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La regularidad y el equilibrio son tan importantes como los alimentos que elegimos
20 de mayo de 2025
por Mónica Silva Cárdenas
2001
Una alimentación saludable no solo depende de lo que comemos, sino también de cuándo lo hacemos. Según los nutricionistas, respetar los horarios de las comidas ayuda a mantener un buen metabolismo, controlar el peso y regular los niveles de energía a lo largo del día. Establecer una rutina alimentaria coherente permite que el cuerpo funcione mejor y previene problemas como la obesidad, la diabetes o los trastornos digestivos.
El desayuno es considerado la comida más importante del día, ya que rompe el ayuno nocturno y proporciona la energía necesaria para comenzar la jornada. Los expertos recomiendan desayunar antes de las 9:30 a.m., idealmente dentro de la primera hora después de despertarse.
El desayuno es considerado la comida más importante del día, ya que rompe el ayuno nocturno y proporciona la energía necesaria para comenzar la jornada. Los expertos recomiendan desayunar antes de las 9:30 a.m., idealmente dentro de la primera hora después de despertarse.
Saltarse esta comida puede afectar la concentración, aumentar la sensación de fatiga y provocar que comamos en exceso más adelante.
El almuerzo debe realizarse alrededor de la 1:30 p.m. En este momento del día, el cuerpo necesita recargar energía tras la actividad de la mañana. Un almuerzo equilibrado, compuesto por proteínas magras, carbohidratos complejos, vegetales y grasas saludables, favorece la saciedad y evita los bajones de energía en la tarde. Además, comer a esta hora permite que el cuerpo tenga tiempo suficiente para digerir adecuadamente antes de la cena.
En cuanto a la cena, los nutricionistas sugieren hacerla si pasar las 9:00 p.m. Es importante que esta comida sea ligera y que se consuma al menos dos o tres horas antes de acostarse, para que la digestión no interfiera con el sueño. Una cena equilibrada y temprana contribuye a un mejor descanso, regula el metabolismo nocturno y evita el almacenamiento excesivo de calorías.
El almuerzo debe realizarse alrededor de la 1:30 p.m. En este momento del día, el cuerpo necesita recargar energía tras la actividad de la mañana. Un almuerzo equilibrado, compuesto por proteínas magras, carbohidratos complejos, vegetales y grasas saludables, favorece la saciedad y evita los bajones de energía en la tarde. Además, comer a esta hora permite que el cuerpo tenga tiempo suficiente para digerir adecuadamente antes de la cena.
En cuanto a la cena, los nutricionistas sugieren hacerla si pasar las 9:00 p.m. Es importante que esta comida sea ligera y que se consuma al menos dos o tres horas antes de acostarse, para que la digestión no interfiera con el sueño. Una cena equilibrada y temprana contribuye a un mejor descanso, regula el metabolismo nocturno y evita el almacenamiento excesivo de calorías.
Importante
Además de los horarios, es recomendable mantener una rutina constante y evitar comer a deshoras. Incluir dos meriendas saludables -una a media mañana y otra a media tarde- puede ayudar a mantener estables los niveles de glucosa y controlar el apetito.
1 comentario:
Excelente. Gracias
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