jueves, 15 de mayo de 2025

Setenta años de la alternativa de César Faraco

"Diamante Negro" y César Faraco una amistad única en el toreo.

Jesús Ramírez "El Tato"
Fotos Archivo "El Tato"
Setenta años se cumplen de la alternativa del torero merideño César Faraco, un diestro nacido en Lagunillas, que exhibió su torerismo en las plazas de toros, igual que su don de caballero ejemplar, que dejó como reliquia histórica ser el único matador de toros venezolano con alternativa en la plaza de Las Ventas de Madrid y además en plena feria de San Isidro, quedando así mismo registrado como el primer torero no español que se doctoró en el famoso ferial madrileño.

César Faraco Alarcón dió sus primeros pasos por plazas de nuestra geografía sobre todo por los andes, y en 1954 se marchó a España debutando en Cartagena donde cortó dos orejas. En un año de Intensa campaña asumió el grado superior el 13 de mayo de 1955 en la plaza de Las Ventas de manos de Antonio Bienvenida con el testimonio de Manolo Vásquez con el toro "Bocinero" de Carlos Núñez.

Un derechazo de Faraco en el Nuevo Circo.

Faraco había sido engañado por un apoderado que le timó todo el dinero, hasta que en un café, se encontró con su paisano Luis Sánchez "Diamante Negro", quien ante la situación lamentable, se lo presentó al padre de los Bienvenida "El papá Negro" quien lo llevó a su casa y encaminó profesionalmente al matador andino.

En 1955 habían muchos nombres toreros de interés en España. Gregorio Sánchez, Antonio Bienvenida, Alonso Merino, Carlos Corpas, César Girón, Pedrés, Jumilllano, Julio Aparicio, Litri, Chicuelo II, Rafael Ortega, Jaime Ostos, Joaquín Bernardó, entre otros nombres, con quiénes compitió Faraco como muletero recio de sereno valor.

Eran muy pocas las corridas en Venezuela entonces.  Ningún torero se hacía rico toreando por estos predios y César Faraco se mantuvo toreando en el Nuevo Circo, en la maestranza de Maracay y plazas de España y México hasta que el 9 de Julio de 1975 se retiró en Caracas, luego que su amigo y compadre Luis Sánchez "Diamante Negro" le cortara la coleta. 

Durante un homenaje rendido en Mérida, comparte con Rafael Giron.

Luego volvió con esporádicas actuaciones en las ferias de San Cristóbal y Mérida para al tiempo ceder en sus aspiraciones de vestir el àureo traje. 

En San Cristóbal fijó residencia el caballeroso diestro incorporándose a las labores de maestro de la Escuela Taurina que hoy lleva su nombre.

Varios homenajes le rindieron en dichas capitales andinas donde su nombre es recordado en placas.

Su salud y la soledad lo fueron afectando hasta que el 8 de diciembre de 2011 expiró en su apartamento en la capital tachirense. 

César Faraco fué toda una personalidad taurina que vivió en torero hasta el último día, sin ceder posiciones y siempre con la frente en alto entre amigos y admiradores.

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