Jesús Ramírez "El Tato"
Foto Juan Carrero Flores
El pasado domingo en la segunda corrida de la Feria de la Virgen de La Consolación de Tariba, el matador tovareño Rafael Orellana, brindó uno de sus astados de "El Capiro" a Hugo José Valero Molina, nieto del recordado licenciado Hugo Domingo Molina, quien heredó una afición taurina vocacional.
Para éste cronista, no puede resultar irrelevante este detalle torero, en una plaza que lleva el nombre de tan eximio hombre del toro y precisamente en una feria donde las divisas molineras no ondearon en los astados que salieron por la puerta de toriles.
Hugo Domingo Molina representó la grandeza de la fiesta en todos los aspectos, y supo con inteligencia imponer su criterio ganadero y empresarial para llevar la fiesta brava adelante.
Hoy la familia Molina con ese vástago altivo y taurino por los cuatro costados está dignamente representada.
A alguien le escuché una vez decir, que hay brindis que hacen inolvidables las ferias.
3 comentarios:
Enhorabuenana torero dios te guarde esa afición Hugo jose
Muy taurino brindis. Y como dice El Toto " El brindis a un legado histórico".
Olé por dinastía de la afición taurina !
Publicar un comentario