Germán D’ Jesús Cerrada
Piloto, aviador, veterano soldado, explorador, camarógrafo de cine, coleccionista, fotógrafo, periodista y con un título nobiliario, Barón de Pescara. Francisco de Sales Ortega Pellón, conocido en el mundo periodístico como Paco Ortega, llegó a Venezuela en 1947 desde Bilbao, Provincia de Vizcaya, España, donde había nacido el 30 de abril de 1915.
Desde muy joven se inició en el quehacer literario. Sus primeros trabajos fueron unos versos que publicó en “La Tarde de Bilbao”, más tarde empezó a escribir crónicas, donde se concentró y le dedicó el resto de su vida.
Perteneció a la Legión Extranjera y se hizo Legionario, viviendo la guerra civil española. Se hizo hombre a una edad en que la mayoría están dedicados a los estudios o a la superficialidad y peleó como un hombre. Sin embargo, robó tiempo al fragor de las batallas para escribir crónicas humanas.
Cuando terminó la guerra civil los manes de sus antepasados lo impulsaron a recorrer mundos. Las Américas se presentaba ante sus ojos alucinados como un mundo extraordinario con un millón de posibilidades para un hombre de su temperamento. Se vino a América con un escuálido equipaje y un atiborrado baraje de límpidas esperanzas.
Llega al país, pero a diferencia de los inmigrantes, ni se establece como comerciante, ni funda una compañía de construcción.
Es el año de 1947 y el periodista ha descuidado su quehacer esencial. Aprovecha las columnas de “El Gráfico” para exteriorizar sus desvelos literarios.
En 1949 ingresa a la revista Elite. La monotonía ciudadana recibe el impacto tremendo con la pluma de Paco Ortega. Publica el primer reportaje sobre unas momias que yacen en la iglesia de San Francisco. Otro reportaje causa sensación, se trata de que el periodista localizó el piano extraviado de Teresa Carreño. Estaba bajo el escenario del Teatro Municipal confundido con algunos escombros. Totalmente destrozado, el gobierno lo reconstruyó posteriormente.
En 1952 Paco Ortega advierte otro campo de acción para su polifacética personalidad y se dedica a la cinematografía. Magnífico fotógrafo, su lente llega a captar ángulos de la vida desconocidos o inadvertidos. Filma dos documentales para Salvador Carcel, con la locución de José Matías Rojas.
Se adentró en las selvas amazónicas, conviviendo con los aborígenes para poder conocerlos bien y hacer grabaciones cinematográficas y fotografías. Permanece con una tribu el tiempo suficiente para conocer sus costumbres y su vida misma. Paco tiene una gran inclinación por la colección de objetos antiguos o enseres elaborados por los indígenas. Regresa a la civilización con libretas llenas de apuntes y muchas cajas con utensilios de los indígenas.
Con Leo Ozols recorre la Guayana Venezolana de un confín a otro y juntos filman “Donde Nace el Santo Ángel”. Asimismo, un largometraje a color para Bolívar Films, “Venezuela Virgen”, y luego otro documental, esta vez para “Hamilton Wright”, subsidiaria en Venezuela de la “20th Century Fox”.
Como actor cinematográfico actuó en 37 cortos a color que dan fe que lo hizo bien.
A Paula Bellini la filmó por primera vez como modelo, fue para “Lyon Caracas Films” con Ramón Legorburu como partehaire.
Tierra adentro en la selva grabó importantes películas cinematográficas y se lanza a la aventura de la Guayana, Auyantepuy, Roraima, El Santo Ángel, Las Sierras de Paracaima, El Zamuro, Uriman e Icabaru.
La primera bandera nacional que flameó en el Salto Ángel la pusieron Paco Ortega y Leo Ozols. La segunda ascensión al Auyantepuy, con un recorrido total de la zona, la hizo este vasco intrépido.
Como tenía 2 años internado en la selva guayanesa, sin señales de vida, se dio a la comisión por perdida. Venezuela Gráfica en el año 54; El Heraldo en 1955; El Nacional en los años 55, 56 y 57; Últimas Noticias en el 56 y 57; El Universal en el 56 y 57; La Esfera en 56 y 57; Mi Film en 1957, hablaron en continuadas crónicas de que los expedicionarios a la Sierra Parima, Paracaima, Guayana Inglesa y Roraima, habían sido devorados por las bestias o muertos a flechazos por los indígenas, etc.
Paco Ortega fue premiado por el Círculo de Cronistas de Nueva York en el año 1964. Esta institución gremialista acordó calificar el trabajo suyo sobre tópicos científicos y sociales publicado en “Venezuela Gráfica” como el reportaje del mes y ordenó su traducción a 7 idiomas, difundirlo por 18 países, y leerlo y comentarlo por las cadenas de radio de Nueva York.
En su segunda etapa en la revista “Elite”, Paco Ortega se dedicó a los reportajes espectaculares, tratando diversos aspectos del acontecer nacional.
En 1962 convivió con los cuatreros del Alto Apure para publicar un reportaje de relieves épicos. Esta vez el fotógrafo fue el muy conocido “Villa”.
Paco Ortega fue de los periodistas que reseñaron el movimiento militar de Carúpano en 1962 y de su actuación destacada en la asonada de Puerto Cabello, donde Paco acompañó a tres soldados cuando fueron capturados. Dos rebeldes, al dárseles la voz de alto, dispararon a quema-ropa. Ortega trasladó valerosamente al herido y a los detenidos hasta el hospital de emergencia, así lo destacó un cable de la UPI.
Fue el único periodista durante el proceso de enjuiciamiento de los rebeldes en lograr una entrevista con los cabecillas del movimiento.
En 1964, en Bogotá, logra la primera entrevista con el General Rojas Pinilla “Tomaré el Poder”. Esa entrevista con el expresidente causó sensaciones a los medios políticos colombianos al extremo de que todos los admiradores de Rojas Pinilla recibieron al ex mandatario en el aeropuerto de El Dorado con un ejemplar de Élite en la mano, blandiéndolo.
En el año 1965, al talentoso periodista y viajero infatigable, el Concejo Municipal del Distrito Federal le otorga el Premio Municipal de Periodismo, la comisión del jurado consultó 96 de sus reportajes.
A finales de la década de los 60 se enamoró de Mérida, después de haber realizado reportajes sobre el Páramo y el Teleférico. Decidido a quedarse en la ciudad serrana se instaló en el hotel Cordillera frente a la Plaza Bolívar, contando con el apoyo de quienes fueron sus amigos, entre otros: Neptalí y Luciano Noguera Mora, Carlos Chalbaud Zerpa, Antonio Febres Cordero y Luis Alfonso Pino.
Escribió más de cinco mil crónicas sobre diferentes temas, muchos de ellos insólitos. De cualquier cosa hacía una crónica, de las cuales en su mayoría se transmitieron por Radio Cumbre, “La Crónica de Paco Ortega”. Sus crónicas fueron publicadas en los diarios: El Vigilante, Frontera, Correo de Los Andes y Pueblo. Publicó el libro “Pasando por el Olvido” que se refiere a la vida y obra de Simón Bolívar. Trabajó en Radio Universidad, en la Universidad de Los Andes y Gobernación del Estado Mérida dirigiendo la revista "Correo Merideño" con diferentes gobernadores de la Cuarta República.
Su última obra como coleccionista fue la instauración del “Museo Histórico y Religioso” en la población de Ejido, donde se exhiben objetos de mucho valor coleccionados por Paco Ortega a lo largo de su vida. Murió el 15 de julio de 2005.
Archivos fotográficos de Germán D’ Jesús Cerrada y Carlos Páez Ortiz. Composición fotográfica de Germán D' Jesús Cerrada.
Desde muy joven se inició en el quehacer literario. Sus primeros trabajos fueron unos versos que publicó en “La Tarde de Bilbao”, más tarde empezó a escribir crónicas, donde se concentró y le dedicó el resto de su vida.
Perteneció a la Legión Extranjera y se hizo Legionario, viviendo la guerra civil española. Se hizo hombre a una edad en que la mayoría están dedicados a los estudios o a la superficialidad y peleó como un hombre. Sin embargo, robó tiempo al fragor de las batallas para escribir crónicas humanas.
Cuando terminó la guerra civil los manes de sus antepasados lo impulsaron a recorrer mundos. Las Américas se presentaba ante sus ojos alucinados como un mundo extraordinario con un millón de posibilidades para un hombre de su temperamento. Se vino a América con un escuálido equipaje y un atiborrado baraje de límpidas esperanzas.
Llega al país, pero a diferencia de los inmigrantes, ni se establece como comerciante, ni funda una compañía de construcción.
Es el año de 1947 y el periodista ha descuidado su quehacer esencial. Aprovecha las columnas de “El Gráfico” para exteriorizar sus desvelos literarios.
En 1949 ingresa a la revista Elite. La monotonía ciudadana recibe el impacto tremendo con la pluma de Paco Ortega. Publica el primer reportaje sobre unas momias que yacen en la iglesia de San Francisco. Otro reportaje causa sensación, se trata de que el periodista localizó el piano extraviado de Teresa Carreño. Estaba bajo el escenario del Teatro Municipal confundido con algunos escombros. Totalmente destrozado, el gobierno lo reconstruyó posteriormente.
En 1952 Paco Ortega advierte otro campo de acción para su polifacética personalidad y se dedica a la cinematografía. Magnífico fotógrafo, su lente llega a captar ángulos de la vida desconocidos o inadvertidos. Filma dos documentales para Salvador Carcel, con la locución de José Matías Rojas.
Se adentró en las selvas amazónicas, conviviendo con los aborígenes para poder conocerlos bien y hacer grabaciones cinematográficas y fotografías. Permanece con una tribu el tiempo suficiente para conocer sus costumbres y su vida misma. Paco tiene una gran inclinación por la colección de objetos antiguos o enseres elaborados por los indígenas. Regresa a la civilización con libretas llenas de apuntes y muchas cajas con utensilios de los indígenas.
Con Leo Ozols recorre la Guayana Venezolana de un confín a otro y juntos filman “Donde Nace el Santo Ángel”. Asimismo, un largometraje a color para Bolívar Films, “Venezuela Virgen”, y luego otro documental, esta vez para “Hamilton Wright”, subsidiaria en Venezuela de la “20th Century Fox”.
Como actor cinematográfico actuó en 37 cortos a color que dan fe que lo hizo bien.
A Paula Bellini la filmó por primera vez como modelo, fue para “Lyon Caracas Films” con Ramón Legorburu como partehaire.
Tierra adentro en la selva grabó importantes películas cinematográficas y se lanza a la aventura de la Guayana, Auyantepuy, Roraima, El Santo Ángel, Las Sierras de Paracaima, El Zamuro, Uriman e Icabaru.
La primera bandera nacional que flameó en el Salto Ángel la pusieron Paco Ortega y Leo Ozols. La segunda ascensión al Auyantepuy, con un recorrido total de la zona, la hizo este vasco intrépido.
Como tenía 2 años internado en la selva guayanesa, sin señales de vida, se dio a la comisión por perdida. Venezuela Gráfica en el año 54; El Heraldo en 1955; El Nacional en los años 55, 56 y 57; Últimas Noticias en el 56 y 57; El Universal en el 56 y 57; La Esfera en 56 y 57; Mi Film en 1957, hablaron en continuadas crónicas de que los expedicionarios a la Sierra Parima, Paracaima, Guayana Inglesa y Roraima, habían sido devorados por las bestias o muertos a flechazos por los indígenas, etc.
Paco Ortega fue premiado por el Círculo de Cronistas de Nueva York en el año 1964. Esta institución gremialista acordó calificar el trabajo suyo sobre tópicos científicos y sociales publicado en “Venezuela Gráfica” como el reportaje del mes y ordenó su traducción a 7 idiomas, difundirlo por 18 países, y leerlo y comentarlo por las cadenas de radio de Nueva York.
En su segunda etapa en la revista “Elite”, Paco Ortega se dedicó a los reportajes espectaculares, tratando diversos aspectos del acontecer nacional.
En 1962 convivió con los cuatreros del Alto Apure para publicar un reportaje de relieves épicos. Esta vez el fotógrafo fue el muy conocido “Villa”.
Paco Ortega fue de los periodistas que reseñaron el movimiento militar de Carúpano en 1962 y de su actuación destacada en la asonada de Puerto Cabello, donde Paco acompañó a tres soldados cuando fueron capturados. Dos rebeldes, al dárseles la voz de alto, dispararon a quema-ropa. Ortega trasladó valerosamente al herido y a los detenidos hasta el hospital de emergencia, así lo destacó un cable de la UPI.
Fue el único periodista durante el proceso de enjuiciamiento de los rebeldes en lograr una entrevista con los cabecillas del movimiento.
En 1964, en Bogotá, logra la primera entrevista con el General Rojas Pinilla “Tomaré el Poder”. Esa entrevista con el expresidente causó sensaciones a los medios políticos colombianos al extremo de que todos los admiradores de Rojas Pinilla recibieron al ex mandatario en el aeropuerto de El Dorado con un ejemplar de Élite en la mano, blandiéndolo.
En el año 1965, al talentoso periodista y viajero infatigable, el Concejo Municipal del Distrito Federal le otorga el Premio Municipal de Periodismo, la comisión del jurado consultó 96 de sus reportajes.
A finales de la década de los 60 se enamoró de Mérida, después de haber realizado reportajes sobre el Páramo y el Teleférico. Decidido a quedarse en la ciudad serrana se instaló en el hotel Cordillera frente a la Plaza Bolívar, contando con el apoyo de quienes fueron sus amigos, entre otros: Neptalí y Luciano Noguera Mora, Carlos Chalbaud Zerpa, Antonio Febres Cordero y Luis Alfonso Pino.
Escribió más de cinco mil crónicas sobre diferentes temas, muchos de ellos insólitos. De cualquier cosa hacía una crónica, de las cuales en su mayoría se transmitieron por Radio Cumbre, “La Crónica de Paco Ortega”. Sus crónicas fueron publicadas en los diarios: El Vigilante, Frontera, Correo de Los Andes y Pueblo. Publicó el libro “Pasando por el Olvido” que se refiere a la vida y obra de Simón Bolívar. Trabajó en Radio Universidad, en la Universidad de Los Andes y Gobernación del Estado Mérida dirigiendo la revista "Correo Merideño" con diferentes gobernadores de la Cuarta República.
Su última obra como coleccionista fue la instauración del “Museo Histórico y Religioso” en la población de Ejido, donde se exhiben objetos de mucho valor coleccionados por Paco Ortega a lo largo de su vida. Murió el 15 de julio de 2005.
Archivos fotográficos de Germán D’ Jesús Cerrada y Carlos Páez Ortiz. Composición fotográfica de Germán D' Jesús Cerrada.
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