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domingo, 12 de abril de 2020

El Gobierno de Maduro trata el Coronavirus como un secreto de Estado en medio de una guerra

Personas por redes sociales han denunciado presuntos fallecimientos de personas por Covid-19 en centros de atención médica privados, lo cual ninguna autoridad médica ha desmentido o confirmado. 

La gasolina que ahora es monopolio del Psuv y los militares, así lo afirma el joven dirigente de Voluntad Popular en Mérida, Héctor Azuaje Mendoza 

Héctor Azuaje Mendoza. Coordinador de Organización de Voluntad Popular en el estado Mérida
Mérida. Venezuela

En nuestro país pasamos de tener la mejor red epidemiológica de América Latina, a un esquema centralizado, y opaco que maneja información que debería ser del dominio público a través de especialistas médicos, cual si se tratara de un secreto de Estado en medio de una guerra.

Desde que comenzó la pandemia del Covid-19, los gobiernos que mayor transparencia de gestión han ofrecido son los que mejor están combatiendo dicha enfermedad. Y es que la pandemia, por su rápido contagio y las medidas gubernamentales tomadas, tiene un profundo impacto a nivel económico y social.

A la presente fecha los venezolanos tenemos conocimiento de la supuesta confirmación de alrededor de 170 casos y menos de 10 fallecimientos, ofrecidas por agentes políticos nacionales, sin conocer quienes integran el equipo de especialistas médicos que está haciendo frente a la pandemia en Venezuela, ni la cantidad de pruebas realizadas, ni la inversión material para garantizar el cerco epidemiológico.

Personas por redes sociales han denunciado presuntos fallecimientos de personas por Covid-19 en centros de atención médica privados, lo cual ninguna autoridad médica ha desmentido o confirmado.
 
En contraste hemos podido ver especies de partes policiales que corren por las redes sociales en los que las que se somete al escarnio público a personas presuntamente contagiadas con Covid-19, y de igual forma a representantes políticos del psuv que difunden informaciones falsas sobre contagios, provocando pánico social y sin recibir las correspondientes amonestaciones. Paradójico resulta entonces que se pretenda perseguir a periodistas, diputados y personal médico que le ha salido al paso a la mentira oficial presentando hechos reales y corroborables sobre la pandemia.

Por otro lado, la situación de servicios públicos tiende a volverse más catastrófica. La gasolina que ahora es monopolio del psuv, los militares y el mercado negro de combustible, el cual curiosamente se mantiene completamente abastecido, el servicio de gas residencial deficiente, el agua potable que viene presentando fallas constantes en sitios como la zona sur de la ciudad de Mérida, y sin duda alguna los apagones que hacen que la gente se acueste en la noches y se levante por las mañanas sin servicio de electricidad en casi toda Mérida.

Sin duda alguna todo esto conjuga una situación que hace inviable el mantenimiento de una cuarentena, en razón de que los hogares de Mérida son sometidos a una permanente caotización de las condiciones mínimas de subsistencia. A todo lo cual debe agregarse la escalada hiperinflacionaria producto de una cuarentena mal administrada, que está obligando a los merideños a salir de sus casas a buscar el sustento diario, pese a la condiciones de riesgo.

En este sentido nuestro llamado es  para que las familias hagan el mayor esfuerzo por garantizar la vida en medio de la pandemia, a las autoridades regionales en materia de salud a no perder el sentido de profesionalismo e institucionalidad para servir a los merideños y no solo hacer quites para evitar la irá persecutoria del politburó regional del psuv, y a quienes están obsesionados con el poder, a cesar en su hostilidad para permitir el ingreso de la ayuda humanitaria y la conformación de un gobierno de emergencia nacional que establezca unas líneas de gestión estratégica para superar la pandemia del Covid-19, pero sin que esto implique más destrucción del aparato productivo que todavía existe, así como del tejido social venezolano.

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