domingo, 12 de abril de 2020

Se pudieron salvar muchas vidas de estadounidenses

Lo dijo Anthony Fauci. La ciencia objeta la gestión de Trump

La marcha incesante de cadáveres a un camión morgue en un hospital de Nueva York
La marcha incesante de cadáveres a un camión morgue en un hospital de Nueva York (foto: ANSA)

(ANSA) - NUEVA YORK, 12 ABR -



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 "Muchas vidas pudieron haber sido salvadas si las restricciones para contener el coronavirus hubieran sido adoptadas antes", afirmó hoy Anthony Fauci, el máximo experto de enfermedades infecciosas en Estados Unidos.

    Sus palabras llegaron mientras surgen polémicas sobre el retraso en la respuesta en la emergencia del coronavirus por parte del presidente, Donald Trump, que, según los rumores, habría hecho oídos sordos cuando los funcionarios y otros integrantes de su administración activaron las alarmas. Fauci advirtió además que existe un "riesgo extraordinario" de una mayor propagación del devastador mal si Estados Unidos vuelve a abrir sus negocios y una sensación de normalidad demasiado rápido el 1 de mayo, como lo está considerando Trump.

    El número de muertes por el virus en Estados Unidos superó los 20 mil, el total más alto de cualquier país, con más de 534 mil casos confirmados.

    Nueva Yok es el estado más golpeado. Hasta hoy, allí el virus ha matado a 9.385 personas. El creciente número de víctimas en el estado eclipsa las casi 3.000 muertes en el World Trade Center el 11 de septiembre, "que se suponía que era la tragedia de mi vida", dijo el gobernador Andrew Cuomo.
    Por primera vez en su historia, los 50 estados de Estados Unidos fueron declarados en desastre mayor. Con 261 casos de coronavirus, Wyoming fue el último estado que el presidente Trump integró a esa categoría en la noche del sábado.

    Este domingo, Trump envió un mensaje de Pascuas en el que señaló que la celebración será "muy distinta" a la de otros años por la pandemia, pero aseguró que la crisis está siendo superada y que "pronto" las familias podrán volver a las iglesias.

    "En muchos casos estaremos separados solo físicamente de nuestras iglesias. No estaremos sentados allí juntos como nos gustaría", dijo en un video publicado en su cuenta de Twitter.

    "Ahora estamos manteniendo la separación, nos estamos deshaciendo de la plaga", acotó en tono bíblico. "Es una plaga en nuestro país como nadie nunca ha visto, pero estamos ganando la batalla, ganando la guerra. Estaremos de regreso juntos en la iglesia", insistió.

    Hace dos semanas, el mandatario republicano había señalado su intención en que el país retome la actividad plena tras la Semana Santa, pero la ascendente curva de la pandemia hizo que adopte una política de mayor precaución. Estados Unidos ya es el país con más contagios y muertes a nivel mundial.

    "Celebren, reúnan a la familia como nunca. Tenemos mucho por agradecer", expresó en su mensaje sombrío.

    Pese a las recomendaciones de los expertos de mantener el distanciamiento social, en algunas partes de Estados Unidos se produjeron llamados para que los fieles celebren la Semana Santa con normalidad, como en Iowa y Dakota del Sur, cuyos dirigentes invitaron a realizar oraciones colectivas contra la enfermedad.

    La Casa Blanca canceló su celebración anual de pascuas que suele congregar a cientos de niños en los jardines de la sede de gobierno. Trump no viajó a Florida, como suele hacer en los fines de semana de descanso.

    Hace algunos días el presidente llamó a los estadounidenses a prepararse para la "semana más dura" de la pandemia, pero para el propio Trump, la semana que se abre puede ser aún más difícil.

    Esto se debe a que, aun cuando el número de muertos sigue aumentando, también hay signos de que las restricciones de distanciamiento social han comenzado a moderarse. Es que se está tornando difícil mantener las restricciones cuando el resultado de la guerra contra la peste sigue siendo incierto.

    Esa paradoja ha producido intensas presiones cruzadas dentro de la Casa Blanca. Los intereses comerciales, los asesores económicos y los conservadores republicanos buscan el fin del cierre que detuvo la vida normal y dejó sin trabajo a 16 millones de estadounidenses.

    Los científicos y las autoridades de salud pública advierten que cambiar el rumbo y flexibilizar prematuramente corre el riesgo de generar un segundo tsunami de infección, con una pérdida de vidas cada vez mayor y daños económicos más profundos.

    "Ahora no es momento de retroceder", dijo a CNN Fauci. "Ahora es el momento de poner el pie en el acelerador, porque vamos en la dirección correcta", enfatizó en nítido aval a más cierre y restricciones. (ANSA).

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