Por Carlos Alexis Rivera CNP 10746
La ganadería Campolargo, emblema del encaste venezolano con raíz yaracuyana, ha confirmado la presencia del toro número 233, de nombre Valle Pascuense, en la próxima edición de la Feria de la Candelaria, a celebrarse el 7 de febrero de 2026 en Valle de la Pascua. El ejemplar, de imponente trapío y nobleza probada en campo, será uno de los protagonistas del festejo que honra la tradición taurina del llano oriental.
El toro #233 no es un producto cualquiera: su reata (genealogía) es un testimonio vivo de la bravura indultada. Hijo del semental 811, castaño de gran clase, indultado por el maestro colombiano Wilder Perlaza Rebolledo “Paco Perlaza” en la histórica corrida “Ciudad de Maracaibo” el 19 de septiembre de 2009.
Su madre, la vaca número 50, porta el hierro de Rancho Alegre, línea de nobleza y transmisión.
Pero la sangre que corre por Valle Pascuense va más allá: es nieto de Orinoco número 39, toro indultado en 1998 por el torero colombiano "El Gino" en Ciudad Bolívar, y bisnieto del toro #7 de Juan Pedro Domecq puro, vía del recordado don Gerónimo Pimentel, quien introdujo esa línea en tierras venezolanas con visión de futuro.
La presencia de Valle Pascuense en la Feria de la Candelaria no solo representa una apuesta ganadera, sino también un homenaje a la memoria genética del toro bravo. Campolargo, fiel a su filosofía de criar con criterio y respeto por la historia, vuelve a poner en la arena un ejemplar que encarna la bravura, la nobleza y la emoción que exige la fiesta.
El cartel definitivo de la corrida será anunciado en los próximos días, pero desde ya, los aficionados tienen motivos para ilusionarse: el número 233 promete embestir con la fuerza de sus ancestros y el temple de su linaje.
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