Jorge Cepeda
Se realizó este domingo 31 de agosto el festival programado por parte de la empresa Leon Sanz en el marco de la tradicional Feria de La Consolación de Táriba. Algunas gotas de lluvia corrieron al público a eso de las cuatro de la tarde, pero después de las cinco de la tarde, todo volvió a la calma; la gente entró a la plaza, definiendo una buena entrada. Despeje de plaza con las reinas de la feria, encabezadas por Gabriel Mora. Y Heber Rosales, alguacilillo, encabezando el festejo. Festival entretenido que finalizó con el saldo de tres orejas: dos, simbólicas, para Jose Cariel y una para el novillero mejicano Cristopher Morales. Buenos los novillos de Carmen Rosa Campolargo permitieron el lucimiento.
Manolo Zapata
Poco le pudo hacer al que le correspondió en la suerte de capa, al igual que con muleta. Zapata lo cuidó al caballo, recibiendo solo un puyazo y solo un par de banderillas, cuidándolo para el último tercio en que brindó al público y se fue al hilo de tablas a buscar qué podía aprovechar al novillo, que poco le dejó, iba con la cara alta y a medias arrancadas. No estuvo a gusto con su único ejemplar. Tuvo que despachar pronto con varios intentos y oír aviso.
José Cariel "El Amarillo"
Le correspondió un novillo melocotón, bizco del pitón derecho en su debut, que fue indultado. Estuvo bien al capote y su faena de muleta se la brindó a su compañero Manolo Zapata. Tenía buenas embestidas y con buen son, que fue aprovechado para darle derechazos largos y de buen gusto. Con la izquierda estuvo mejor ante las nobles embestidas. Le pidieron el indulto al novillo, que fue concedido luego de deliberaciones en la comisión taurina. Cariel dio la vuelta con dos orejas simbólicas junto con la empresa y la ganadera Carmen Rosa Campolargo, que comentó del ejemplar hijo de Carmelo, toro indultado que ha dejado buenos resultados.
Issac Chacón
El debutante mexicano poco le pudo hacer a su novillo, que se las pensaba en las primeras para arrancar. Fue bien al caballo y recibió par de puyazos. Con muleta se fue al hilo de las tablas dándole muletazos por bajo y cambiándolo de terreno. Novillo de buen son, que le dejó aprovechar algunos pases aislados pero de gusto, recibió una voltereta, entró pronto a despacharlo sin mucha suerte, oyendo un aviso.
Cristopher Morales
Al novillero texcaleño le correspondió un castaño, de bonita estampa. Estuvo bien con verónicas templadas y bien rematada la media a la cadera. Con la muleta estuvo a gusto, con un astado que fue noble y con son; a su estilo, el espada logró series con la derecha para despachar con media que mandó al morlaco sin puntilla y le otorgaron una oreja.
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