El escaso juego del encierro de Bernaldo de Quirós impidió el triunfo
Aceves. Al Toro México
La expectación se fue al traste.
Y lo que debió ser una gran tarde de toros, transitó por los caminos de
la decepción y la rebeldía. El público, con base en los triunfos
previos de una ganadería, quería ver la combinación Jaral de Peñas con Enrique Ponce y su gran complemento mexicano del cartel, con Juan Pablo Sánchez y Sergio Flores.
Tal como se había anunciado; pero el juez le dio "para atrás" al encierro anunciado de Juan Pedro Barroso, y en su lugar estaba disponible (recordar que para Guadalajara hay pocos) un encierro de Bernaldo de Quirós. Y,
ni modo, a los tapatíos no les gusta el hierro del matador retirado.
Sí, pueden hablarse hartas cosas a favor de ese hierro, pero ¿qué quiere
usted? A la parroquia de la Perla de Occidente, no les gustan.
Las
especulaciones acerca del porqué del rechazo y de la inclusión del
hierro sustituto circularon al por mayor en las redes sociales, aunque
en los hechos, los aficionados de la Nuevo Progreso reclamaron
airadamente al juez de plaza, Arnulfo Martínez; la mayoría, con silbidos y gritos desde las gradas, y algunos en persona.
Queda
(todo mundo lo ve, menos las autoridades municipales) más que
demostrado, que los ciudadanos rechazan la gestión de la autoridad de
plaza. Claramente, al igual que la afición, nos referimos a la gestión,
no a la persona.
De que los toreros, cada uno
con su expresión, pusieron todo lo que estuvo de su parte, ni dudarlo.
De hecho, los tres espadas consiguieron pasajes de mucha valía ante un
encierro que no dio juego.
El comienzo de la
corrida fue muy tenso. Un sector de las localidades de Sol
responsabilizaba al diestro de Chiva del cambio del encierro –meras
especulaciones– y le pusieron cuesta arriba una reaparición tan deseada,
tanto por el diestro, como por la afición de ésta plaza. Saltó al
ruedo, un toro hecho y derecho al que Enrique Ponce
recibió con templados lances, para colocarlo frente a los piqueros, a
los que "Cumplido" atacó de largo, con prontitud y fuerza.
Para
colmo, se partió el pitón derecho, por lo que subió aún más la presión.
El sustituto fue recibido de nuevo con lances jaleados con fuerza que
tuvieron sabor y temple, a pesar que el toro flojeaba de los cuartos
traseros. Ponce lo entendió rápidamente y lo llevó con mimo, hasta que se repuso el de Bernaldo de Quirós y
entonces pudo enredarse en una serie por el lado izquierdo que le dio
la vuelta a la tortilla. Toreo con relajamiento y embraguetado por el
lado derecho.
La siguiente por el lado zurdo
fue aún mejor. Cuando el valenciano cuadraba para la suerte suprema, el
silencio proverbial de este coso fue sepulcral. Ya en el viaje, el toro
hizo un extraño y la espada cayó baja. El maestro se retiró en silencio
al callejón.
Con el segundo de su lote, Ponce se
prodigó aún más, a pesar que las prestaciones del astado eran menores.
Incluso, en un momento se fue a torear, precisamente, frente a las
localidades de los ruidosos protestantes. La división era clara: los de
Sombra, a favor, y los de Sol, en contra.
Hubo
una serie de ocho o más naturales, que inició el diestro con la rodilla
izquierda flexionada, para continuar erguido la serie con toreo
relajado y de mucha entrega. Desgraciadamente, lo pinchó un par de
veces, y se retiró en silencio al callejón frustrado por la actitud de
un sector del respetable.
Juan Pablo Sánchez –era
evidente– venía por el triunfo tras lo conseguido en esta plaza en años
recientes. Luego que el primero de su lote, no se prestó para el toreo
de capa, en el tercio de muerte lo recibió de hinojos. Continuó con
series por derecha, ya de pie: una de ellas culminada con un doble
remate para pintura, uno de pecho por derecha, y otro por bajo con la
izquierda, que consiguió emocionar a los tendidos.
Más series con el proverbial temple de Sánchez
y una sobretodo, con ese ritmo lento y templado que tanto nos gusta de
él. De que tuvo mérito el trasteo, lo tuvo. Un pinchazo, una entera en
buen sitio que silenciaron al público.
Con el
quinto de la tarde, dadas las condiciones de lidia extrajo pases de
mucho mérito. Desgraciadamente estuvo pesado con los aceros, hasta
escuchar un aviso. El toro fue despedido con pitos en el arrastre.
Vaya disposición la de Sergio Flores.
Pronto se hizo de las embestidas de "Mexicano", primero de su lote,
para recrearse en lances que fueron justamente celebrados. Para
comenzar, se llevó al toro al terreno de los medios, con los de tirón,
para cuajar un trincherazo y ligarlo con el de la firma.
Luego se agarró al piso el de Bernaldo de Quirós, pero
con recursos y entrega, el tlaxcalteca tiró de él para llevarlo
sometido. La gente lo apoyó con mucho gusto. Se tiró a matar para
sepultar una entera que no bastó, e instantes después concluyó con el
primer golpe de la espada de cruceta. Pitos al toro en el arrastre, y
silencio a Flores. El que cerró plaza, ante la frustración de Flores, se la pasó rodando por la arena. Era un inválido. Sergio lo despachó de una estocada entera, precedida de un pinchazo.
El próximo domingo 11 de noviembre la empresa anuncia la cuarta corrida de la temporada, con un encierro de San Miguel de Mimiahuápam, para la despedida del jerezano, Juan José Padilla, el francés, Sebastián Castella, y el de Aguascalientes, Joselito Adame. Esperemos que la temporada pueda remontar, por el bien del público y de la Fiesta en general.
Ficha
Guadalajara, Jal.- Plaza "Nuevo Progreso". Tercera corrida de la temporada. Casi lleno en tarde nublada y fría. Toros de Bernaldo de Quirós (el 1o., sobrero sustituto de uno que se despitorró), bien presentados, algunos excedidos de kilos, pero de escaso juego en términos generales. Pesos: 595, 535, 555, 565, 535, 555, 545 kilos. Enrique Ponce (burdeos y oro): Silencio en su lote. Juan Pablo Sánchez (salmón y oro) Silencio y silencio tras aviso. Sergio Flores (nazareno y oro): Silencio en su lote. Incidencias: Espectáculos Taurinos de México entregó un reconocimiento a la peña "Mal de Montera" por sus 30 años en activo. Asimismo, al finalizar el festejo, el público abroncó al juez de plaza Arnulfo Martínez.
Guadalajara, Jal.- Plaza "Nuevo Progreso". Tercera corrida de la temporada. Casi lleno en tarde nublada y fría. Toros de Bernaldo de Quirós (el 1o., sobrero sustituto de uno que se despitorró), bien presentados, algunos excedidos de kilos, pero de escaso juego en términos generales. Pesos: 595, 535, 555, 565, 535, 555, 545 kilos. Enrique Ponce (burdeos y oro): Silencio en su lote. Juan Pablo Sánchez (salmón y oro) Silencio y silencio tras aviso. Sergio Flores (nazareno y oro): Silencio en su lote. Incidencias: Espectáculos Taurinos de México entregó un reconocimiento a la peña "Mal de Montera" por sus 30 años en activo. Asimismo, al finalizar el festejo, el público abroncó al juez de plaza Arnulfo Martínez.
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