Tarde de coloso de Roca Rey

 

Crónica de la corrida 'In Memoriam' de Madrid

Por Javier Jiménez

Mundotoro

Volvían las espadas a estar en guerra con Roca Rey. Ese Madrid que tanto mide a quienes consideran el mandón del toreo. Y si así juzgan al diestro peruano es, precisamente, por ello. Tarde colosal de Roca Rey que pudo con todo y contra todos. Con el incierto tercero, al que tragó una y otra vez en los momentos del embroque y con el sexto, cuyo movimiento se hizo pasar por bravura cuando realmente era genio. Y un dualidad de pasiones en los tendidos entre partidarios y detractores, que reaccionaron cuando Roca Rey pidió respeto. Una oreja de mucho peso y otra petición de las más rotundas de este año que no fue atendida por el presidente. Y hablamos de petición. Julián López ‘El Juli’ impuso su dominio, sobre todo, en dos tandas sobre la diestra, mientras que Alejandro Talavante tuvo que hacer frente a un lote muy deslucido con una corrida de Victoriano del Río-Toros de Cortés que no estuvo al nivel esperado. 

El tercero de la tarde fue un toro amplio de sienes, aunque fino de hechuras. Algo suelto de carnes, que ya en el primer lance por el pitón derecho estuvo a punto de arrollar a Roca Rey con la cara a la altura del pecho del peruano. Sin embroque. Marcó esa tendencia el cinqueño durante toda la lidia, así como su comodidad en los terrenos de adentros. Sin embargo, la rotundidad y seguridad de Roca Rey hizo girar la cara de la moneda. Del toro y, también, del público. Con el toro con la cara por las nubes, confió el diestro en el toque seco, pero sin desplazar, y en una firmeza de plantas, para encauzar unas embestidas que fueron reducidas al poder de Roca Rey. De jugarse el tipo. Subió el tono de la faena por el lado diestro -precisamente, el más complejo del toro-. Varias tandas tuvieron la vibración propia de la emoción. Tras los muletazos de trazo largo y mano baja ligados en un palmo de terreno, tocó acortar distancia. Y ahí Roca es el Rey. Por su capacidad de levantar unas pasiones que hacen llenar las plazas. Varios cambios por la espalda librados con ajuste por milésimas de segundo levantaron al público en pie. La estocada entró en buen sitio, aunque necesitó el uso del verduguillo. La oreja fue de mucho peso. 

El movimiento genuino del sexto cantó su falta de entrega cuando Roca Rey se puso en el sitio donde florece la bravura, aquel donde las inercias se acaban. Y a faltas de éstas, el de Victoriano se defendió a base de tornillazos. Se volvió a jugar el tipo de nuevo el peruano, mientras desde el tendido reprochaban a golpe de grito asuntos a Roberto Domínguez. Se giró Roca Rey para pedir paciencia y atención a lo verdaderamente importancia. La explosión. Una disparidad de emociones dividió los tendidos después de que el pitón del toro madrileño dibujó la cornada en el pecho. La plaza reaccionaba a gritos de ¡Torero, torero! No había límite. Tras un mete y saca, media estocada. El público pidió la oreja de manera mayoritaria. Con mucha fuerza en esa lucha acérrima de pasiones, que, en ocasiones, llevan al descontrol. Sin embargo, el presidente no hizo caso del reglamento y valoró con gustos la norma.

Alto y con mucho cuerpo fue el cuarto, que salió en los primeros tercios con una embestida frenada. De ahí la intención siempre de El Juli en las primeras series de alargar la embestida, de dar mayor tranco. Tuvo entrega el ‘Victoriano’ y también casta, pues siempre requirió de una exigencia máxima. Dos tandas sobre la diestra de mucho poder ostentaron el tono mayor de la faena. Sin embargo, el reconocimiento se fue con la colocación defectuosa -media estocada trasera y ligeramente desprendida- de la espada. Mientras, su primero, tuvo una embestida descompuesta, hasta que vio el refugio de las tablas.  

El lote más deslucido del festejo fue a parar a las manos de Alejandro Talavante, pues su primero tuvo una embestida nula de raza que impidió conexión alguna con los tendidos y la clase que atisbaba el quinto desapareció junto a las inercias. Cuando el extremeño le impuso la ligazón a través de dos muletazos seguidos, el toro se vino a menos. 

Ficha del Festejo:

Plaza de toros de Las Ventas (Madrid). Corrida In Memoriam en honor a José Cubero ‘Yiyo’. Lleno de ‘No hay billetes’. Toros de Toros de Cortés (1º, 3º y 4º) y Victoriano del Rio, bien presentados, serios, de buenas hechuras. Corrida de juego desigual, faltos de raza y entrega. 

• JULIÁN LÓPEZ ‘EL JULI’, ovación y ovación tras aviso. 

• ALEJANDRO TALAVANTE, silencio y silencio. 

• ROCA REY,  oreja tras dos avisos y vuelta al ruedo tras aviso. 

Incidencias: Al finalizar el paseíllo, se guardó un minuto de silencio en memoria de José Cubero ‘Yiyo’.