Indultó al sexto "Don Otto". La afición se quedó con las ganas de ver torear a Roca Rey
Germán D’ Jesús Cerrada
Fotos Leo Vielma
La última de feria con un sol brillante y tres cuartos de plaza, con la antesala de varios grupos de bailes que animaron el ambiente. Se lidiaron siete toros de la ganadería San Antonio y uno de Los Arangüez, desiguales en su comportamiento. Orellana cortó una oreja, con voltereta y un sobrero de regalo. Roca Rey no pudo hacer nada con los dos de su lote y tampoco con el de regalo. La afición se quedó con la ganas de saborear su toreo. Colombo salvó la tarde aburrida, indultando el segundo de su lote «Don Otto» con una afición que se entregó en sus dos toros.
Rafael Orellana cortó una oreja al primero de su lote, en una faena que no tuvo continuidad, faltando quietud en sus muletazos.
En el momento de matar recibió una voltereta, pero en su segundo intento despacho al burel, recibiendo la primera oreja de la tarde. En su segundo toro, quiso conectar con el graderío, recibiendo al toro a portagayola, con la muleta tres largas de rodillas, dio varios pases por la derecha, escucho música, y después de varios intentos cayó el toro. En el de regalo un sobrero de San Antonio, escucho música, en una lidia sin profundidad. En la suerte suprema estocada contraria, el toro cayó tras escuchar un aviso.
Andrés Roca Rey, la afición tenía sus ojos puestos en el peruano, la seguridad de la plaza impidió que los periodistas y críticos taurinos se acercaran al matador, los dos toros de su lote le impidieron hacer algo importante, quedando el sabor de ver a la figura en toda su plenitud torera.
Inició su faena en las tablas y terminó en las tablas sin poder hacer nada por la falta de embestida del toro, con un bajonazo terminó la faena con un silencio total en la plaza. Con el segundo de su lote, el quinto de la tarde, no pudo hacer absolutamente nada. Le tocó un manso de solemnidad, la afición pidió el cambio del toro, con lagartijera despacho al toro, los graderíos dieron una solemne pita. En el ambiente se sintió que pronto llegaría el regalo del sobrero, un toro de Los Arangüez. Roca Rey no tuvo tela donde cortar, despachando de un espadazo a otro manso de la tarde.
Jesús Enrique Colombo, querido por la afición merideña, con el tercero deleito a los graderíos, de rodillas, derechazos y breves naturales, a la faena no tuvo continuidad por falta de toro, el toro demoró en caer con el espadazo, cortó una oreja. En el sexto se consiguió con «Don Otto», número 29 y 513 kilogramos, con el capote elevo el ánimo a los aficionados, en una tarde que se sentía gris por todos lados, con las banderillas colocó los tres pares de la tarde, destacándose con el del violín, siendo ovacionado y con la muleta recibió los aplausos de un soberano que deseaba el triunfo de los toreros, a medida que la faena avanzaba el calor iba aumentando, salieron a relucir los pañuelos blancos, y a un solo grito pidiendo el indulto, la emoción cautivo a la plaza cuando la presidencia lo concedió.
Ficha del Festejo:
Plaza de toros de Mérida (Venezuela). Última de la Feria del Sol. Tres cuartos de plaza. Siete toros de San Antonio, el séptimo como sobrero de regalo, y otro más también de regalo de Los Arangüez.
• RAFAEL ORELLANA, oreja, silencio tras aviso y palmas tras aviso;
• ANDRÉS ROCA REY, silencio, silencio y palmas;
• JESÚS ENRIQUE COLOMBO, oreja y dos orejas simbólicas por indulto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario