El torero reflexiona sobre los valores y los miedos de la pasión por su trabajo, que le acompaña desde la infancia
R. AGUILAR - abccordobaCórdoba
«Me considero un hombre que siempre ha vivido para mi profesión, para los toros». Así de tajante se ha mostrado hoy Juan Serrano Pineda, «Finito de Córdoba», en el Encuentro Taurino organizado por ABC Córdoba y patrocinado por la Fundación Cajasol, que se ha celebrado esta tarde en la Diputación de Córdoba.
Finito tiene claro que en la sociedad falta mucha educación taurina, y también es consciente de todo lo que él mismo le debe al toro. «Lo tengo todo en mi vida gracias a ese animal», ha asegurado, para a continuación reseñar la «fidelidad que sigo teniendo al camino que elegí cuando era niño». El torero ha admitido que los toros «me han respetado bastante», y es que es consciente del riesgo que corre cada vez que se planta delante de uno. Pero es feliz «con un capote y una muleta» porque, asegura, se ha preparado para ello.
Arropado por Rafael Jordano, catedrático de la Universidad de Córdoba, y Victor Molino, crítico taurino de ABC, Finito ha recordado cómo su pasión por el toreo marcó su infancia. «Mi habitación estaba empapelada de maestros del toreo que a mí me llamaban la atención. No me acostaba una noche sin quedarme en la mente con esas imágenes, y mi capote y mi muleta a los pies de la cama. Hacías las faenas en el salón de casa. Esos tiempos son los que más recuerdo», ha relatado.
Finito reconoce que su faena soñada aún está por hacer. «Siempre tiene que ser soñada. Algunos toros me han permitido aproximarme al toreo de salón, que es mi verdadera pasión. Me gusta grabarme en el campo y verme en casa por la noche. Y me veo muchos defectos», admite.
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