Un gran toro de Parladé se encuentra con Castella en estado puro, Morante se siente y apuesta y Manzanares lima asperezas con una corrida de interesante comportamiento de Juan Pedro
MARCO A. HIERRO
En la historia del mundo hay pequeños momentos a los que sólo la historia otorga la importancia que no parecen tener en el instante concreto. Un detalle tan casual como la primera chispa que encendió un fuego tiene la culpa de miles de años de evolución. No por lo que supuso encontrarse con ella, sino por la búsqueda en la que alguien se empeñó por volver a encontrarla, controlarla y desarrollarla. Ese pequeño momento, con miles de años de evolución, llevó al hombre a pisar la luna.
Era ideal su forma de empujar la tela para que encontrase Castellasu fuego, que no perecía estar por los andurriales asturianos. Vino pronto, se redujo en los embroques, empujó con los riñones y las puntas el trapo que nunca le dejó tocar el galo, se fue largo y repitió una y mil veces. Fue la búsqueda del fuego que mantiene el actual Juan Pedro con el hierro de Parladé. Fue el empeño en la suavidad, el pulso y el buen trato que mantiene el francés en la búsqueda de su fuego, reinventándose en las formas quince años después de matar su primer toro. Lo templó a diestras, le ofreció quietud en las plantas y muerta la muleta para deslizarle la diestra por debajo del pitón. Se fue el corazón detrás del trapo y de la codicia entregada del bravo Cocaína. Se fueron los malos recuerdos hasta del segundo de turno, que se empeñó en venirse abajo mientras descargaba el chaparrón sobre la arena dorada. Fue faena de buscar el fuego y fue encontrarlo tras las mulillas en la vuelta a los restos del animal.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Gijón. Tercera de la Feria de Begoña. Corrida de toros. Tres cuartos de entrada.
Cinco toros de Parladé y uno de Juan Pedro Domecq (segundo), con entrega y calidad el primero, de buena calidad sin duración el segundo, de buen fondo el exigente tercero, reponedor, geniudo y sin entrega el áspero cuarto, enclasado, bravo y bueno el gran quinto, exigente y de poca entrega el sexto.
José Antonio "Morante de la Puebla” (azul pavo y oro), oreja y ovación.
Sebastián Castella (tabaco y oro), palmas y dos orejas.
José María Manzanares (negro y zabache), oreja y ovación.
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