domingo, 2 de diciembre de 2012

FERIA SEÑOR DE LOS MILAGROS

(Foto: Matías)

Enrique Ponce, dos orejas, a hombros en Lima

El Juli y Manzanares, ovacionados con descastada corrida de Roberto Puga

APLAUSOS
El castaño primero de Roberto Puga fue un toro terciado, protestado de salida por el respetable. No se pudo estirar Enrique Ponce a la verónica ante la falta de entrega del animal que además acusó su poca fuerza y ante las continuas protestas del público fue devuelto. Salió un toro de La Ahumada, deslucido, sin entrega y tardo. Complicado en la muleta. Faena inteligente, fundamentada sobre la diestra, de series cortas en las que sometió al toro con suavidad. Firmeza en los toques. El valenciano fue desengañando al toro, dejando la muleta en la cara, muy tapado y el toreo surgió ligado y templado. Elegancia y torería en los adornos. Mató de una estocada algo desprendida y fue premiado con una oreja.


El cuarto tuvo mayor presencia que los anteriores. Suelto y reservón en los primeros tercios. Trató de ayudar al toro Ponce, primero en un comienzo genuflexo y después con unas poncinas que metieron de lleno al público. Entregada la afición con el torero que construyó una labor larga en la que puso mucho de su parte. Hubo estética y belleza en tandas de mano baja sobre la diestra. Adminstró bien los tiempos de la faena el valenciano que anduvo técnicamente perfecto para hilvanar faena a un ejemplar manso. Estocada a la segunda y oreja.

El segundo también fue protestado. Perdió las manos en varias ocasiones. Devuelto. En su lugar, salió un sobrero de San Esteban de Ovejas. Fue este un ejemplar jabonero y bien armado que resultó deslucido, cambiante en su embestida pero se encontró a un enrazado Juli. Impuso su tauromaquia el madrileño. Poder, mando y gobierno. Julián tiró bien del toro, con largura y ritmo en un par de buenas tandas por el derecho ante un toro que desarrolló sentido y muchas complicaciones. Dejó media estocada trasera. Soso, sin transmisión y descastado. Agarrado al piso el toro, embistió violento y a la defensiva. Abrevió el madrileño.



Volvía José María Manzanares tras dos años de ausencia al bicentenario coso de Acho. Y lo hizo con un bonito recibo de capa, con gusto y cadencia. Brindó a las hermanas Moyano, presidentas de la Peña Ángel Teruel. Temple, mucho temple fue la receta perfecta de Manzanares ante un toro noble pero con las fuerzas justas. Parsimonioso el torero que imprimió a su labor el empaque, el gusto y la belleza características.

Insistió en la suerte de recibir, pinchando en un par de ocasiones, y cobrando una buena estocada al volapié en el tercer intento. Cerró plaza un toro sin entrega, de corto viaje y bajo de casta. Manzanares, con paciencia, trató de meterlo en el canasto pero el público presenció con indiferencia la faena del alicantino. 

Lima (Perú), domingo 2 de diciembre de 2012. Toros de Roberto Puga y La Ahumada (1º bis) y San Esteban de Ovejas (2º bis). ENRIQUE PONCE: Oreja y oreja; EL JULI: Ovación y silencio; JOSÉ MARÍA MANZANARES: Ovación con saludos tras aviso y silencio. Entrada: Casi lleno. Al término del paseíllos la terna fue obligada a saludar desde el tercio.

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