martes, 6 de diciembre de 2022

ZOILA TERESA DÍAZ

ALVARO SANDIA BRICEÑO

Hablar de Zoila Teresa Díaz es remontarse a la Mérida de hace muchos años. Fue una mujer polifacética. 
La recuerdo con su sencillo pero elegante vestir cuando ingresaba, muy temprano en las mañanas, para iniciar sus tareas en la Dirección de Administración de la Universidad de los Andes, antes en el vetusto edificio que albergaba las oficinas del Rectorado y luego en el Edificio Central luego de su inauguración en diciembre de 1956, siendo Rector el Dr. Joaquín Mármol Luzardo.

Además de sus labores como miembro del personal administrativo de nuestra máxima casa de estudios, Zoila Teresa formaba parte del Orfeón Universitario que en esos años estuvo bajo la dirección del Profesor Luis Arconada Merino.

También formó parte del Teatro de la Universidad de los Andes, dirigido también por el Profesor Arconada. En el Teatro Universitario, hoy denominado Teatro “César Rengifo”, la vi desempeñar papeles como actriz dramática en el escenario y por eso es una de las figuras del Mural que está en el foyer de la sala, junto con otras personas vinculadas a la actividad teatral universitaria de esos tiempos.
Zoila Teresa fundó en Mérida el primer instituto, si se le puede dar ese nombre ahora, en que se daban clases de contabilidad aplicando las normas conocidas sobre esa materia. Fueron muchos los alumnos que allí estudiaron y que luego tuvieron un medio de subsistencia en el restringido mercado laboral de la época.

Le gustaba la política ejercida como actividad de los que rigen o aspiran a regir los asuntos públicos y como arte, doctrina u opinión referente al gobierno local, regional o nacional y como actitud del ciudadano cuando interviene en los asuntos públicos con su opinión, con su voto o de la manera más adecuada para alcanzar el bien común.

Fue fundadora del partido Acción Democrática en Mérida como simple militante y por eso su nombre no figura entre los personeros que dieron inicio a ese partido cuando fue legalizado el 28 de mayo de 1942, firmando la solicitud de legalización Rigoberto Henríquez Vera, Víctor Olegario Carnevali, Luis Felipe Barreto, Benjamín de Jesús, Mauricio Molero, Milton Provenzali Heredia y Jesús Leopoldo Sánchez, según refiere el historiador Jesús Rondón Nucete en su libro “Acontecer de Mérida”.

Su militancia en Acción Democrática se mantuvo incólume llegando a ocupar la Secretaria de Asuntos Femeninos en el Comité Ejecutivo Seccional. Fue postulada en las planchas de este partido para la Asamblea Legislativa del Estado Mérida.
Cuando el viejo caudillo y fundador de Acción Democrática el Dr. Luis Beltrán Prieto Figueroa se deslindó de este partido y creó tienda aparte con el Movimiento Electoral del Pueblo, el MEP, Zoila Teresa siguió al Maestro Prieto. Figuró entre los líderes en el estado junto con José Miguel Monagas, Alberto Newman, Justo Miguel Bonomie, Mario Camejo Oberto y Manuel Eloy Calderón, solo para nombrar a los más importantes dirigentes de este partido.

En las elecciones del año 1968, en las cuales el Dr. Rafael Caldera fue llevado a la presidencia de la República con los votos mayoritarios del Partido Social Cristiano COPEI e independientes y en las cuales también el Dr. Prieto Figueroa fue candidato presidencial, Zoila Teresa fue electa Concejal del Distrito Libertador del Estado Mérida en las planchas del MEP. Fue una Concejal receptiva a los planteamientos de los problemas de los merideños, no solo de los militantes de su partido sino de cualquiera que se le acercara a solicitarle que interviniera para solucionar las carencias de los habitantes de los barrios que iban creciendo en la periferia de la ciudad.

Siempre mantuvo relaciones cordiales con los directivos de los demás partidos políticos que hacían vida en la ciudad y en el estado. Cuando el partido socialcristiano COPEI festejaba la fecha aniversario los 13 de enero de cada año, casi siempre con una recepción de casa abierta en los salones del Hotel Prado Río, era grato ver a Zoila Teresa fundirse en un fraternal abrazo con los líderes copeyanos como Germán Briceño Ferrigni, Carlos Febres Poveda, Luciano Noguera Mora o Edmundo Izarra y pasearse y confundirse con los asistentes con una sonrisa de afecto y solidaridad.

Zoila Teresa Díaz fue una mujer festiva en el mejor sentido de la palabra. Formó parte de las Juntas de Ferias y Fiestas de la Inmaculada que después se transformaron en las hoy exitosas Ferias del Sol. Como unía cordialidad y seriedad, estuvo vinculada a las elecciones de las Reinas de las Ferias, por eso disfrutaba cuando alguien acuñó una frase que la identificaba como la “Reina Madre”.

Se le veía en las corridas de toros de nuestra Plaza Monumental “Román Eduardo Sandia” derrochando gracia y simpatía, asistía a los templetes de los barrios de la ciudad, a las fiestas de los hoteles y clubes, a los almuerzos que se brindaban a los visitantes con asistencia de periodistas, empresarios, ganaderos, apoderados y todo lo que tuviera relación con el llamado “mundo del toro”. Era la “Reina Madre” a la cual los asistentes a estas reuniones se acercaban a saludar porque siempre tenía una sonrisa y una frase amable para todos.

Esta es la Zoila Teresa Díaz que yo recuerdo. Zoila Teresa dejó su impronta en esta ciudad a la que dedicó sus mejores esfuerzos y se destacó siempre por su don de gentes, su servicio a la comunidad y debe ser catalogada como una de las llamadas Figuras de la Merideñida.

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