Fabio Castañeda: ejemplo de perseverancia y profesionalismo

Gran triunfador en la FISS

Contemplativo en su plaza tras el triunfo logrado.

Jesús Ramírez "El Tato"

Un joven torero que salió relanzado en el reciente ferial de San Sebastian, fue el tachirense Fabio Castañeda, quien tras varios años ausente en la plaza de sus triunfos, tuvo una convincente reaparición, cuando tal vez, las miradas o expectativas de los aficionados se dirigían hacia otros espadas.

Y es que disposición, entrega y profesionalismo no le faltaron al promisor diestro que con una seria corrida de pocas opciones, no se amilanó y estuvo a la altura sin aspavientos y mucha cabeza fría, dejando en la arena de Pueblo Nuevo la mejor de las impresiones tras años de fuerte lucha abriendose paso por ruedos peruanos. 

 

La gran estocada de plena entrega que le valió el trofeo de la feria.

 

La justa oreja cortada al toro "Monarca" de "Laguna Blanca" tras brindar extraordinario tercio de banderillas y exprimir los muletazos a un toro rajado hasta hacer sonar la música, fue de un gran mérito que demostró la injusticias que se comenten con nuestros toreros.  Una estocada a ley le valió para una oreja y el trofeo a la mejor estocada de la feria, con el gran mérito que habían en el periplo andino buenos estoqueadores a los que arrebató el preciado trofeo

Fabio Casteñeda regresa en los próximos dias a Perú donde su toreo ha encajado de tal manera que todos los años suma hasta 20 corridas por la intrincada geografía peruana.  El espada tachirense no desmaya en su lucha y desde su triunfal alternativa el 23 de enero de 2014 en su lar nativo, con la plaza totalmente llena y donde indultó al recordado "Flor azul" de la ganadería española de Torrestrella, no ha disminuido en su empeño de forjarse un nombre con esfuerzo propio y triunfos continuos. 

Con el trofeo en sus manos de manos del doctor Alvaro Moros, presidente de la Comisión Taurina, Rodolfo Vivas primer vocal y Gerardo Castañeda padre del torero y escultor de lujo

 Castañeda con su actuación se ganó la consideración de los aficionados por su amor propio, la creencia en sí mismo y una enorme capacidad para no abandonar propositos e ideas, y luego naturalmente, resolver en la arena con serenidad para dejar su nombre en listón alto, sedimentando buen concepto torero con proverbial naturalidad y personalidad para ser tomado en cuenta en todas nuestras plazas.