Por Emma García
Roberto Donetta fue un vendedor ambulante de semillas que se movía por el Valle de Blenio (Suiza) intentando ganarse la vida a finales del siglo XIX. Con un aire estrafalario y espíritu libre cargaba siempre con una cámara de placas con la que fotografío paisajes y escenas cotidianas de su tierra natal.
Roberto Donetta
Su vida estuvo marcada por la precariedad, su mujer lo abandonó en 1912 buscando un futuro mejor para ella y sus hijos. Ese mismo año también perdió las pocas posesiones que tenía. Sus vecinos lo consideraban un vagabundo excéntrico aunque eso no le quitó el humor que reflejaba en muchas de sus fotografías.
© Roberto Donetta – Fotostiftung Schweiz
© Roberto Donetta – Fotostiftung Schweiz
© Roberto Donetta – Fotostiftung Schweiz
Recibía algún encargo «serio» como bodas, fotos familiares y otras celebraciones pero solía demorarse demasiado en las entregas porque no tenía suficiente dinero para conseguir productos químicos para el revelado, por lo que su reputación no era demasiado buena.
© Roberto Donetta – Fotostiftung Schweiz
Cuando murió en 1932 solo y endeudado, dejó unas 5000 placas fotográficas de vidrio que no interesaron a nadie en la subasta de sus bienes.
Décadas más tarde, en los años ochenta, su archivo fue rescatado en Corzoneso y reconocido por la Fotostiftung Schweiz, fundación dedicada a la conservación, investigación y difusión del patrimonio fotográfico suizo.
© Roberto Donetta – Fotostiftung Schweiz
Las imágenes de Donetta, cronista autodidacta, fueron realizadas en escenarios improvisados en entornos rurales, transmiten una mezcla de humor y cercanía y se han convertido en un valioso testimonio de la vida arcaica en el Valle de Blenio en un periodo de transición hacia la modernidad a la que el fotógrafo no supo, o no pudo, adaptarse.
Hasta el 4 de septiembre la exposición con alrededor de 120 fotografías de su obra podrá verse por primera vez en la Fotostiftung Schweiz en Winterthur (Suiza)
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