Fiesta hermosa de oropel a la que hay que añadir emoción y competencia. |
Jesús
Ramírez “El Tato”
Pero nada está
fácil. Hemos sentido los embates de una inflación general que superó el 50% y
que corroe por igual esperanzas y bolsillos. Tenemos que ser sensibles y
persuadirnos que no podemos darle la espalda al futuro taurino que se avizora y
que ya tan temprano echa sus sombras.
Desgraciadamente
no se nota un pulso reformista en ningún lado y al contrario a veces parece que
estamos ante un espectáculo lleno de mediocridades y fracasados que dejan ver
las heridas abiertas tras la saña profunda de sus miserias.
En los primeros días del año, el gobierno ya nos anuncia la Misión Nevado, que atenderá todo trato de animales
enmarcados en movimientos animalistas y ecosocialistas que ya sabemos por donde
vienen y qué esconden, amparados en altos funcionarios.
Y a todas
estas donde están los gremios taurinos del país?.... Donde están las voces
requeridas y necesarias para echar a rodar el carro?.....Ya en el primer mes de
año se caen corridas. No se celebrará la tradicional corrida de La
Municipalidad de Maracay, festejo en el cual tomó la alternativa el pasado año
el aragüeño Alejandro Chacón y obtuvo resonante triunfo el sevillano Esaú
Fernández. No hay apoyo del nuevo alcalde del Municipio Santiago Mariño del
Estado Aragua para la tradicional corrida de La Candelaria que desde hace años
organiza Manuel Medina “El Rubi”, por lo tanto otra corrida que no se
realizará. Y en Valle de la Pascua, otrora plaza escenario de grandes corridas
donde participaron figuras de la talla de “Antoñete”, Curro Girón, “Niño de la
Capea”, José Mari Manzanares, etc, se celebrará una corrida de rejoneadores sin
toreros de a pie. Es como un paso en falso.
Ahí está la
Feria de San Sebastián cincuentenaria. Lo que debería ser una celebración de
altura y sin precedentes, está envuelta en mutismo, controversias, misterios y
el soliloquio de la empresa organizadora, que solo suelta prendas a informadores españoles, ninguneando a los de
acá.
Así comienza
el año taurino en Venezuela, bajo oscuros nubarrones, que ojalá por obra de
Dios se disipen pronto, para beneplácito de la pasiva afición venezolana y sus
dirigentes de gremios profesionales que mantienen un diálogo de sordos.
Pareciera que hay muy pocos apostando por el futuro de las fiesta brava en
nuestro hermoso país y además con algo muy grave, como es la nula rivalidad
entre nuestros toreros. En el ruedo cada matador va a su aire sin el mas mínimo
conato de pelea profesional, sin asomo de discordia, sin competencia, pues.
La rivalidad
en la arena no existe. Esa que propiciaron, César, Curro, “Diamante Negro”,
Joselito Torres o la que en su momento animaron “Morenito”, Bernardo y Leonardo
Benítez. Ahora ha sido barrida por el conformismo, por las circunstancias, y lo
más grave, el regionalismo que se mueve asolapado entre andinos y centrales sin
beneficiar a nadie.
De qué vale
liderar la escuálida estadística venezolana, si no pisas las plazas de Maracay
o Valencia?.... De qué vale a los centrales
luchar por los pueblos o arrimarse en la maestranza si no hay puerta
abierta en Mérida o San Cristòbal?....
Si el
horizonte del toreo venezolano, criollo, presenta negros nubarrones, no
podernos tampoco aferrarnos a la idea que la tormenta es inevitable. Esperamos
y confiamos que algo providencial ha de ocurrir para darle un vuelco inevitable
si es que queremos seguir viendo corridas de toros.
Deseamos que
el toreo vuelva a tener esplender por estos predios, que ganaderos y ganaduros
enfrenten la situación con dignidad y afición, que las empresas entiendan el
inicio urgente de un proceso reformista que convoque a las plazas, que los
toreros derrochen la rebeldía en la arena con casta, con categoría y entrega.
Sería la mejor fórmula para quitarle la postración en que está para afrontar el
porvenir. Porque sinó, la guagua seguirá en reversa como canta Juan Luis
Guerra….
LEYENDA FOTO.
Fiesta hermosa de oropel a la que hay que añadir emoción y competencia.
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