Julio 2019: La decisión de Roca Rey

ESPECIAL La decisión de Roca Rey, un punto y aparte de la temporada

Javier Jiménez

El mes de julio suele traer consigo cambios en el transcurso de la temporada. Con el inicio del verano y la afluencia de festejos, el escalafón sufre modificaciones que suelen marcar el ritmo del resto de campaña. Este año no podía ser menos y saltó la noticia que ha marcado un antes y un después en el ciclo: Andrés Roca Rey  (@RocaRey) causaba baja en varias plazas hasta finalmente cortar la temporada.



El torero destinado a reinar el 2019 se veía obligado a parar por una lesión que sufrió su primera tarde en San Isidro y que le propinó una lesión de cervicales que afectaba a la espalda y a su hombro derecho. Sin embargo, la temporada de Roca Rey (@RocaRey) requiere un análisis más detallado. Su lesión no debe empañar la temporada que cuajó el diestro peruano en las primeras ferias.

¿Y si llega a matar ese toro de Adolfo? El público hubiera pedido el doble trofeo. Dos Puertas Grandes en Madrid -una con Parladé y otra con Adolfo Martín– y la petición de rabo en Sevilla. El toreo a sus pies.

Roca Rey (@RocaRey) comenzó la temporada sin perder una oportunidad, concienzudo de que el 2019 debía encabezar su escalada hasta la cima del toreo. Pero, ¿la consiguió? Triunfador indiscutible en Olivenza, Valencia, Aguascalientes, Castellón… llegaba a Sevilla con la mirada en la Puerta del Príncipe y llegó la faena al toro de Núñez del Cuvillo.

Aquellos que achacaron la falta de longitud de los muletazos de Roca Rey (@RocaRey) o la poca estética en su toreo, tuvieron que tragar saliva cuando templó y ralentizó las embestidas del ‘cuvillo’. Cuando entre toro y torero existía una separación inexistente o cuando la muleta se convertía en una prolongación de la palma de la mano del diestro peruano, de Roca Rey (@RocaRey). La Maestranza pidió el rabo. La cima del toreo en los dedos.

Y llegó Madrid. Entró en el bombo, sorteó la corrida de Adolfo Martín y fue base del abono con tres tardes. La expectación se centraba en su figura y el peso del abono también. Tras cuajar una poderosa faena a un toro de Parladé y salir por la Puerta Grande en la primera tarde, llegó la corrida de Adolfo. ¿Y si llega a matar ese toro de Adolfo? El público hubiera pedido el doble trofeo. Dos Puertas Grandes en Madrid -una con Parladé y otra con Adolfo Martín– y la petición de rabo en Sevilla. El toreo a sus pies.

Julio partió la temporada en dos y nos perdimos el encuentro entre Roca Rey y Pablo Aguado.

No fue así y ese momento se produjo la lesión y la temporada dio un vuelco. Con la obligación de cortar la temporada el movimiento de expectación generado por el diestro peruano tuvo su fin. El movimiento de juventud generado para asistir a ver al diestro peruano o la expectación en los primeros días de entradas sueltas terminaron. Julio partió la temporada en dos. Por cierto, nos perdimos el encuentro entre Roca Rey (@RocaRey)  y Pablo Aguado. Quién sabe cómo habría terminado la temporada, si atendemos la parejas de toreros con conceptos diferentes que han levantado por su diversidad en la forma de interpretar el toreo las pasiones entre los aficionados. En 2020 será.