El alcalde de la localidad italiana de Vertova, Orlando Gualdi, forografiado el 24 de marzo de 2020. AFP / Miguel Medina
AFP
Calles vacías, algunas banderas que cuelgan de las ventanas y un alcalde que trata de consolar a sus conciudadanos: esto es Vertova, un poblado donde en pocas semanas murió el 1% de su población debido a la pandemia de coronavirus.
"Esto es peor que una guerra", lamenta frente a las puertas cerradas del cementerio municipal el alcalde, Orlando Gualdi, quien cuenta los muertos de su pueblo cercano a Bérgamo.
Desde el 1 de marzo, hubo unos 40 fallecidos en esa localidad de sólo 4.600 habitantes, seis veces mas que en un año normal.
En las vallas publicitarias del municipio, los anuncios y obituarios se cuentan por decenas.
Como es tradición muchos de los obituarios llevan la foto del fallecido, casi todos ancianos. Es el caso de Carlo Crotti, de Aurelio Zaninoni, de Bruno Maffeis...
El cementerio está cerrado para evitar reuniones que puedan fomentar la propagación del virus y los familiares no pueden despedir ni llorar a sus muertos.
Solo los dueños de funerarias pueden ingresar para depositar los ataúdes en espera de la cremación.
El martes, otros cuatro féretros fueron colocados sobre sillas dentro de una capilla vacía.
AFP / Miguel Medina
Las calles de alrededor de la catedral de Santa María Assunta de Vertova, en Italia, completamente vacías el 24 de marzo de 2020
"Entre el 1 y el 24 de marzo hemos contabilizado 36 muertes. En un año entero el número de muertes en Vertova oscila entre 55 y 62, con eso explico la magnitud de lo que está sucediendo", agrega.
Como en todas partes en Italia, y casi toda Europa, las calles están desiertas, las tiendas han cerrado y el alcalde recorre una ciudad fantasma con el deseo de ofrecer algo de consuelo a los ciudadanos encerrados e informarse sobre el estado de los más frágiles y vulnerables.
AFP / Miguel Medina
Una calle desierta del pueblo italiano de Vertova el 24 de marzo de 2020
"La situación es dura. Cada uno de nosotros tiene familiares, amigos y conocidos preocupados. Esperamos que la situación mejore rápidamente", comenta Claudio Bertocchi, un agente de ventas de 62 años.
"Andra tutto bene", "Todo saldrá bien", reza uno de ellos, una de las consignas nacionales.
El lema de esperanza se ha vuelto viral e intenta ayudar a enfrentar la difícil situación que vive e país, pese al silencio que reina en las calles y los callejones de la aldea.
No hay comentarios:
Publicar un comentario