lunes, 27 de marzo de 2023

LOS 54 AÑOS DE LA CRÓNICA TAURINA DE “EL TATO”

Germán D’ Jesús  Cerrada
Hace 54 años salió del Táchira un joven con una maleta llena de ilusiones; lo único que traía en ella era la afición taurina que había cultivado en la década de los sesenta en las plazas de la Concordia, y luego con la inauguración de la Monumental de San Cristóbal, además de los programas de Antonio Aragón por Ecos del Torbes.

A Jesús Ramírez “El Tato” lo recibió la ciudad de Maracay, la no menos ciudad taurina de Venezuela, y tomó esta ciudad para desarrollar toda una vida como periodista. Cronista Taurino y familiar, trabajó en sus inicios en el diario El Imparcial y luego en El Aragüeño. Estudió periodismo en la Universidad del Zulia, LUZ.

Su primera crónica taurina la escribió en el quincenario Farol sobre César Girón. Las Crónicas Taurinas de El Tato se han publicado en numerosos periódicos y revistas y sus comentarios acertados trasmitidos por emisoras y televisoras del país. Fue director y editor de la Revista Puerta de Cuadrillas, llegando sus crónicas a los aficionados a través de El Imparcial, El Farol, El Aragüeño por 44 años, El Nacional, Diario de Caracas, Revista Toros y Deportes, TVS Programa Dominical por 12 años, Torera 99.9 y Energía 99.3. Ahora escribe en medios alternativos, entre ellos es colaborador de Notiferias.

El apodo de El Tato llegó por esas cosas imprevistas en la vida del periodista. Comenta, “En una oportunidad me reuní con Delio Amado León, quien era el editor y director de la Revista Sport Gráfico, que salía todos los viernes. Hablamos de toros y me invitó a hacer una crónica taurina; el material tenía que estar en Caracas los días martes. Por casualidad había un crítico, Leopoldo Reveroll, ya fallecido, que recogía el material y lo llevaba a la dirección de la revista. En una oportunidad se celebró en Maracay una novillada, yo no tenía fotos de Freddy Girón, Reveroll tomó el sobre, colocó una foto y escribió en el sobre, envía Jesús Ramírez “El Tato”. Desde ese día quedó grabado en mis crónicas ese apodo".

Recuerda a numerosos cronistas con quienes compartió en las ferias en Venezuela y el extranjero, entre ellos: Pepe Cabello, Caremis, Guzmán Ramírez, Federico Núñez, Rodríguez Salcedo, Juan Campoy, Antonio Aragón, Rodolfo Serradas “Positivo” y Víctor José López "El Vito", recién fallecido. Recuerda también a magníficos fotógrafos, entre otros, Pedro Arias, El Gordo Villa, García Solís, Moreno, Obertein, El Chato Plaza, Ledezma, siempre en El Nacional.

Dice El Tato, "Al otro día era inapelable leer las reseñas publicadas en la prensa nacional y regional, sobraban los comentarios y hasta reclamos de los sensibles toreros. En toda la prensa escrita de Caracas y de Maracay había suficiente espacio para la crónica taurina.

Desgraciadamente, el cierre de plazas, sobre todo el recordado Nuevo Circo, ha afectado la fiesta brava, a ello se suma la desaparición de los principales diarios de Caracas, Valencia y Maracay, donde había espacio para la difusión de los triunfos que obtenían Camino, Capea, Campuzano y la mayoría de los toreros foráneos. Estas crónicas aparecían luego en España en páginas enteras de publicidad pagada por ellos en El Ruedo, Aplausos, 6 toros 6, eran triunfos que pesaban de cara a la temporada europea".

Comenta Jesús Ramírez, "Antes se hablaba del dorado americano, ahora es la fantasía americana, y ya son varias las figuras que prefieren pasar frío en el campo español que venir a “hacer las Américas”, y generalmente cuando no hacen un paquete de actuaciones pues se quedan allí. Antes por ejemplo en Venezuela coincidían las ferias de Maracaibo y Valencia, por lo tanto, al torero le era fácil cuadrar fechas con las dos ferias, ahora las corridas son menos y los dólares también, salvo excepciones que repercutan en taquilla.

Entre la fiesta brava de ayer y la de hoy hay muchas diferencias, afirma El Tato, en todos los aspectos. El toro dejó de tener importancia y presencia de antes, también los toreros. Al pisar tierra venezolana tenían la delicadeza de llamar y siempre daban la primera entrevista. Ahora llegan con divismo y los ve uno es en la plaza. Por otro lado, el arribismo de los neo críticos, filibusteros y panegiristas de empresas y toreros han tomado posición engañosa y muchas veces amparados en las redes sociales donde se ampara mucho amargado que se cree periodista y para más colmo con la anuencia de toreros y empresarios.

En estos 54 años son muchas las anécdotas que he tenido en la fiesta brava, cuenta El Tato, en esa prisa del diarismo de otrora. Yo siempre salía a millón para el periódico a escribir, en una oportunidad como vi que el torero pinchó, salí de la plaza, hice la crónica y resulta que al francés Denis Lore le dieron la oreja que no apareció en mi crónica; pues el torero me llamó incómodo y me dijo: "Lo que me ha costado cortar una oreja en Maracay para que Ud. me la quite". Pues escribí al día siguiente y titulé: Cuando las orejas no hacen falta y describí la faena, luego el torero me llamó agradecido.

El torero se debe a su afición. En la fiesta brava el triunfador sale a hombros por la Puerta Grande, donde es esperado por los aficionados, eso es lo bonito de nuestra fiesta brava. Así como se fabrican ídolos que desafortunadamente algunos caen pronto, otrora había más acercamiento de los toreros con los aficionados, empezando por el recibimiento en los aeropuertos y las entrevistas. Ahora no, porque parece que andan en una burbuja de divismo como pasó en Mérida con Andrés Roca Rey. En tal sentido, yo creo que las empresas que contratan deberían ser más exigentes, que el torero atienda a la prensa, que baje en el hotel y permita las fotos, selfies, etc. Otra cosa muy importante, las figuras venían con miles de fotos que los mozos de espada repartían y eso le agradaba a la gente, ahora no pagan ni mozos de espada y cualquier salido los viste desvirtuando la importante función del mozo de espadas.

La Fiesta Brava a nivel universal va a depender de la unión que tengamos todos: toreros, apoderados, ganaderos, empresarios y aficionados. En medio de tantas circunstancias tan adversas que enfrentamos los taurinos, la unión va a ser primordial para que la Fiesta Brava permanezca en el tiempo", concluye con esta reflexión la conversación. 

Del hijo de La Romera, San Cristóbal, Jesús Ramírez, mejor conocido como El Tato en el Mundo Taurino.  

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