Hoy día es JE Colombo el torero más importante en la historia de la tauromaquia tachirense y uno de los más connotados de los Andes venezolanos al lado del gran César Faraco "Cóndor de los Andes" y del tovareño Nerio Ramírez.
por: Eduardo Ravell - Diario Pico Bolívar - Mérida
Jesús Enrique Colombo vino al mundo un 29 de septiembre, exactamente en 1997; podría decirse que casi en vísperas de despedida del siglo XX y a expensas de darle la bienvenida al nuevo milenio, siglo XXI. Nació en pleno corazón de la capital tachirense: San Cristóbal; sus padres: Mary Silva Pticher, dama oriunda de Barquisimeto-Lara, y del taribero Jesús Ruiz Colombo quien fue torero de luces y nacido a escasas dos cuadras de la legendaria plazuela de Táriba: La perla del Torbes; el nombre alude al emblemático río que divide a los Municipios de San Cristóbal y Cárdenas respectivamente.
Fue en la vecina Táriba donde se iniciaron los legendarios festejos taurinos en honor a la excelsa Virgen de La Consolación, Patrona del Táchira. La historia nos trae a colación que entre Táriba y la vecina Tovar de Mérida, hay no menos de 177 años de tauromaquia; y es por ello que al ferial de Táriba se le conoció como "El portón taurino de América" con su historia nacida en aquella pequeña meseta que se llamó Las Margaritas; este lugar es la sede del mercado mayorista donde se raliza gran movimiento comercial de la producción del campo tachirense.
Por los ruedos taribenses, desfilaron insignes toreros ibéricos y americanos, entre los que cuentan la dinastía de los hermanos Girón. Tras la plaza de toros en Las Margaritas se fueron muchos festejos en plazas portátiles en la capital del Municipio Cárdenas. Con el tiempo la feria dio paso al Coliseo que lleva el nombre del patriarca de las ferias taurinas en Venezuela: Lic. Hugo Domingo Molina Colmenares, ganadero de lidia y uno de los creadores del periplo en honor al santo Patrono San Sebastián de San Cristóbal.
A todas estas, es ahora mismo el joven diestro JE COLOMBO el más importante torero nacido en el Táchira y que a sus 23 años ha dado un emblema nada fácil de suplantar: La colombomanía. Ahora mismo residenciado en España, donde se le conoce por su personalidad y disciplina dentro y fuera del ruedo.
Bajo la tutela de su nuevo apoderado, periodista taurino Nacho de la Serna, y que a pesar de la férrea lucha en tiempos de pandemia mundial, se continúa remando contra todos los pronósticos. Que se entienda que por estos tiempos donde el virus nos ha cambiado la vida en todas las instancias cotidianas: culturales, deportivas, científicas y pare usted de contar, nada es fácil.
Cualquier becerrista, aspirante a novillero, novillero curtido o torero de plata, le ha sido fácil hacer un paseíllo; y obviamente, quien lo haya hecho es de SUFICIENTES MERITOS torear en plazas de segunda, tercera o cuarta categoría, pues la única plaza de primera en testearse en medio del virus Covid 19 es la tierra de los consagrados califas: Córdoba. Lo demás queda plasmado para la historia. Y para muestra un botón: las dos orejas cortadas a mucha honra y a ley en Toledo, Torre de Esteban donde JE Colombo dio un mazazo sobre la mesa y decir presente, la colombomanía se hace sentir a sus 23 años.
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