Dejan vacantes cargos directivos
Jesus Ramirez "El Tato"
Revueltas las aguas gremiales de los toreros venezolanos por la renuncia hecha pública de matadores de toros y novilleros,- todos desertores de la AVMTN- algunos miembros de la directiva de la joven Asociación Nacional de toreros que dirige el novillero tachirense Leonardo Varela y que funciona emparentada con la Asociación de picadores y banderilleros.
En la carta publica, 25 matadores y 11 novilleros, la mayoría haciendo vida fuera de nuestras fronteras, se desligan voluntariamente de los cargos directivos y como miembros de dicha entidad. Señalan un proyecto nuevo de unificación nacional, donde la visión sea el respeto, resguardo, protección e igualdad hacia los integrantes, objetivos que señala la carta, se han perdido.
La pública misiva pide finalmente una aceptación positiva del proyecto de unificación taurina, que -leemos- viene de la mano de grandes hombres con grandes posibilidades de dirigir con humildad y respeto, aunque sin explicar en que consiste tal proyecto de unión ni quienes serían esos grandes hombres.
Aunque estoy consciente que los problemas gremiales deben ser ventilados entre los involucrados y a puerta cerrada, opino que en estos momentos de incertidumbre, hay que hacer un gran esfuerzo para buscar entendimiento entre viejos males, sin que se acuse de débiles e ingenuos a los protagonistas.
Hay que dejar de lado mucha furia contenida y saber distinguir en medio de la diatriba los puntos favorables que deben existir para un buen acuerdo.
Vale recordar que desde su nacimiento, la AVMTN ha tenido tropiezos e irregulares gestiónes que han servido para dividir, porque una cosa piensan los toreros cuando están funcionando y otra cuando les llega el paro, con ausencia total de pertenencia y desapego gremial.
Este actual gremio ha llegado hasta donde lo han llevado los mismos que se apartaron del original y vetusto gremio AVMTN que fue el primero que agrupó con acuerdos internacionales a los toreros venezolanos.
Hace varios años cuando en Maracay se convocó a una asamblea de toreros, para exigir cuentas y convocar elecciones, ese mismo día los que hoy protestan, fortalecieron con su apoyo a quienes hoy rechazan.
Ojalá, Dios permita que ahora impere la sensatez, coherencia y profesionalismo y constituyan una tarea inmediata, urgente e impostergable para cambiar esa franja de desapego al gremio que siempre ha existido y que enclava un extenso territorio de diferencias y criterios dónde la convivencia ha sido imposible.
Si todo va hacia la unión con fuerza y sin tapujos, todos a una voz, pues adelante.
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