lunes, 31 de agosto de 2020

TOROS Y POLÍTICOS


Notas Taurinas

Por: Álvaro Sandia Briceño
Para los taurinos que vivíamos en la lejana Mérida no era fácil ver corridas de toros pasadas las Ferias de San Sebastián en enero y las del Sol que coincidían con los días de carnaval. Luego teníamos que esperar a las Ferias de San José en Maracay del 19 de marzo y después a que se reiniciara el ciclo taurino con las Ferias de la Naranja en Valencia durante el mes de noviembre. Eran los tiempos en que gobernadores y alcaldes se daban la mano para que los eventos feriales resultaran exitosos. Nos quedaba el Nuevo Circo de Caracas con sus ocasionales corridas que no tenían fechas fijas.  Para los merideños no era fácil porque teníamos que viajar por avión, hospedarnos en un hotel y asumir los gastos de comidas, bebidas y tal cual parranda. Los periodistas taurinos afortunadamente nos mantenían informados sobre lo que acontecía en la ciudad capital y más allá de nuestras fronteras. En España había un torero que creaba expectacion y se presentaba como S.M. El Viti porque era de Vitigudino.

Unos decían que S.M. eran las primeras letras de su nombre  Santiago Martin otros decían que querían decir Su Majestad. Lo cierto era que se presentaba en Caracas y sus alternantes serían Curro Girón y el joven diestro español Emilio Oliva. 

Llamada telefónica a mis primos Ladimiro Espinoza León y Rafael Briceño Colmenares para garantizar las entradas. El vuelo de Avensa nos llevaría en la mañana del domingo a Maiquetía. Registro en el Hotel El Conde, almuerzo rápido y a los toros. Nos fuimos para el Nuevo Circo una hora antes de que empezara la corrida porque se decía que en Venezuela había tres actos que empezaban a tiempo: las misas, las paradas militares y las corridas de toros. 

Nuestra ubicación en la Plaza nos permitía tener un punto de observación estupendo, porque los que asistirían a los Palcos tendrían que pasar delante de nosotros. Esa tarde vimos como el Nuevo Circo de Caracas se convertía en santuario de intelectuales, políticos, empresarios y sindicalistas. En sus respectivos palcos, acompañados de familiares y amigos estaban Arturo Uslar Pietri y el poeta Luis Pastori, Rafael Caldera, Jóvito Villalba, Miguel Ángel Burelli Rivas, Eugenio Mendoza, Juan Ernesto Branger, Alejandro Hernández yJosé González Navarro. No podía faltar Monseñor Heredia, Director del Diario La Religión y también Miguel Otero Silva de El Nacional y tampoco Abelardo Raidi acompañado de alguna candidata a reina de belleza. Era el caleidoscopio del país. La corrida, con toros mexicanos, un triunfo para El Viti y para nuestro Curro Girón y el bisoño Emilio Oliva pasó con más pena que gloria. Al día siguiente el regreso a Mérida con el grato sabor de la corrida y la envidia de quienes escuchaban en la barra del Hotel Prado Río y con un whyski en la mano, los cuentos de lo que vimos esa tarde, un país que se alejaba de los problemas cotidianos para rendir tributo a la más hermosa de las fiestas, la fiesta del toro.

@Noti_ferias 

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