Victoriano del Río cumple con su consigna en el encierro

 Los astados de la divisa madrileña completan el recorrido en 2 minutos y 18 segundos

Mundotoro

Los toros de Victoriano del Río volvieron a cumplir con su consigna en el encierro al completar el recorrido en apenas 2 minutos y 18 segundos. Los astados madrileños volaron por las calles de la ciudad navarra, no exento de momentos peligros.

Muchas caídas fueron la tónica en el tramo de la Cuesta de Santo Domingo, con un cabestro abriendo una manada agrupada, con dos toros queriendo coger la delantera a la llegada del Ayuntamiento. Los primeros rayos del sol entraron en contacto con la piel de los dos astados que protagonizaron el primer momento de gran peligro al abrirse al lado derecho del recorrido y arrollar a varios mozos que se encontraban parados. Uno de ellos quedó tendido en el centro de la calle Mercaderes, con el resto de los animales pasando por encima de él. 

Los dos toros de Victoriano del Río abrieron el camino durante el tramo de Mercaderes, cogiendo la curva de Estafeta sin mayores problemas. A pesar de no ser uno de los encierros más masificados, costó coger la cara de los astados por su enorme velocidad. Muchos empujones en un primer tramo con una manada que se iba abriendo. Cuatro toros en un primer tramo y otros dos, más recogidos con los cabestros. 

Más templadas resultaron las carreras a partir de la Bajada de Javier, con los toros más abiertos, propiciando la posibilidad de colocarse entre los pitones en un mayor periodo de tiempo. Del grupo de cuatro toros inicial de la manada, uno tomó la delantera en Telefónica y otros tres quedaron más rezagados, a expensas de los dos últimos que estaban completando el recorrido junto a la parada de bueyes.

Volvieron a verse muchas caídas en el tramo de Telefónica, donde ese primer ‘victoriano’ infirió una herida por asta de toro en la pierna izquierda a un corredor, al que llevó prendido durante varios metros. Varios mozos parados en el lado derecho del vallado también protagonizaron unos momentos de alta tensión antes de la llegada de los toros a la plaza y su posterior entrada en los corrales cuando el reloj marcaba 2 minutos y 18 segundos de duración.