jueves, 13 de marzo de 2025

En Mérida se abrió la puerta al nacionalismo taurino

Entre luces de optimismo, Antonio compartió la puerta grande con Miguel Ángel Perera. (Foto Luis Aramacuto)

Jesús Ramírez "El Tato" 
Fotos: Federico Montes
La recién concluida Feria del Sol deparó interesantes pasiones nacionalistas, con el toreo depurado del tachirense Antonio Suárez, la explosiva entrega de Manolo Muñoz y la fuerza de una vocación ejemplar de Jesús Enrique Colombo.

Colombo, que lleva siete años de matador conduciendo solo el buque insignia del toreo venezolano, con gran conocimiento del mar y superando tormentas hasta llegar a puerto seguro, posee una moral de hierro muy respetable. A JEC le ha sido difícil entrar en las ferias importantes de España y cuando lo hace, lo aguardan los toros más grandes y duros del circuito;  sin embargo, mantiene optimista a toda la afición sobre su perdurabilidad. Su raza tachirense permanece intacta y, cuando los toros lo dejan, liga firme y templado. A nadie escapa que cada temporada será más difícil, pero hay que apostar por su incuestionable amor propio, vocación, oficio y juventud. Su puesto en muestras ferias está ganado a pulso.

Manolo Muñoz disfrutó del dintel de la puerta grande con Antonio Ferrera.

La explosiva actuación de Manolo Muñoz en Mérida dio un revulsivo interesante a nuestra reducida temporada.
El valenciano que conoce las serpentineadas carreteras de Perú y sus fríos climas, está forjado en el barro de la lucha, abriéndose paso con triunfos cantados.  Muñoz tiene muchas cosas a favor para mantener una posición digna en el mundo taurino, su raza, su enorme entrega y la palpable intención de dar guerra. Con éstas armas y su vibrante toreo que revolucionó Mérida, su nombre ya está inscrito entre los toreros venezolanos de las próximas ferias. Hacía falta y llegó Muñoz.

Antonio Suárez es la distinción del toreo venezolano. Tiene empaque, naturalidad y personalidad única que envuelve su toreo de cadencia. Lo venía anunciando y en las ferias de San Sebastián y El Sol sumó a su toreo artístico cinco orejas de auténtico peso.
Afición es amar la profesión del toreo por encima de otra y pareciera que es lo fundamental para entender los contundentes triunfos de este año con un solo coro de admiración y además compartiendo la puerta grande con Joselito Adame en San Cristóbal y con Miguel Ángel Perera en Mérida.

Final de feria Colombo y Marco Pérez a hombros con los empresarios Rodríguez y Manfredi.

Podríamos añadir que Antonio Suárez está en la fase más admirable de su carrera, pues su toreo ha ganado empaque y naturalidad, dos atributos que difícilmente se pueden encontrar en estado tan puro en un mismo torero.

Tres nombres sólidos que las empresas deben tener en cuenta y abrir las puertas al nacionalismo taurino cada vez más necesario y urgente.

No hay comentarios: