Álvaro Sandia Briceño
Edecio La Riva Araujo nació en Timotes el 23 de abril de 1921 y murió en Caracas en el año 1997.
Se están cumpliendo veinticinco años de su fallecimiento. Fue fundador y Primer Vicepresidente del partido Social Cristiano COPEI, fogoso parlamentario, Embajador en Francia, Gobernador del Estado Mérida y autor del libro Elogio de la Adulancia, de varias ediciones.
Al fallecimiento del dictador Juan Vicente Gómez el 17 de diciembre de 1935, le sucede en la presidencia el General Eleazar López Contreras, su Ministro de Guerra y Marina. López Contreras fue ratificado el siguiente año por el Congreso Nacional y cumplió con el mandato entre los años 1936 a 1941.
Fueron tiempos difíciles, regresaron los exiliados y se abrieron las cárceles gomecistas.
Se organizaron los primeros sindicatos, los partidos políticos y en la Universidad Central de Venezuela los estudiantes se agruparon en torno a la Federación de Estudiantes de Venezuela (FEV) bajo la dirigencia de Raúl Leoni, Jóvito Villalba, Miguel Otero Silva, Kotepa Delgado, unos jóvenes y otros no tan jóvenes, casi todos integrantes de la llamada “Generación del 28” que había luchado valerosamente en las calles y sufrido cárceles y torturas por sus protestas contra la dictadura del llamado “Hombre de La Mulera”.
Las ideas marxistas de los dirigentes de la FEV con los propósitos de eliminar la educación católica de las escuelas privadas y la solicitud de expulsar a la Compañía de Jesús, a los jesuitas del país, chocaron pronto con los jóvenes provenientes de las familias católicas que estudiaban en las únicas universidades venezolanas, la Universidad Central de Venezuela y la Universidad de Los Andes.
En el Senado de la República, el Dr. Luis Beltrán Prieto Figueroa presentó el 25 de abril de 1936 un Proyecto de Ley de Educación Nacional que fue considerada lesiva a la libertad de enseñanza y fundamentalmente a la enseñanza privada y religiosa. El polémico Proyecto de Ley suscitó enconados debates, no solo en la Cámara del Senado, sino en los periódicos y en el seno de las agrupaciones sociales del país. El Proyecto de Ley pronto contó con el apoyo de Jóvito Villalba desde la Federación de Estudiantes de Venezuela. Rafael Caldera enfrentó el Proyecto de Ley en forma decidida. La unión de los estudiantes universitarios y también de los liceístas ya no fue posible y la división en dos sectores claramente identificados, el uno marxista y el otro católico, fue indetenible.
Los jóvenes Rafael Caldera, Pedro José Lara Peña, Eduardo López de Ceballos, Carlos Rodríguez, Víctor Manuel Giménez Landínez, Lorenzo Fernández en Caracas y en Mérida Víctor Muller Masini, Jaime Fossi Villasmil, Plinio Alterio, Manuel Cardozo, Abel Santos y Héctor Ramírez Méndez, a los cuales pronto se agregaron José Román Duque Sánchez, José Desiderio Gómez Mora, Homero Sánchez Berti, Pedro Vetancourt Lares, Luis González Berti, Elbano Paredes y muchos otros, renunciaron a la Federación de Estudiantes de Venezuela y crearon la Unión Nacional Estudiantil (UNE).
Transcurridos unos cuantos años, los jóvenes que iniciaron la Unión Nacional Estudiantil (UNE) fueron posteriormente dirigentes del Partido Social Cristiano COPEI, que se fundaría el 13 de enero de 1946, después del golpe militar que derrocó al General Isaías Medina Angarita el 18 de octubre de 1945 y que llevaría a la Presidencia de la República a Rómulo Betancourt, al frente de lo que se llamó la Junta Revolucionaria de Gobierno.
En el año 1946 se celebraron elecciones para elegir diputados a la Asamblea Nacional Constituyente. El Br. Edecio La Riva Araujo, estudiante universitario, fue electo diputado por el Partido Unión Federal Republicana (UFR) y uno de los más jóvenes representantes a esa Constituyente. En las elecciones de 1947, ya graduado de abogado, fue también diputado al Congreso Nacional por el Partido Unión Federal Republicana (UFR). Es de advertir que UFR fue un grupo político regional fundado en el Estado Mérida por el Dr. Hugo Parra Pérez y por el General Golfredo Masini y tuvo entre sus dirigentes a José Rafael Febres Cordero, Humberto Ruiz Fonseca, Armando González Puccini, Homero Sánchez Berti, José Ramón Barrios Mora, Carlos Quintero Delgado, Ramón Gómez Castro, Augusto Gabaldón Parra, Luis Enrique Dávila, Pablo Celis Briceño, Francisco Fonseca, Carlos Febres Poveda, José Rogerio García y Pedro Vetancourt Lares.
También UFR dio cabida a las damas y en su Comité Femenino figuraron Gozzi Lares de Hilzinger, Clara Muraccioli de Dávila, Cira Dávila de Parra Pérez, Consuelo Parra de Celis, Clara de Ruiz, Sofía de Febres Cordero y Josefa Elina Fonseca de Dávila.
Unión Federal Republicana (UFR), el llamado “Fru Fru” fue la simiente del Partido Social Cristiano COPEI en el Estado Mérida. En COPEI, Edecio La Riva Araujo ocuparía posiciones importantes, llegando a ser Primer Vicepresidente del Comité Nacional del Partido.
Tengo un especial recuerdo de Edecio La Riva Araujo cuando se celebró la Primera Convención de la Juventud Revolucionaria Copeyana la JRC, aquí en Mérida a finales de 1958, en la vieja casa del partido que estaba ubicada en la Avenida 4 donde hoy está la Agencia Centro del Banco de Venezuela. Asistí como delegado de los estudiantes del Colegio San José, los otros delegados fueron José Rafael Pérez Febres y Luis Alberto Celis Dávila, todos cursantes de bachillerato. El Director de Debates fue el joven estudiante de cuarto año de derecho, Jorge Francisco Rad Rached.
En el acto de clausura de la Convención y como estábamos disfrutando del llamado “Espíritu del 23 de Enero”, se colocaron cuatro sillones en la tarima de oradores los cuales fueron ocupados por el Dr. Carlos Febres Poveda, Presidente de COPEI, el señor Víctor Olegario Carnevali, en representación de Acción Democrática, el Dr. Ramón Mazzino Valeri, de Unión Republicana Democrática, y el bachiller Chajin Buaiz, del Partido Comunista de Venezuela. Estos partidos políticos eran los cuatro pilares que sostenían el precario edificio de la democracia venezolana en esos tiempos. Edecio La Riva Araujo, como Delegado del Comité Nacional del Partido, clausuró la Convención con una vehemente intervención sobre el papel de la juventud venezolana y las responsabilidades que teníamos que asumir en esos difíciles tiempos que se avecinaban, si queríamos consolidar la democracia apenas en ciernes. Al final no solo recibió los atronadores aplausos de los militantes del partido, sino las felicitaciones de los dirigentes de las otras agrupaciones políticas que estaban allí presentes.
En las elecciones que se celebraron en 1958 y en los quinquenios sucesivos, Edecio La Riva Araujo fue Senador por COPEI y se distinguió por sus fogosas participaciones en la Cámara del Senado. Como Miembro de la Comisión de Defensa y cuando solicitaba el derecho de palabra en las sesiones en que se discutían los ascensos a los grados superiores de Generales y Almirantes, todos estaban pendientes porque unía a su encendido verbo, inteligencia, conocimiento, gracia, sarcasmo y un uso sin igual del idioma español.
Durante los días 29, 30 y 31 de octubre de 1965 se celebró en Timotes la III Convención Regional de Municipalidades que reunió a los representantes de los ocho Concejos Municipales del Estado Mérida. La organización de la Convención estivo a cargo del Instituto de Cooperación y Ayuda Técnica de los Concejos Municipales del Estado Mérida (INCOATE), del cual era Director General el Dr. Luciano Noguera Mora y yo era Secretario Ejecutivo. Se designó Presidente de la Convención al Dr. Ramón Beltrán Espinoza del Concejo Municipal del Distrito Miranda y como Secretario al Br. Adolfo Paolini Pizani, delegado del Concejo Municipal del Distrito Libertador. Eran tiempos de cordialidad democrática y munícipes de los partidos Social Cristiano COPEI y de Acción Democrática y algunos independientes, se repartieron por igual las presidencias y secretarías de las distintas Comisiones. De la Dirección Nacional de COPEI vinieron a esa Convención Edecio La Riva Araujo, Primer Vicepresidente, Carlos Villarroel, Secretario Nacional de Asuntos Municipales y Luis Alberto Machado y Eduardo Acosta Hermoso, quienes presentaron ponencias sobre comportamiento social y política petrolera, respectivamente. El Ingeniero Fortunato Adrián, Director de la Zona del MOP y figura destacada de AD a nivel regional, fue otro de los invitados especiales.
El Dr. La Riva Araujo dictó una conferencia sobre el sentido y vigencia de los Concejos Municipales en la prestación de los servicios públicos y la importancia de que los ayuntamientos atendieran las necesidades de los pobladores de las aldeas y comunidades alejadas de las capitales de los distritos y que debían estar pendientes de sus peticiones de escuelas, medicaturas rurales, viviendas, caminos, puentes y vías de penetración, para tratar de buscarles solución mediante acuerdos con el gobierno regional en materia presupuestaria. Fue agradable verlo tratar con cordialidad y afecto a los convencionistas y particularmente a sus paisanos timoteros.
Pocos recuerdan que Edecio la Riva Araujo fue Embajador en Francia en el primer gobierno de Rafael Caldera.
Edecio La Riva Araujo fue precandidato en las elecciones internas de COPEI para elegir al sucesor de Caldera en las elecciones de 1973, utilizando como recurso de propaganda el símbolo de “El Machete”.
En esa Convención Nacional, celebrada en el Teatro Radio City de Caracas, compitieron por la candidatura presidencial Lorenzo Fernández, Luis Herrera Campins, Arístides Beaujon y Edecio la Riva Araujo. En la primera votación los que recibieron mayor apoyo fueron Lorenzo Fernández y Luis Herrera Campins, quienes fueron a la segunda vuelta. Beaujon dejó a sus partidarios en libertad para votar por el candidato que les pareciera más conveniente. Una comisión del Comando de Campaña de Lorenzo Fernández fue a solicitarle a Edecio La Riva los votos de sus seguidores para la candidatura. Edecio los recibió de la manera más cordial y les prometió los votos, pero dijo algo muy interesante: “Que venga Lorenzo a entrevistarse conmigo” y así fue. Lorenzo Fernández, fue al hotel cercano donde se encontraban Edecio y los suyos y después de un gran abrazo y de una conversación a solas, los votos de “El Machete” fueron a engrosar a los de Lorenzo para imponerse en la contienda interna de COPEI.
En esas elecciones nacionales para el período 1973-1978, celebradas en diciembre de ese año, se impuso el candidato presidencial de Acción Democrática Carlos Andrés Pérez.
Cinco años después, en el péndulo de la política venezolana, triunfó en la lid electoral el candidato de COPEI Luis Herrera Campins, quien fue Presidente durante los años 1978-1983. Edecio La Riva Araujo fue uno de los Gobernadores del Estado Mérida en ese periodo de mandato copeyano.
Interlocutor agudo y simpático, tenía una teoría de lo que denominaba “el homo adecus” y decía que los adecos habían nacido en el paraíso terrenal en presencia de Adán y Eva y desarrollaba el tema y lo aplicaba a las frutas, a los animales, al cuerpo humano, a los días de la semana, a todo lo que se le iba ocurriendo en una historia de nunca acabar que provocaba la hilaridad de quienes lo escuchaban.
Era un invitado frecuente en los programas de televisión matutinos con unas respuestas rápidas y graciosas. En una de esas entrevistas y en el programa de Carlos y Sofía Rangel le preguntó Carlos que cuándo se había dado cuenta de que COPEI ya no era gobierno y ya no estaban en el poder y respondió: “Cuando me llamaron del Banco Industrial para cobrarme un pagaré que tenía vencido”. El director del programa tuvo que “ponchar” la cámara para que no se vieran las carcajadas de los entrevistadores y del propio Edecio.
Edecio La Riva Araujo, en sus polifacéticas andanzas, escribió el libro “Elogio de la Adulancia”, que tuvo el mérito de haber sido muy bien recibido por los lectores en el país, políticos y no políticos.
Dice Edecio en su libro que la adulación es un verdadero arte y forma parte de la propia naturaleza humana y se encuentra diseminado en toda la geografía nacional. Señala que hay varios tipos de adulante entre los cuales sobresalen los de “toga y birrete”. Según el autor, adulador es el que ejerce este oficio y adulado el que lo recibe y ambos son abominables. Cita a Dante Alighieri y dice que éste situaba a los aduladores al lado de los cínicos y los hipócritas, los ladrones y los de igual ralea, condenándolos en las pailas del infierno y que cuando eran freídos, el olor que emana es espantoso y nauseabundo.
Edecio La Riva Araujo fue un personaje importante de la política venezolana. Congresista, Embajador, Gobernador de Estado, líder nacional de su partido y uno de los mejores tribunos de su tiempo, porque fue el orador político que mejor sabía cómo arengar a las masas con su elocuencia fogosa y apasionada.
He tenido en Timotes muchos amigos, entre los cuales quiero destacar fundamentalmente a tres de ellos: Mi compañero de estudios universitarios Luis Alfredo (Tito) Rivas Mazzei, la empresaria Benita Araujo de Chacón y Edecio La Riva Araujo, los tres timoteros y fervientes devotos del Patrono del Pueblo: San Benito.
Fotos Germán D' Jesús Cerrada
3 comentarios:
Tolentino Pérez
Este didáctico documento es una valiosa pieza histórica que no sólo merece incorporarse al patrimonio democrático de Mérida sino ser testimonio para unificar el orgullo e identificación de los socialcristiano en sus valores de fraternidad y servicio...ajeno a codicia o intereses personales.
FELICITACIONES A SU DOCTO AUTOR!
Excelente Reseña Gracias Gracias Gracias
Thanks - I enjoy learning about my Abuelo however I can!
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