Castella cortó una oreja
MATEO SAAVEDRA,
Manizales (Colombia)
Poco mas de tres cuartos de plaza se registró hoy en Manizales. 6 toros de las ventas del espíritu santo para los matadores Sebastián Vargas, Sebastián Castella y José María Manzanares.Vargas, digno de un cartel de peso.
Divinidad fue el primero de la tarde, un
toro noble con muy poca fuerza que desde su salida al ruedo no
transmitió nada. En la muleta se comportó diferente, y a mi parecer
tenía un muy buen pitón izquierdo, cosa que Sebastián Vargas
no supo explotar, faena con muy poco, rematada con estoconazo que hizo
que el toro se echara. Silencio para el torero, el toro se fue entre
silbidos.
Babieca era el segundo del festejo. Un ejemplar muy bien presentado, cuajado, que Sebastián Castella
entendió a la perfección y sacó de él una faena que bastante logró
emocionar a los tendidos de Manizales. Entre derechazos y redondos el
público se fue enamorando de la lidia que ejecutaba el diestro Francés.
Culminó su faena con un estocadón letal. Una oreja a pesar de los
pedidos de la segunda.
Panelista salió tercero, su nobleza permitió el buen andar de Manzanares
con la muleta. El diestro español empleó faena en la que todos los
muletazos estuvieron llenos de temple y fueron siempre embraguetándose
el toro. El de Alicante edificó una faena que emocionó a los tendidos y
con una tanda de naturales puso en pie al público. Pero todo no podía
ser color de rosa, los grandes también pinchan y Manzanares lo hizo en 4
oportunidades. Silencio en su primero.
En el cuarto de la tarde, Sebastián Vargas
dio la cara y no se amilanó ante el compromiso, e imponente cartel. Se
quedó muy corto con la tauromaquia y a pesar de que su arte no le
alcanzara se entregó y fue digno del cartel de hoy. Una oreja en su
segundo.
Del quinto toro, hay poco para hablar de
él, se repite la historia del quinto malo. Sobre el inicio de la faena a
cargo de Sebastián Castella, se desató un tremendo aguacero que sumado a
la mansedumbre del toro, poco pudo hacer el diestro francés. Se notó en
su rostro la desazón de no haber podido sacar una mejor faena. Silencio
en su segundo.
José María Manzanares bajo
un diluvio recibía el sexto de la tarde, un toro parecido al quinto,
manso, sin recorrido, que en lo absoluto puso de su parte para que el
diestro español no se fuera en blanco hoy en su debut en la plaza de
toros de Manizales. Silencio y silbidos para el toro y el ganadero.
Sebastián Vargas: Silencio y oreja.
Sebastián Castella: Oreja y silencio.
José María Manzanares: Silencio y silencio.
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