miércoles, 1 de diciembre de 2021

DOS HACIENDAS DOS HISTORIAS

Alvaro Sandia Briceño

Con el fallecimiento de Eloy Antonio Dávila Spinetti y de doña Edna de Pardi Dávila, además de lamentar el viaje sin retorno, nos mueve a preocupación el destino que pueda darse a las dos viejas casonas de hacienda que, en vida, fueron el reducto de sus preocupaciones y del entorno familiar de ambos. La Hacienda Las Tapias, situada hoy en la Avenida Andrés Bello y antes en la Carretera Trasandina que construyó el General Juan Vicente Gómez desde Maracay y aquí el General Amador Uzcategui, Las Tapias que miraron y admiraron el paso triunfal de El Libertador en la Campaña Admirable de 1813, fue la vivienda de Eloy Dávila Paredes, padre del doctor Eloy Dávila Celis, Rector que fuera de la Universidad de los Andes y de la Universidad Central de Venezuela, y de la familia Dávila Celis. Allí vivió Eloy Antonio y vivieron sus hijos, hoy labrando el porvenir en países extranjeros. Es una bella mansión de estilo colonial y preservada por sus moradores con esmero y cuidado. Allí pontificaba el doctor Dávila Celis y servía de acogedor nido de toda la extensa familia cuando se reunía en torno a doña María Luisa, la vieja matrona de quien desciende toda la extensa progenie.

 La Hacienda La Concepción fue inicialmente de doña Mariana Briceño Uzcategui quien contrajo matrimonio con el doctor José de Jesús Dávila García quien fuera Rector de la Universidad de los Andes y Presidente del Estado Mérida. Las Haciendas Las Tapias y La Concepción y la Hacienda San José de doña Gregoriana Uzcategui de Briceño, todas relativamente cercanas, eran las mayores productoras de café en la planicie merideña por lo menos hasta las primeras decenas de años del siglo pasado. En la Hacienda La Concepción vivió el General Gustavo Pardi Dávila, descendiente de doña Mariana y esposo de doña Edna. El General Pardi Dávila ocupó posiciones importantes en su carrera militar y alcanzó el grado de General de División. Fue Ministro de la Defensa en el primer gobierno del Dr Rafael Caldera y Presidente de la Corporación de los Andes en el primer gobierno de Carlos Andrés Pérez. El General Pardi Dávila hizo de la casona de la Hacienda La Concepción un verdadero museo. En los espacios de las habitaciones y en los corredores se pueden apreciar desde utensilios y medios de labranza de la colonia y motores de trapiche hasta fotografías de acontecimientos nacionales y regionales. Las dos casas de estas Haciendas deben preservarse y la iniciativa privada, empezando por los propios familiares de Eloy Antonio y de doña Edna, deben ocuparse de mantenerlas y conservarlas. La Universidad de los Andes, en otras circunstancias y con un presupuesto digno y suficiente, podría dedicar estas bellas casona para algún museo o para las Escuelas de Música y de Arte. Estás  casas deben mantenerse habitadas porque el aliento humano conserva techos y paredes y dejarlas solas llevará a su derrumbe. Las casas solitarias mueren de tristeza. No es fácil la tarea de mantener las casonas antiguas y coloniales de estas haciendas que vieron corretear, por siglos, muchachos en sus corredores y afanarse dueños y peones en la producción de café, frutos y hortalizas. El tiempo nos dirá que pasará con estas casonas de tanta historia e hidalguía y de no hacerlo, la Mérida del futuro nos lo reclamará.

5 comentarios:

Germán Monzón Salas dijo...

Comparto y muy valedera la preocupación, por el destino de las casonas referidas, todo indica que deben considerarse y cuidarse como patrimonio de la ciudad.

Unknown dijo...

Me preocupa mucho,en los momentos que vive nuestra patria, que se vayan a perder, estas bellas casonas de nuestra bonita urbanización Las Tapias.

Pedro Izarra dijo...

Excelente reportaje sobre estos dos símbolos de la bella y vieja Mérida, muy bien reseñado,se nota tu preocupación por el acervo histórico y cultural de Mérida, ojalá y llame la sensibilidad de los herederos y la cuiden como debe ser,muy bien que sigas escribiendo sobre la riqueza y patrimonio de Mérida y su gente,un gran abrazo.

Unknown dijo...

Yo ,Gustavo Adolfo y mi hijo Gustavo Jaime ,actualmente viviendo en la Hda La Concepción ,Yo 50 años ,y mi hijo desde los 5 (tiene 40) le hemos metido el
il pecho de lleno a esa labor de conservación ,no es facil ,ni barato,lo último que hicimos fue rehacer el cuarto donde vivía mi madre ,ya fallecida precisamente ahí ,acometiendo las labores por su cuenta ,les agradecemos su preocupación ,y son bienvenidas las sugerencias para estos fines

Anónimo dijo...

Dónde queda la hacienda La Concepción