Sin cornadas el trepidante sexto encierro de San Fermín, muy limpio, con tres contusionados y un varetazo
Mundotoro
Velocísimos los toros de Jandilla, al ‘sprint’ por Pamplona, fieles a su leyenda, en un sexto encierro de San Fermín muy rápido y limpio, sin heridos por asta de toro. Tres mozos fueron trasladados al Hospital Universitario de Navarra por traumatismos y otro sufrió un varetazo en una pierna, siendo derivado al centro de salud San Martín, según el parte provisional de heridos. Vertiginoso encierro con una manada que se estiró en una hilera de toros de dos grupos a lo largo de la calle Estafeta, viéndose algunas carreras trepidantes de los mozos, y múltiples caídas en un encierro que tuvo una duración de 2.23 segundos.
Muy compacta la manada, con los cabestros por delante en la salida de los Corrales del Gas, con unos acelerados Jandillas, muy hermanados por detrás de los bueyes. Por la cola, un toro amagó con algunos derrotes, desviando la mirada a los mozos, sin consecuencias. Se formó una pequeña montonera de mozos tras una caída múltiple, sin que los Jandillas hicieran por ellos.
Más caídas y atropellos después al enfilar el tramo del Ayuntamiento en una carrera desenfrenada. A la llegada a Estafeta, un toro negro se adelantó a los bueyes poniéndose en cabeza, viéndose bonitas carreras de los mozos. Al tomar la famosa curva, un experimentado corredor se metió en medio de la manada, siendo empujado por un cabestro hacia las astas de un Jandilla en un momento de peligro, saliendo rebotado afortunadamente hacia la pared.
Para contener el aliento cuando otro mozo que había caído al suelo se levantó justo cuando tenía en la retaguardia a la manada, rozándole a la altura de la cabeza los pitones de un toro negro, librándose de milagro.
Dos atropellos más, especialmente de susto el segundo empujando con el pitón izquierdo por la espalda a otro corredor, que cayó al suelo de manera abrupta. La manada ya había quedado muy disgregada ya mediada Estafeta, con un hilo de toros formado por dos grupos. Uno por delante con tres toros negros en fila casi india, y otros dos con otro castaño por detrás, dispuestos igualmente en hilo, lo que dificultaba a los corredores poder ‘pillar toro’ para lucirse en buenas carreras.
Algo más dispersos llegaron los toros a Telefónica, donde un toro negro fue barriendo el lateral derecho del vallado, rozando con los pitones torsos, cabezas y espaldas en otros instantes de tensión, sin consecuencias graves y aparentes.
De ese modo accedieron a los corrales sin que transcurrieran más incidentes en una carrera que completaron en 2.23 segundos. Antonio Ferrera, El Juli y el reivindicativo Cayetano -tras el dardo lanzado ayer en directo en TVE-, harán esta tarde el paseíllo en la octava y antepenúltima de la Feria de San Fermín.
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