(Foto: Carmen Moya) |
El valenciano, dos orejas, cuajó a placer a un zalduendo de vuelta para el que se pidió con fuerza el indulto
Ángel A. del Arco
Otros dos trofeos, uno por toro, obtuvo el alicantino en un festejo en el que Talavante saludó sendas ovaciones.
Enrique
Ponce y José María Manzanares han salido a hombros en el festejo
celebrado esta tarde en Linares. Ambos han cortado dos orejas: el
valenciano del cuarto, un importante zalduendo premiado con la vuelta al
ruedo y para el que llegó a pedirse con fuerza el indulto; y el
alicanto una de cada toro de su lote. Cerraba el cartel Talavante, quien
habría tocado pelo de haber manejado con mayor pericia los aceros.
El acontecimiento de la tarde llegó en el cuarto, un astado de Zalduendo premiado con la vuelta al ruedo después de que toda la plaza -incluidos el ganadero y el empresario- pidieran con tremenda fuerza su indulto. Tras armarse una gran escandalera, el palco concedió finalmente la vuelta al ruedo a la res y las dos orejas a Enrique Ponce tras una faena sencillamente perfecta. El toro tuvo mucha transmisión pero, sin embargo, adoleció de la calidad que sí tuvieron sus hermanos de corrida. El valenciano estuvo, una vez más, magistral. Para el recuerdo quedará su toreo sobre la diestra y un tres en uno perfecto ligado a una sensacional serie de naturales. Toreó asentado, bajando la mano, con largura en el trazo de los muletazos y un enorme temple. No hubo ni un solo enganchón. Dos poncinas prologaron un toreo por bajo a dos manos excepcional, matando de estocada trasera y descabello. Hasta sus compañeros de cartel aplaudieron a rabiar al de Chiva cuando cogió las dos orejas entre el clamor del público.
Abrió plaza un toro muy bien presentado que, sin embargo, a pesar de su calidad y buena condición fue excesivamente flojo. Abrevió Enrique Ponce ante las protestas del público, matando de pinchazo, media y dos descabellos. Fue silenciado.
Manzanares cortó una oreja y se le pidió con fuerza la segunda de su primer oponente, un astado de Zalduendo flojo y con calidad al que trató con suavidad desde los lances de recibo. Importante sobre el lado derecho resultó la faena de muleta, toreando con gusto, cadencia, temple. Decayó el nivel al natural, por donde el toro tampoco mostró ni el mismo recorrido ni la misma clase. Mató de estoconazo arriba y paseó el trofeo entre el beneplácito general.
Al quinto, noble pero más reservón en la embestida, lo cuajó con la muleta con la estética y temple habituales del salmantino, que basó su labor en la mano derecha. Los remates de pecho y cambios de mano fueron para enmarcar. Mató de estocada algo caída y atravesada en la suerte de recibir y cobró una nueva oreja.
El tercero tuvo tanta calidad como justeza de fuerzas. Talavante lo saludó con verónicas a pies juntos, chicuelinas y revolera, notándosele a gusto con la muleta en una faena fundamentada en un arrimón en terrenos de cercanías. El toro exhibió una tremenda nobleza pero al conjunto le faltó transmisión. Pinchazo y media y saludos desde el tercio.
Talavante mejoró la imagen frente al sexto, un zalduendo de gran calidad. En éste ligó bien las series, dando más sitio a su oponente en una labor de buen nivel, destacando especialmente con el capote y al natural. Concluyó con ajustadas bernadinas y perdió premio seguro con la espada tras matar de media estocada y dos descabellos. Saludó una ovación.
Linares, 28 de agosto de 2013. Toros de Zalduendo, muy bien presentados y de enorme calidad. El 4º, "Robado", nº 26, de 496 kilos y pelo negro, fue premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre. Bajó la nota del envío el 1º por su manifiesta endeblez. Enrique Ponce, silencio y dos orejas tras dos avisos; Manzanares, oreja con fuerte petición de la segunda y oreja; y Alejandro Talavante, ovación con saludos en ambos. Entrada: Tres cuartos. Destacó Jocho en la brega del 1º y la cuadrilla de Manzanares -Juan José Trujillo, Curro Javier y Luis Blázquez- lidiando y banderilleando a los toros 2º y 5º. Antes de iniciarse el paseíllo Manzanares recogió el Trofeo Manolete como triunfador de la Feria de San Agustín de 2011 y el fotógrafo Francisco Cano fue homenajeado como único superviviente de la corrida de toros en la que fue herido mortalmente Manolete, por quien se guardó un minuto de silencio antes de romperse el paseíllo en el 66º aniversario de su muerte.
El acontecimiento de la tarde llegó en el cuarto, un astado de Zalduendo premiado con la vuelta al ruedo después de que toda la plaza -incluidos el ganadero y el empresario- pidieran con tremenda fuerza su indulto. Tras armarse una gran escandalera, el palco concedió finalmente la vuelta al ruedo a la res y las dos orejas a Enrique Ponce tras una faena sencillamente perfecta. El toro tuvo mucha transmisión pero, sin embargo, adoleció de la calidad que sí tuvieron sus hermanos de corrida. El valenciano estuvo, una vez más, magistral. Para el recuerdo quedará su toreo sobre la diestra y un tres en uno perfecto ligado a una sensacional serie de naturales. Toreó asentado, bajando la mano, con largura en el trazo de los muletazos y un enorme temple. No hubo ni un solo enganchón. Dos poncinas prologaron un toreo por bajo a dos manos excepcional, matando de estocada trasera y descabello. Hasta sus compañeros de cartel aplaudieron a rabiar al de Chiva cuando cogió las dos orejas entre el clamor del público.
Abrió plaza un toro muy bien presentado que, sin embargo, a pesar de su calidad y buena condición fue excesivamente flojo. Abrevió Enrique Ponce ante las protestas del público, matando de pinchazo, media y dos descabellos. Fue silenciado.
Manzanares cortó una oreja y se le pidió con fuerza la segunda de su primer oponente, un astado de Zalduendo flojo y con calidad al que trató con suavidad desde los lances de recibo. Importante sobre el lado derecho resultó la faena de muleta, toreando con gusto, cadencia, temple. Decayó el nivel al natural, por donde el toro tampoco mostró ni el mismo recorrido ni la misma clase. Mató de estoconazo arriba y paseó el trofeo entre el beneplácito general.
Al quinto, noble pero más reservón en la embestida, lo cuajó con la muleta con la estética y temple habituales del salmantino, que basó su labor en la mano derecha. Los remates de pecho y cambios de mano fueron para enmarcar. Mató de estocada algo caída y atravesada en la suerte de recibir y cobró una nueva oreja.
El tercero tuvo tanta calidad como justeza de fuerzas. Talavante lo saludó con verónicas a pies juntos, chicuelinas y revolera, notándosele a gusto con la muleta en una faena fundamentada en un arrimón en terrenos de cercanías. El toro exhibió una tremenda nobleza pero al conjunto le faltó transmisión. Pinchazo y media y saludos desde el tercio.
Talavante mejoró la imagen frente al sexto, un zalduendo de gran calidad. En éste ligó bien las series, dando más sitio a su oponente en una labor de buen nivel, destacando especialmente con el capote y al natural. Concluyó con ajustadas bernadinas y perdió premio seguro con la espada tras matar de media estocada y dos descabellos. Saludó una ovación.
Linares, 28 de agosto de 2013. Toros de Zalduendo, muy bien presentados y de enorme calidad. El 4º, "Robado", nº 26, de 496 kilos y pelo negro, fue premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre. Bajó la nota del envío el 1º por su manifiesta endeblez. Enrique Ponce, silencio y dos orejas tras dos avisos; Manzanares, oreja con fuerte petición de la segunda y oreja; y Alejandro Talavante, ovación con saludos en ambos. Entrada: Tres cuartos. Destacó Jocho en la brega del 1º y la cuadrilla de Manzanares -Juan José Trujillo, Curro Javier y Luis Blázquez- lidiando y banderilleando a los toros 2º y 5º. Antes de iniciarse el paseíllo Manzanares recogió el Trofeo Manolete como triunfador de la Feria de San Agustín de 2011 y el fotógrafo Francisco Cano fue homenajeado como único superviviente de la corrida de toros en la que fue herido mortalmente Manolete, por quien se guardó un minuto de silencio antes de romperse el paseíllo en el 66º aniversario de su muerte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario