F. CARRASCO / SEVILLA
Javier y Borja Jiménez, unidos por la sangre y el ruedo
JOSÉ GALIANA
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Tienen, respectivamente, 23 y 22 años. Y una misma afición: los toros.Javier y Borja Jiménez son toreros. Novilleros. El primero de ellos, después de cuatro años en el escalafón menor, tomará la alternativa esta temporada. Tan sólo le falta la fecha pero entre Valencia y Sevilla puede andar el juego. Borja, por su parte, ha irrumpido con fuerza y tras debutar el pasado año nada menos que en La México, este año quiere «pisar» plazas como Sevilla y Madrid.
Se consideran unos afortunados por poder dedicarse a lo que aman: la Fiesta Nacional. Javier, que se despidió el pasado mes de octubre en su localidad natal, Espartinas, precisa que su carrera «ha ido de menos a más. A medida que avanzaban las temporadas me iba encontrando mejor, sobre todo en lo referente a la técnica. Puedo decir que me he hecho como antiguamente se cuajaban los novilleros».
En ese mismo espejo se mira Borja. «Debuté con caballos en la Monumental de México, fui a Arles (Francia) en mi segundo festejo ycorté tres orejas. Y eso, igual que actuando sin caballos, me abrió muchas puertas».
A un paso de la alternativa
El mayor de los Jiménez habla de «ilusión» por esta temporada en la que toca con las manos la alternativa. «Es verdad que ya el año pasado quisimos dar el paso pero luego, pensándolo fríamente, de los cuatro años como novillero el último fue en el que experimenté una mayor evolución. Y me ha venido muy bien. Estoy realmente mentalizado para ser matador de toros. José Luis (Peralta, su apoderado) está trabajando mucho para que sea en una plaza con proyección a la par que también mantiene contactos con empresarios de cara a las feria del verano».
Para Borja, en cambio, una vez rodado, sus aspiraciones esta temporada se centran en «Sevilla y Madrid. Creo que estaremos en muchas plazas francesas. Ahora, a diferencia de hace unos años, tienes que pisar plazas importantes y triunfar para ir luego a las demás. Yo me veo para anunciarme en la Maestranza», señala a la par que reconoce que tiene en su hermano Javier un espejo «al ver cómo ha salido adelante. Espero estar a su mismo nivel».
Se habló de la posibilidad de que al mayor de los hermanos le diese la alternativa su paisano, Juan Antonio Ruiz «Espartaco». Esboza una sonrisa el también rubio torero espartinero. «Hombre, el maestro ha mostrado siempre su disposición. Está preparándose y es él quien tiene que decidirlo. Por mi parte sería un inmenso honor».
La familia Espartaco
Y es que Espartaco y su padre, Antonio, tienen mucho que ver en las carreras de Javier y Borja. No dudan en señalar, al unísono que «Espartaco es lo mejor que nos ha pasado en nuestras vidas. Si no fuese por la casa Espartaco y por su padre, quizá no hubiésemos sido toreros».
«Espartaco padre —abunda Javier— me ha cambiado mi concepto del toreo. Nos ha hecho hombres», algo que ratifica Borja. «Hemos crecido con ellos, con su familia. Si taurinamente todos son grandes, en lo personal se superan».
¿Y cómo ve Javier a su hermano Borja? «Tiene valor y cabeza, que son los cimientos. Es un torero con facilidad para resolver los problemas que puedan plantearle los novillos».
Borja destaca de su hermano «la capacidad. El valor lo tiene más que demostrado. Y también admiro su poder toreando y la capacidad para el toreo de cercanías».
Pero ambos reconocen que «no tenemos nada que ver uno con el otro en el ruedo. Entendemos el toreo igual pero con conceptos y formas de interpretarlo distintos».
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