te gusta más ese resultado.



-Siempre pensé que si ese es el resultado del compañero tiene que fastidiar.

-Si tú te sientes bien como torero no tiene por qué molestarte que otro torero tenga suerte con los toros y salga a hombros. Más bien te enfadas cuando sientes que no has estado a la altura o que te ha faltado algo o has podido dar más. Que triunfen los otros, que triunfemos todos le viene bien a la Fiesta, si no lo viese así sería un egoísta y no lo soy.

-Un caso práctico sería el triunfo de Aguado en Sevilla, ¿cómo lo encajaste?

-Hay días que no salen los toros o pasa algo que te impide el triunfo pero ese día no significa que se acabe todo o empiece todo. Esta es una profesión en la que hay que estar todos los días dispuesto a entregarte y no solamente un día.

-Y tú lo estás.

-¡Hombre!

-¿El toro es tu enemigo?

-Depende de cómo lo interpretes. Yo desde el primer día entendí que el toro bravo es un animal que me está permitiendo expresarme y cumplir un sueño, alcanzar metas y hacer muchas cosas que sin su existencia sería imposible que hiciese. Más que enemigo o amigo es un ser importante e imprescindible. Yo le tengo mucho cariño y mucho respeto y también admiración por cómo entrega su vida. Te digo más.



-Dime.

-Así como el toro te da tantas cosas bonitas, tantas alegrías, tú tienes que entregarle algo, bien sea con sacrificio, bien sea con cornadas, con sangre e incluso con la vida. Nos da tanto a los toreros que le debemos corresponder.

-Que no sea necesario.

Vestidos para sentirse a gusto

Está en tiempo de estreno. Ir al sastre, dice, es una forma, otra más, de llenarse de ilusión. En cuanto pise suelo español irá al sastre porque le cosen en España. Hasta ahora los colores claros habían sido la norma pero va incorporando tonos más oscuros. Le preocupa más que le gusten a él que a los demás y sobre todo necesita sentirse a gusto. Su último terno en Valencia fue un nazareno y azabache que le distinguía mucho en la plaza.

No se reconoce supersticioso y aquel lío mediático que se montó a cuenta de los panti negros que dejó a la vista el hachazo de un toro que le destrozó la taleguilla no tiene más secreto que la costumbre familiar, su hermano mayor, que también es torero, los usaba de ese color y él siguió la costumbre. El alboroto fue la consecuencia de su condición de figura, es evidente que cada día que pasa más interés despiertan las cosas de Roca Rey. Los panti, los brindis a la hija de la Infanta, la elección de apoderados, los motivos de sus lesiones… Es la mochila que acompaña de los personajes. No es cómodo pero seguramente sería mucho peor viajar sin ese equipaje. Roca parece asumirlo con relativa paciencia.

-Se pasaron un poco diciendo que mis panti eran protectores… No estuvo bien. Lo sabré yo.

Desde luego que lo sabe. Veintidós años, una docena de cornadas, una lesión dorsal, una rodilla lastimada…
 
Fotos: ARJONA

ENTREVISTA PUBLICADA EN EL DIARIO LAS PROVINCIAS EL 19/01/2020

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