El Juli se rompió a torear a placer al cuarto, al que desorejó; Castella
y Perera cortaron una oreja dejando el bello sello que atesoran
CULTORO,
Albacete
No se cansó de embestir. Ni
El Juli de torear. Fue
"Tremendo" lo que el gran torero que ayer cortó cuatro y un rabo en La
Condomina soñó para la ciudad que lo estaba esperando. Llovió sobre la
mojada ilusión que ayer conquistó Murcia y hoy, en menos de veinticuatro
horas después, buscó y se rompió los riñones para enamorar con su toreo
a la ciudad del "no hay billetes". Lo consiguió
Julián
y lo consiguió Albacete: acabaron con buen pie esa historia de amor que
hace quince temporadas se desearon mutuamente. A pesar de la lluvia, y
del feo abreplaza, y de las horas de descanso muerto...una se llenó de
olés oliendo a despedida y otro se rompió en el cuarto.

Entendió
Julián a la perfección al de Daniel.
Envalentonado cruzó "Tremendo" el dintel de toriles con sus dos puntas
bien puestas. No se envalentonó ni un ápice
Julián con
el capote, e incluso lo probó en suerte bajándole un porrón la mano en
el veroniqueo inicial: todavía quedaba tiempo para pasos atrás –que
nunca llegarían- y decidió el madrileño echarlo hacia adelante. Conforme
iba avanzando la lidia y la lluvia caía sobre "La Chata" todo se iba
endulzando, pues para el inicio muleteril de
López todo
se hizo gracia y posesión sin medida. Excavó arqueológicamente el coso
manchego con su muleta, hizo un hoyo en cada muletazo El Juli y se
rompió los riñones porque la ciudad del sueño entre lluvias viera que
era verdad lo de Murcia, y lo de Francia, y lo de Huelva...y lo de todas
las tardes. Y, porque vio lo que no habóia visto con el cobarde
abreplaza, Albacete creyó en el milagro. Bajo la lluvia.

Se topó
Sebastián Castella con un segundo toro que
tuvo retazos de bravura impresos en su muleta: repetía con alegría, no
dejaba nunca la humillación a un lado y siempre imprimía clase en cada
una de sus acometidas. Así lo vio el de Béziers desde la primera de
cambio con el capote y de este modo lo aprovechó con unos buenos lances a
la verónica y un excelso quite. Fue
Sebastián
embebiendo con su muleta las embestidas del astado albaceteño y
llevándolo muy largo por ambos pitones, destacando sobre todo los
remates por bajo en el epílogo de cada tanda y los naturales encajados
que le propinó al de
Ruiz. Se percató "La Chata" de la
obra que estaba realizando el galo y, sobretodo, se dio cuente del gran
protagonista vestido de bravo que tenía delante, por lo que premió con
una oreja de mucho peso a Castella y una sonora ovación de despedida al
toro por su obra.

También le salió cruz el primero de su lote a
Perera,
un toro al que tuvo que someter muy mucho por su casta geniuda y con el
que tuvo que hilar fino el extremeño. A ello, se le sumó la dificultad
en los últimos tercios de la lidia, por lo que para cuando tomó
Miguel Ángel la muleta tenía delante de sí una auténtica papeleta. Así pues, consiguió
Perera varios muletazos meritorios sin que terminara por fructificar la faena, puesto que la sosísima embestida del de
Ruiz unida a un tranco cansino, terminó por también (bien)cansar a
Perera
y que acudiera a por la espada antes de ser ovacionado. Una oreja bajo
la lluvia cortó de un cierraplaza al que, como su anterior, tuvo que
someter por abajo hasta que éste quedó a merced de su taleguilla. No
escatimó un ápice en valor
Perera y se echó a sus lomos hasta que se entregara por completo el de
Ruiz. Y se entregó cuando el torero ya lo había hecho desde que tomó la franela.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Albacete. Última de la Feria de la Virgen de los Llanos.
Seis toros de
Daniel Ruiz: flojo el primero; con
retazos bravos en buen segundo; complicado el tercero; excelente el
cuarto; rajado el quinto y a menos el cierraplaza.
Julián López "El Juli", palmas y dos orejas.
Sebastián Castella, oreja con petición de la segunda y ovación.
Miguel Ángel Perera, ovación tras petición y oreja.
No hay comentarios:
Publicar un comentario