"...Es
verdad que en este año raro para el toreo, y rarísimo en Sevilla, la
aportación de José Tomás a la Feria de Abril sería de trascendencia
vital. Temo, sin embargo, que su decisión final juegue el papel del
viento que atiza el fuego. Que en su respuesta no se halle más que la
palabra que huye. Y es que, a veces, el dinero da para mucho, pero no
para tanto…” |
Tal vez haya muchos que quieran soñarlo, pero lo más fácil, y probablemente sensato y cabal, sea no hacerlo. La increíble persecución de las empresas al más 'deseado' de los toreros es tan fuerte, tan desbocada y dislocada, aunque precisa y preciosa para soñar, que hasta por ahí andan diciendo, y hasta asegurando, que Pagés viene a recrear los fantasmas de la irrealidad ofreciéndole una autentica millonada por dos tardes en la Maestranza, la del Domingo de Resurrección y otra más en Feria de Abril. Una oferta que bate todos los récords y, además, corrobora todos los argumentos de que el mito madrileño es imbatible en la taquilla. Aunque esta optimista conclusión se quiebre al descubrir que todo puede ser un bulo. Y volver a ver como se desmorona la ilusión.
La contundente negativa de 'los
cinco' ha debido motivar a Eduardo Canorea y Ramón Valencia a abordar el
ataque al diestro de Galapagar con voluntad más creíble y mediante el
uso del lenguaje más entendible, el de la desorbitada cantidad de un
millón y medio de euros. Un lenguaje de brutal impacto que no deja de
ser el eslabón más sólido entre el requirente y el requerido.
Quien quiera, pues, puede
conjeturar con esta historia que funcionará mientras corporeizados estén
los temores y las fantasías. Mientras la ilusión que el rumor produce
se convierta en profunda decepción. Así que ni optimista ni pesimista,
quizá mirando para otro lado. Tal vez lo mismo que ya esté haciendo
quien, parece ser, ha sido invocado como seguro de salvación. Y es que
cuando el deseo es sacudido por la emergencia de la necesidad se puede
convertir en una enorme utopía.
Es verdad que en este año raro para
el toreo, y rarísimo para el toreo en Sevilla, la aportación de José
Tomás a la Feria de Abril sería de trascendencia vital. Temo, sin
embargo, que su decisión final juegue el papel del viento que atiza el
fuego. Que en su respuesta no se halle más que la palabra que huye. Y es
que, a veces, el dinero da para mucho, pero no para tanto. Ahora queda
saber la verdad. O ver exponer su rechazo.
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